La Manada de Ash Mountain

Libro II | 16

Reik

Diez años después...

Termino de acostar a mis cachorros en la cama, les leo un cuento a cada uno antes de decirles buenas noches y salir en busca de mi pareja. Esta noche hay luna llena y puedo sentir el calor del apareamiento invadiéndome. Necesito llegar a Grace pronto antes de que el dolor sea demasiado. Incluso después de todos estos años, todavía nos volvemos locos el uno por el otro cada mes.

Nos casamos justo después de que Ryan y Bella se aparearan. Sabía que mi pareja querría que su amiga estuviera aquí y yo solo quería que ella fuera feliz. Tuvimos nuestro primer cachorro nueve meses después y mantuve a Grace criada durante los siguientes cuatro años. Finalmente, después de nuestro cuarto cachorro, Grace dijo que ya había terminado. Ella estaba feliz con nuestra familia tal como era y yo haría cualquier cosa para mantenerla feliz.

Nuestro primer cachorro, Adrik, es fuerte y ya ha comenzado a mostrar signos de que algún día podría ser un Alfa. Nuestra segunda cachorra, Grazie, es rápida y ya puede vencer a todos los demás niños de su grado. Me pregunto si tal vez algún día será Beta. Clhoe, el tercer cachorro, es inteligente y le encanta trabajar con las manos. Ya le está pidiendo a Liam que le permita ayudar con algunos proyectos de construcción. Todos los cachorros mayores se parecen mucho a mí con cabello y ojos castaños, pero nuestra cachorrita más joven, Sarah, se parece a su mamá. Ella nos tiene a todos envueltos en su pata y siempre es ella la que necesita un cuento extra antes de dormir todas las noches.

Me apresuro a entrar a nuestra habitación cuando escucho a Grace gemir. Puedo escuchar la necesidad en el sonido y sé que necesito llegar a ella pronto. Tendremos que estar tranquilos esta noche ya que los niños están aquí, pero eso no me impedirá quedarme muy dentro de mi chica toda la noche. Grace se retuerce en la cama, desnuda y lista para mí.

Me quito la ropa lo más rápido que puedo, trepando por la cama y entre sus muslos. Sumerjo mi lengua entre sus piernas, probando para asegurarme de que esté lista para mí. Gimo cuando pruebo su dulce crema azucarada y siento lo empapada que está por mí.

− ¡Reik! Por favor, te necesito − dice, tirando de mi cabello.

Me deslizo por su cuerpo y me posiciono en su entrada antes de cerrar de golpe. Ambos reprimimos gemidos mientras la lleno por completo y empiezo a moverme dentro de ella. Grace se arquea contra mí, sus dedos se enredan en mi cabello mientras sus caderas se elevan para encontrarse con las mías. Ella se viene a mi alrededor, pero no aminoro el paso. Sé que esta noche va a ser una larga noche en la que me acostaré con ella y sonrío mientras me inclino y rozo mis labios sobre mi marca en su hombro. Grace se vuelve a correr ante el contacto y mi corazón se hincha en mi pecho mientras sigo reclamando a mi pareja.

FIN