La decisión de Atem

Luto

El abuelo poco a poco recupero su buena salud, y tiempo después volvió a casa, pero una noche de abril, el abuelo comenzó a toser fuertemente, de inmediato Atem salió de su cuarto, eran las cuatro de la mañana, una ambulancia los recogió, Atem sintio como todo iba perdiendo su color, Seto lo alcanzo poco después, por que Mokuba supuestamente tenía fiebre.

-Espero Mokuba se recupere pronto...-
-Espero lo mismo de tu abuelo...-

Atem miro a Seto a los ojos.

-Esta vez es diferente, tocia sangre e incluso regurgito sangre, está vez es peor y puede que está vez lo pierda...-

Atem comenzó a llorar amargamente, Seto lo tomó del hombro, pero Atem lo abrazo mientras lloraba, Seto lo convenció de ir a cambiarse de ropa, al llegar a la casa, se cambió de ropa sin muchos ánimos, al bajar ahí estaba Yugi.

-Buenos días...-
-Yugi el abuelo está en el hospital...-
-Ya verás que saldrá bien...-
-Yugi está vez había sangre, no está bien... El abuelo puede morir.-
-¿Y? Todos morimos...-
-Como puedes decir eso?! Es tu abuelo...-
-Ah ya se lo que quieres... Es su herencia cierto? Quieres hacerte el nieto bueno para que te deje todo, pero su nieto legítimo soy yo... Si dinero es mío!-

Yami sintió como su corazón se rompía al escuchar como hablaba su aibu, la rabia lo sego a tal grado de que lo abofeteó fuertemente.

-Ojala muera pronto, solo así podré correrte de mi casa...-
-Eres un...-
-ATEM TENEMOS QUE IRNOS LA DOCTORA ACABA DE HABLAR...-
-Vete... No hagas esperar a tu noviecito... A ver si el te da asilo.-
-Si de casualidad te hereda la casa, solo te pido dos cosas, la caja de madera, y el libro que le hice.-
-Mmm tal vez lo haga... Jajajaja...-

Yami antes de irse le soltó un derechazo a Yugi ambos subieron al carro y llegaron al hospital, al llegar un hombre de traje con una gabardina negra paso aún lado de él, tomándolo del hombro, al entrar al cuarto el abuelo abrió los ojos con mucha dificultad.

-Yugi?-
-Hola abuelito...-
-Donde está Yugi?-
-Esta afuera...-
-No me mientas, desde la primer visita al hospital, estuviste conmigo... Desde el inicio tu... Estuviste más interesado en mí que mi propio nieto, lamento tanto, tanto, tanto, tanto haber dicho que estaba decepcionado de tí... Siendo que tú eres mi único y gran orgullo... No estés triste, no llores por mi... Al final del día volveré a estar con mi noche eterna, con mi esposa y con mi hijo, nunca te lo dije pero ellos se fueron en un día de lluvia, como le encantaba a tu abuela el olor de la tierra mojada... Te amo Atem eres más nieto que mi propio nieto... Cuidate muchísimo mi pequeño faraón... Cuidate...-
-Abuelo?-

El abuelo cerró los ojos, exhalando su último aliento con una sonrisa.

-ABUELITO?! NOOOO ABUELO DESPIERTA... DESPIERTA... AYUDA!!!-

Los gritos alertaron a Seto quien de inmediato abrió la puerta, ver a Atem arrodillado mientras sostenía la mano del abuelo, simplemente lo quebró.

El abuelo había comprado un paquete funerario hacia ya vario tiempo, Atem llegó a la casa visiblemente derrumbado... Haciendo llamadas, ese día más tarde fue el velorio...

El cielo estaba totalmente cubierto por nubes grises. Yami no podía seguir aguantando ese dolor, así que se salió, al ver al cielo comenzó a llorar, un rayo potente se hizo presente y comenzó a llover fuertemente.

-Y me dejas también en un día de lluvia? Por qué?!-
-Hablando solo faraón?-
-No estoy de humor así que vete...-
-Metete te vas a enfermar...-
-Que te importa...-

Aunque seguía lloviendo Atem ya no se mojaba, Seto lo cubría con un paraguas.

-Levantate...-

Atem sin mucho ánimo se levantó, Seto de inmediato lo abrazo, Yami comenzó a llorar amargamente.

-Vamos adentro, está haciendo demasiado frío acá afuera.-

Atem sin mucho ánimo de nuevo entro. Seto le puso su gabardina encima y le dió un chocolate caliente.

Al día siguiente sería el entierro, Seto odiaba los funerales pero no podía simplemente ignorar a Yami, así que de igual forma lo llevo al entierro, Atem en cuanto vio como iba bajando el ataúd, comenzó a llorar ahogadamente. A Seto ya le daba igual lo que pensaran, así que abrazo a Yami quien después de sufrir varios espasmos del llanto, se desmayo.

Lo tomó en brazos y lo llevo a su mansión, acostandolo suavemente en el sofá.

-Hermano...-
-Shhh... Déjalo dormir... Vamos a la cocina...-
Seto le puso su gabardina, y poco después prendió la chimenea.

-Que mosca te pico?-
-Primero que nada no digas estupideces, de acuerdo? Bien, en el velorio nadie se hacerco a darle el pésame, y es quien más sufre por su partida.-
-Que hay de Yugi?-
-Lo único que le importa es la estúpida herencia...-
-Y crees que si haya dejado algo para Yugi...-
-No lo sé, por ahora solo cuenta con nosotros... Sus amigos le dieron la espalda. Está solo...-
-Hermano...-
-Hay que ser solidarios...-