AppleRadio: Dream a little dream of me

1K 64 22
                                    

Una mañana nueva se alzaba sobre el hotel, desde temprano los sonidos cotidianos hacían un suave eco en los pasillos del lugar, desde la cocina flotaba un aroma dulce y cálido que atrajo a la princesa del infierno, asomo por el umbral encontrando a su padre atareado apilando hot cakes en un platón grande, lo escuchaba tararear alegremente mientras se movía fluidamente por el lugar.

-¿Papá?- llamó sacando de su concentración al gobernante del infierno que miro sobre su hombro sonriendo al encontrarse con su hija parada en el umbral de la cocina, estaba en pijama, con sus zapatillas de tacón y pelusa roja en el frente, sus cabellos desordenados le daban un aire enternecedor, le recordaba a cuando era pequeña y despertaba con ella parada al lado de la cama abrazando a su peluche con aquella carita hermosa y tierna…su pequeña ya era toda un mujercita, por un momento se sintió conmovido y melancólico.

-Charchar, buenos días- canturreo alegremente para ella antes de volver su atención a la sartén para voltear el hot cake -El desayuno estará listo pronto, hice suficiente para que tus amigos desayunen también, hoy desperté demasiado temprano y pensé que sería bueno usar ese tiempo en algo útil en vez de perderlo dando vueltas en la cama- comentó mientras agitaba la espátula en el aire al charlar.

-¿A qué huele?- Charlie asomo empezando a dar un rondín por la cocina, deteniéndose en el horno mirando el interior encendido.

-Oh, si, son roles de canela, es solo que se que te gustan mucho y pensé que podrás guardarlos para comer más tarde, ya sabes cómo…como cuando eras niña- respondió mutando un poco su expresión al arrugar ligeramente las cejas.

-Owwww eso es tan tierno papá, me encantara comer de nuevo tus roles de canela- dijo la princesa del infierno, en verdad conmovida por el detalle de su padre, el cual sonrió al escucharla decir aquello.

-Los hare para ti todas las veces que quieras, después de todo ahora estoy aquí para ti- ambos iban a continuar su conversación cuando Vaggie entró en la cocina mirando la tremenda torre de hot cakes que se apilaba en aquel platón y seguía creciendo con cada nuevo hot cake que Lucifer ponía en ella.

-Vaya montaña de hot cakes ¿planean alimentar a todos los pecadores de Ciudad Pentagrama? Si lo hacen pongan arsénico, estricnina y cicuta en el jarabe de los que le den a Valentino, me harian un gran favor jodiendo a ese bastardo- la voz de Angel captó la atención de los otros tres viendo como este estaba desenfadadamente recargado en el marco de la entrada.

-Hot cakes hechos por el chico malo supremo ¿tienen veneno? jajajajaja- la risa de Niffty hizo saltar a todos al verla como clavaba su cuchillo tres de ellos de un golpe y los arrastraba fuera de la pila hasta un plato acribillándolos innumerables veces mientras reía con aquella expresión psicótica que en ocasiones aparece en ella espontáneamente.

-Eh…no, veneno no, pero sí un toque de canela y vainilla, les da ese algo especial que me gusta- contestó Lucifer saliendo de su sorpresa, apartando su mirada preocupada de Niftty.

-Uh, canela, la mia nonna también les ponía canela pero en lugar de vainilla también les ponía un poco de anís, les daba un toque único- sonrió Angel acercándose para tomar un plato y asaltar la pila de hot cakes.

-¿Anis? Vaya nunca pensé poner anís a los hot cakes, se escucha interesante, algun dia lo intentare, solo para probar- comentó sonriendo y Ángel asintió ya con un bocado de hot cakes mientras masticaba.

Pasados unos minutos por el umbral de la cocina apareció Husk y tras el Cherry Bomb, y un poco mas atras Alastor que se sacudía las hombreras de su traje, era el único además de Lucifer ya vestido con su ropa de diario, a diferencia de los demás que aún vestían su ropa de dormir.

Dream A Little Dream Of MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora