Complicaciones

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Yami al subir a su cuarto y ver, el póster y las otras cosas que, le dió el abuelo, bajo corriendo a abrazar al abuelo, agradeciendo todos los detalles que había hecho, después volvió a subir se dio un baño y bajo con su pijama puesta, que era una camisa y un pantalón todo negro con detalles en turquesa. En punto a las 9 llegó Yugi, mientras el cenaba el abuelo y Yami se disponían ir a dormir. Yami lavo los platos y vasos que usaron para la cena, y después de decirse las buenas noches, cada uno se fue a su respectivo cuarto.

Yugi miro furioso al par que lo dejaban solo, y aparte no le habían preguntado sobre su día, pero después pensó que ambos eran ancianos y por eso se llevaban bien. Sonrió ante la idea y se fue a dormir, entrando discretamente al cuarto de Yami, para ver si estaba despierto y pedirle un poco de dinero prestado. Pero el cuarto estaba a oscuras, siendo iluminado tenuemente por la luz de la luna que se colaba por la ventana.

Yami estaba profundamente dormido, no roncaba y su respiración era apenas notoria.

("-Incluso dormido parece un muñeco, por eso lo aman más que a mí...-")

Al verlo así suspiro frustrado, salió del cuarto llendo al suyo.

Durante los siguientes días era la misma rutina, Yugi salía desde temprano con el trío inseparable, mientras Yami y el abuelo cuidaban de la tienda, el abuelo había ido a cambiar el testamento de nueva cuenta pues había visto más apoyo por parte de Atem que de su propio nieto, quien así fueran las cuatro de la mañana, y veía que le hacía falta una medicina al abuelo salía a una farmacia de un servicio de 24 horas.

Era una tarde muy tranquila y Atem estaba como otros días en la tienda con el abuelo, escuchando la radio cuando de pronto anunciaron que la boda de Seto y Kisara se transmitiría en vivo.

"«El eco del órgano tocando la marcha nupcial se hizo presente. Las cámaras fotográficas disparaban flashes... Las pisadas de tacón caminaban lentamente hacia el altar... El obispo inició con la ceremonia.
-Estamos aquí reunidos para atestiguar la unión de dos corazones como uno solo, han venido aquí sin que alguien los force?
-Estamos aquí bajo nuestra voluntad-
Dijeron ambos al mismo tiempo.

-Ahora los votos matrimoniales... Primero usted señorita Akisa Uso...-
-Yo Akisa Uso, te prometo a tí Seto Kaiba...-
-Yo Yami Muto te prometo a tí Seto Kaiba...-
Repitió Yami, para después ambos decir al mismo tiempo los votos mate

Amarte, valorarte y cuidarte hasta que mi corazón deje de latir, prometo ser te fiel, en la riqueza, en la pobreza, amarte cada día de mi vida...-
-Hasta que la muerte nos separe...-
Concluyó Akisa
-Y ni la muerte podrá separarnos...-
-Acepto...-

Justamente en ese momento se escucha un fuerte golpe y aún chico gritar.
-KISARA NO TE CASES CON EL YO TE AMO!!!-
Unos tacones corriendo, fue lo que se alcanzaba a escuchar.»"

El abuelo había presenciado el como Yami decía los votos matrimoniales, con los ojos llorosos mientras tocaba la figura de Seto Kaiba de tamaño real.

Penso en jugarle una broma pero era algo que en definitiva no haría, pues ver a Yami llorar por un amor tan profundo como el que sentía por Seto y que aparte era de milenios atrás, ya era demasiada tortura. Saliendo tan sigilosamente como había entrado, la boda se había cancelado, Seto de nuevo era libre y el corazón de Yami volvía a latir con normalidad, poco después el abuelo entró con unos pastelillos los cuales comieron con café, el abuelo disfruto mucho de esa tarde en compañía de Atem.

Sin embargo ya muy entrada la noche, Yami despertó pues se sentía angustiado, al bajar a la sala y tomar un poco de leche tibia, escucho toser al abuelo, era una tos tan horrible que no lo dejaba ni respirar, asustado de inmediato llamo a una ambulancia, llendo con el al hospital, de inmediato lo llevaron a urgencias, y Yami volvió a casa, se cambió y volvió al hospital.

El pronóstico no era alentador, Yami suspiro angustiado, de todos los conocidos solo Duke y Mokuba estaban ahí, Mokuba sabía que el abuelo estaba mal, porque había ido por un resfriado en compañía de Ronald, e iba a visitarlo al hospital cada que podía, una tarde antes de volver a salir, se topó con Seto.

-Últimamente has estado yendo más seguido al hospital, ¿que pasa, los medicamentos no te funcionan?
-Hermano... No es por eso es por un amigo.-
-¿Un amigo?-
-Es por Yami se ve demasiado mal, el pobre sigue ahí, ya van como dos días que no duerme por cuidar del señor Muto...-
-Y que hay del cuarteto de inútiles?-
-No se, pero se ve muy mal, está muy pálido y ojeroso...-

Seto salió junto a Mokuba, la intención era burlarse de él, pero al verlo, esos ánimos se fueron al suelo.

-Debes de irte a dormir...-
-No puedo dejar solo al abuelo...-
-Yo cuidaré de tu abuelo, ve a casa y descansa...-
-Pero...-
-No lo vas a poder cuidar si estás débil, necesitas dormir y darte un baño... Ve a casa cualquier cosa, le diré a Ronald que te traiga al hospital... Ronald lleva a Yami a su casa y quédate con el, así podré informar si hay alguna novedad.-

Cuando Yami se fue alentado también por Devlin, asegurándole de que todo iría bien, por fin después de estar cuatro días en el hospital pudo dormir en su cama.

-Y ese lapsus bondadoso Kaiba?-
-Y tu quién eres...-
-Yo soy Duke Devlin... Soy el creador de juegos de dados del calabozo.-
-Ah así que tú fuiste quien vistió a Joey como lo que es... Quién lo obligó a ponerse un disfraz de perro faldero...-
-Igual eso no contesta mi pregunta...-
-Ese es un asunto entre el faraón y yo...-

Seto fue a la recepción, para pagar los gastos médicos del señor Muto, si alguien preguntaba no sabían quién lo había pagado.

Ronald estaba a una distancia prudente de la casa del abuelo, en otro auto un poco más discreto, vio como Yugi llegaba a la casa.

-Yami? Te ves fatal, estás enfermo...-
-Como si te importará... El abuelo tiene días de estar interno en el hospital...-
-Hay seguramente no es para tanto...-
-El abuelo está grave... Como puedes ser ta hijo de perra como para no preocuparte por el...-
-Y tu cómo por que te preocupas por el? Ni tú abuelo es... Pero oye si está muy grave como dices, no tardará en ir con San Pedro...-
-Eres un...-

Unos toquidos en la puerta llamaron la atención de ambos...

-Señor Yami... Es su abuelo...-


La decisión de Atem Donde viven las historias. Descúbrelo ahora