La decisión de Atem

Especial: 14 de Febrero

Atem salió de su casa rumbo a la escuela, en donde junto a sus amigos y hermano, habían organizado un intercambio para celebrar el día de la amistad.

Mientras repartían los obsequios, cierto castaño los vio con curiosidad, al ver los regalos humildes, sonrió con desdén.

("-Criaturas patéticas...-")

Atem disimuladamente lo vio por el rabillo del ojo, mientras sonreía con nostalgia.

Así que decidió hacerle un pequeño regalo al CEO, total si se portaba como un idiota, no volvería a tratar de siquiera acercarse a él.
Disimuladamente en una ocasión que el CEO se descuido metió un pequeño paquete en la mochila de Seto.

Al finalizar las clases los cinco amigos se habían ido a festejar el día tan especial... Seto al llegar a su oficina para hacer la tarea y ver el regalito, lo tomó en sus manos y lo aventó al sofá.

Cuando escucho que algo se había roto, de inmediato se levantó a ver qué había pasado, solo se había roto un caramelo, el chocolate estaba ileso, aparte había una carta que decía.

“Gracias por existir, si no fuera por ti, no sería lo que soy ahora... Por ti soy un buen duelista, por ti conseguí las cartas de los dioses egipcios, tú fuiste de mucha ayuda en varias ocasiones, y aunque no me consideres tu amigo, yo si te considero el mio...

Con mucha gratitud, tu buen amigo Atem... p.d. no sabía que la paleta (creo que se llama) pinta la boca, y no sé si te guste el chocolate... lo siento no sabía que darte, pero espero que te guste y si no pues ni modo... Te aguantas.”

Seto sonrió con burla, de verdad ¿no sabía que el caramelo tenía colorante artificial rojo y que por ende dejaba la boca pintada? Al juntar la mitad de la paleta se podía leer, “te amo eres todo para mi”.

-Y si fuera... No no creo... Atem se me declaro?! Eso es imposible, más imposible de jugar con cuatro dragones ojiazules!-

Al llegar a su casa preparo varias estrategias para lo que pasará después, pero al día siguiente se quedó dormido apesar de que el despertador sonó insistentemente hasta caerse de la mesita de noche.

Ese día ni siquiera fue al trabajo de lo cansado que estaba.

-Hermano? No fuiste a la escuela y tampoco a la corporación... Estás bien? Hola? Por cierto Yami está aquí dijo que quería hablar contigo sobre un trabajo por parte de la escuela y... Seto?-
-Dejalo dormir Mokuba... Además si no te molesta, me quedaré en el cuarto de Seto  aquí tiene los libros que deberíamos de estudiar...-
-Bueno, solo que si despierta corre... Es peor que un oso cuando se despierta...-
-No te preocupes Mokuba... Correré.-

Decía mientras le guiñaba el ojo, Mokuba salió del cuarto cerrando la puerta con cuidado, Yami se quitó la mochila y se dispuso a hacer la tarea, suspirando de cuando en cuando porque recortar, pegar y escribir en el suelo no era de lo más cómodo.

Seto al escuchar esos suspiros despertó, en su mirada se reflejaba la irá que sentía, hasta que vio al culpable.

("-Y este que hace aquí?-")

-Bueno y con esto queda resuelta la tarea... Al fin.-

Se decía así mismo Atem, después de enrollar la cartulina, se levantó pero sus piernas estaban dormidas perdiendo el equilibrio cayendo a la cama.

-Demonios... Como fantasma del rompecabezas milenario, nunca me llegó a pasar, es tan difícil tener mi propio cuerpo.-

Yami intentó levantarse nuevamente con cuidado, pero sus piernas, no respondían al cien.