Seto pasaba el día espiando a Yami, era un muy entretenido hobby, era como interactuar con un sim, pero sin ordenarle hacer algo, era divertido cuando se le hacía tarde para ir a la escuela, verlo medio ahogarse comiendo, para después salir apresurado a la escuela, al salí de la escuela, abría la tienda de juegos, ver como se esmeraba por cuidar bien de ese negocio por algún extrañó motivo, podía pasar horas viéndolo dormir, el ver como se daba un baño de burbujas casi todos los viernes, y el domingo sin falta iba a la parroquia...
Seto sabía de la existencia de la dakimakura, aunque no sabía que dibujo tenía, a veces sentía coraje cuando veía a Yami abrasar a esa almohada, una noche mientras se desvelaba actualizando su sistema del duel links, vio por su computadora a Yami dormir cuando de pronto lo noto inquieto.
Sin dudarlo puso zoom para ver más de cerca que estaba pasando, al encender el audio, lo escucho jadear y gemir...
-Seto... Seto...-
("-Esta soñando conmigo?-")
Yami jadeaba y gemía el nombre de Seto, de forma sensual y lujuriosa, sin duda aquello era un sueño humedo, era el primer sueño húmedo de Yami y el sería el único testigo de eso.
Su hermoso rostro, tenido de un hermoso sonrojo, jadeos y gemidos celestiales, coro de un sensual y seductor ángel disfrazado de mortal, sus delicadas manos, tomando con fuerza la almohada, sensuales movimientos de cadera como si un Kaiba invisible lo estuviera desflorando, Seto veía con detalle aquel momento, perdido en los suaves y delicados, jadeos de Yami, los cuales se hacían más y más fuertes, hasta que llegó al orgasmo, después despertó angustiado.
-Oh por Ra! Esto es, esto es... Que bueno que estoy solo si Yugi o el abuelo lo hubiera visto... Seria mi funeral, dios mío que vergüenza...-
Yami se dio un baño largo, son embargo al usar el gel para ducha y pasarlo por si cuerpo, noto que esté aún estaba caliente, su miembro se había puesto erecto y aunque realmente quería, no podía dejar de pensar en ese sueño, las caricias de Seto eran aún tangibles.
Cuando menos lo espero, estaba recreando las caricias de Seto, sobre su cuerpo, el jabón hacía la tarea más sencilla pues era resbaloso cuando callo en cuenta de lo que estaba haciendo, ya era tarde, quiso disimular aquel éxtasis en un pequeño suspiro, lo cual era una fuerte ofensa incluso para Seto quien no perdía detalle de lo que estaba pasando, y que por primera vez sintió envidia de ese maldito gel de ducha de coco y vainilla, pues realmente deseaba poder estar en su lugar y poder acariciar ese cuerpo, delgado, blanco como la leche, lampiña como la de un muñeco de porcelana, suave al tacto, frágil como el cristal, delicada cual petalo de una rosa, sus labios eran pequeños, de labios carnosos y finos, era tan perfecto como si hubiera sido esculpido de algún material fuera del planeta tierra, entre más lo veía, más podía creer que realmente esa belleza, no era del planeta tierra, tal vez era un pequeño ángel que se había disfrazado de un mortal, o era un demonio de sensualidad infernal, incitando a los hombres a pecar.
¿Quién era realmente ese sujeto? ¿Por qué era imposible dejar de verlo? ¿Por qué era tan hermoso verlo jadear? ¿Por qué demonios lo excitaba tanto?
Yami lavo cuidadosamente todo su cuerpo, hasta que quedó limpio por completo, pero al quedarse en la tina, con agua tibia, reflexionando lo que había pasado suspiro frustrado, pues se sintió realmente mal como si hubiera cometido un error garrafal.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, Seto al verlo así sintió tantos deseos de estar a su lado, besarlo y poseerlo, ya había conocido esa faceta de él no iba a dejar que alguien más lo viera así.
Apago su computadora, y noto un pequeño problema en su entrepierna, de inmediato quiso solucionarlo pero, era más que imposible, solo al tocarse y volver a recordar el coro celestial que había proporcionado Yami, pudo volver a la normalidad. Inquieto, salió a un table dance, donde vio a hermosas mujeres, bailar y a desnudarse frente a él, pero solo sintió repulsión, ¿Por qué si era hombre era más sensual que una mujer? De inmediato fue a un chippendale, a pesar de ver hombres bailar de forma sensual y erótica, ¿Por qué demonios Yami seguía siendo más apetecible en ese aspecto?
Es que verlo jadear, gemir... Era algo único, algo que nunca había podido ver ni siquiera un actor porno podría llegar a esas notas llenas de placer...
Al día siguiente, al verlo por las cámaras de seguridad, no vio algo nuevo solo se había preparado para ir a la escuela.
Estando en la escuela Yami trato inútilmente, de acercarse a Joey y Tristán, pero estos simplemente le daban la espalda.
-Que descaro el tuyo después de lo que les hiciste...-
-¿Lo que les hice? Tea yo no hice nada...-
-Las personas a las que les debes se pusieron intensos y nos amenazaron...-
-Tea si tengo deudas, pero nunca harían esto los de Suburbia o los de Coppel Canadá... A lo mucho lo que debo son como 200 en suburbia por una playera negra y un cinturón, en Coppel debo 350 de un par de zapatos que saque... Fuera de eso no eh hecho nada...-
-Si como no... Aléjate de nosotros Yami.-El trío se alejó, dejando a Yami envuelto en una marea de pensamientos. Y que tal si, era real eso de que estuvieran amenazandos pero no por su culpa, si no por Yugi. Pues a raíz de lo que había pasado con la herencia era otro...
Yami no estaba muy alejado de la realidad, realmente Yugi si estaba endeudado hasta el cuello, con varios hombres del bajo mundo... Pues había hecho muchas apuestas de alto valor, estafando y mintiendo a muchos gánsters.
Los cuales ya le pisaban los talones, sin embargo como último recurso aprovecharía su parecido con Yami para salir bien librado de sus asuntos...

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La decisión de Atem
FanfictionYa la había escrito anteriormente pero se me borró así que, vamos a ver qué pasa. Gracias a @Yami 217 por refrescarme la memoria.