Dream A Little Dream Of Me

Sway with me (Especial atrasado de San Valentín)

Alastor miraba con desagrado las decoraciones que con gran entusiasmo Charlie había puesto y colgado por todo el hotel, sobre su cabeza un angle rechoncho ataviado solo por una pequeña ¿que era esa tira de tela? ¿Bufanda? ¿Chalina? ¿Estola? ¿Mascada? no tenía idea pero era repulsivo, la cosa esa escupía confetis coloridos de papel metálico de colores rojos, magentas, púrpura, fucsia y rosas, terrible, giraban esparciendo los infames papelitos mientras sostenían con sus sonrisas aleladas, un arco apuntando flechas con puntas acorazonadas.

-Por satan, pensé que no volvería a ver estas cutres cursilerias de nuevo- parecía atorarse con aquellas decoraciones -Salir, necesito salir de aquí- con toda intención fija en ese propósito esquivo una nueva lluvia de corazones -Estas cosas ni siquiera lucen como un corazón real- en su escape apresurado topó de frente con el rostro sonriente de Charlie.

-Alastoooor, que alegría verte ¿no te encanta? San Valentín, un día de amor y amistad, una oportunidad de demostrar con más entusiasmo nuestro aprecio y amor por otros- sus ojos chispeaban con estrellas destellantes y dulces corazones de ternura, a los ojos del demonio radio Charlie estaba a nada de vomitar arcoiris.

-Haha, querida, San Valentín solo es una burda excusa para los desesperados en calentura para arrastrar a sus incautas presas a sucios cuchitriles sexuales, con la perpetua ayuda de regalos cursis y frases rimbombantes de miel y lujuria, cenas algunas caras otras miserables, solo con ese fin, pero disfruta de una de las festividades más profanas de la humanidad cubierta de azúcar y mentiras cursis, no seré yo quien te detenga de hacerlo- sonrió esquivando con un rápido movimiento un abrazo sorpresivo de Angel.

-Feliz dia de fornicar después de cenar a la luz de las velas perras- dijo desde el suelo en una pose sugerente la estrella porno.

-Él acaba de darme la razón querida, Feliz dia de la lujuria enmascarada a ti también mi afeminado amigo- sonrió con cinismo.

-Jajaja, parece que no estás disfrutando el día sonrisitas, te ayudo a liberar tensión con una buena mamada, me pregunto a qué sabes- Angel gateó hacia él estirando uno de sus largos y delgados brazos con intencion de tocarlo.

-Declinó amablemente la oferta, preferiría descuartizarte para liberar tensión, y si pones tus manos sobre mi, o llegas a restregarme esa pelusa tuya aunque sea un milímetro cerca, morderé tu yugular y la escupiré, solo para verte morir desangrandote lentamente en le piso- amenazó Alastor y Ángel se congeló un momento antes de sonreír burlón y coqueto.

-Uy sadismo, a mi me gusta BSM, grrr duro y sexy, anda voz satánica ven a morderme- continuó su gatear hacia Alastor que apareció su micrófono bastón y lo uso para marcar distancia con el demonio araña.

-Basta Angel, deja de incomodar a Alastor, no es correcto- reprendió Charlie con amabilidad.

-¿Qué? ¿Te juro que más de uno tiene curiosidad por el fresita proxeneta en la cama? Su amiga regordeta dijo que un poco de jazz suave y algo de whisky lo vuelven un gatito, quiero ver si es cierto ¿que dices sonrisas? tu, yo, tu elegante presencia, mi sensual figura, música jazz- batió pestañas con encanto.

-No, nunca en esta vida, ni en ninguna otra, no tientes tu suerte, Charlie no siempre estará para frenarme, mejor ve a jugar con el gatito, él tiene más paciencia que yo- Ángel se rió, era gracioso ver la tensión en la sonrisa de Alastor.

-De acuerdo tú te lo pierdes cariño- se levantó del piso y se fue contoneando al bar.

-Siento mucho eso Alastor- se disculpó Charlie apenada.

-¿Tu por qué? Esto lo hizo él, no tú, querida, pero definitivamente hoy no pienso estar aquí- alguien tocó la puerta y Alastor fue a abrir -Bienvenida alma pecadora, este es el Hazbin Hotel su último y desesperado intento de redención, ¿en que puedo ayudar...te?- bajó su mirada encontrando a uno de los pequeños niños del barrio caníbal que alegre le extendió una carta, el demonio radio sonrió -¿Qué tal querido? ¿Te envió mi buena amiga Rosie?- el niño asintió e insistió a que tomara la carta -Oh, claro que descuido, gracias dulzura- trono sus dedos y le entregó al niño una cajita con ojos cubiertos de chocolate amargo, el niño se rió alegre -Por tu amabilidad y gran trabajo, no los comas todos antes del almuerzo, arruinara tu apetito- dijo palmeando su cabeza y dejándolo marchar, entró cerrando la puerta.