Naruto el heroe uchiha

Cuento 3: La espada que lo corta todo

5 meses después de la caída de Akatsuki

La pareja Naruto y Sayuri durmieron en la misma cama, hasta que Sayuri despertó y salió de la casa donde se encontraban. Cuando se fue ya estaba en su ropa de entrenamiento y faltaban exactamente 2 horas para el amanecer. En estos cinco meses, Naruto le había enseñado a su novia el estilo del demonio ciego, algo que ella dominó fácilmente en sólo dos meses. Pasó la noche entrenando y a primera hora de la mañana se despidió de Naruto, quien también se preparaba para llevar a cabo su misión.

Sayuri está acompañada por su equipo de ninjas especializados en Kenjutsu.

Era una misión de invasión básica, a un hombre le robaron un pergamino y les pidió a los ninjas que lo resolvieran. El escuadrón Kenjutsu fue creado con la intención de ser los guardias más efectivos de Konoha, además de aumentar el poder de los ninjas especializados en espadas en Konoha, creando grandes samuráis. También sirvieron para capturar a algunos ninja desaparecidos que utilizan el kenjutsu como estilo de lucha y transformarlos en ninjas de Konoha. El propio escuadrón de Sayuri, que cuenta con 7 personas, cuenta con 6 ex mercenarios.

Sayuri: Chicos, ¿tenemos la información sobre el contenido del pergamino?

Ninja: ¡Tiene ninjutsu con poder de destrucción masiva!

El capitán simplemente sonríe ante la situación y continúa saltando sobre las ramas.

...

El grupo ya estaba de cara a la base enemiga, una gigantesca torre hecha de ladrillo.

Sayuri: Está bien, saben que estamos aquí. No necesitamos ser sigilosos.

Sayuri simplemente toca la empuñadura de su espada y la puerta de acero queda hecha trizas.

Sayuri: Entra. Iré tras de ti.

Los hombres de Sayuri tragan saliva y se alejan, sospechando de algo.

En cada piso nuevo no se veía a ningún criminal. Sin ruido, Sayuri tenía todos sus sentidos alerta todo el tiempo.

Llegan al último piso y notan el pergamino solitario en el medio de la habitación. Los hombres se alejan y el capitán recorre el camino hacia la habitación con gran sospecha.

Sayuri: Es falso.

Susurra para sí mismo. Ella mira hacia atrás y ve sólo la intención asesina en los ojos de cada una de esas personas.

Sayuri: Escuadrón número 15, ustedes son los recién llegados, si no me equivoco. Llegaron hace un mes...

Ninja: ¿Qué pasa capitán? ¿Estás sospechando algo?

Sayuri: ¿Cuánto tiempo llevas planeando esto?

El mayor de los seis camina y se para frente a todos sonriendo victorioso.

Ninja: ¡Nos infiltramos en Konoha hace un mes! ¡Todo para asesinar al hijo menor de Minato Namikaze! ¡El Hokage!

Sayuri: ¿Por qué? ¿Qué te hizo ese niño de 1 año?

Ninja: ¡Durante la tercera guerra, tu amado Yondaime mató a todos nuestros compañeros de guerra! ¡Ese maldito relámpago dorado!

Sayuri, todavía de espaldas, sonríe y se burla de los hombres.

Sayuri: Oye, idiota, tus amigos murieron en la guerra. No deberían guardar tanto rencor. ¡Simplemente eran débiles!

Los seis lucen mal y el grandullón chasquea los dedos. Veinte más entraron por las ventanas, usando escaleras y atravesando paredes. Todos espadachines.

Ninja: ¡Hombres, córtenle los brazos y las piernas y luego dejen que esta perra muera de dolor!

La espadachina se da vuelta con una mirada de alguien conteniendo la risa, incluso una lágrima saliendo de sus ojos.

Sayuri: Oye...

Ella se ríe un poco.

Sayuri: ...Este inmenso odio tuyo es para compensar un pequeño negocio que tienes, ¿verdad?

Ninja: ¡¡¡MÁTALA !!!!

El hombre saca una espada más grande que él y ataca. Se provoca destrucción y se destruye todo el techo.

La luz del sol revela que Sayuri ni siquiera estaba arañada, al contrario, seguía mirando con sus ojos sarcásticos al enemigo.

Sayuri: ¡Oye, gusano, esa cosa no es para amenazar! ¡Ahora me llamaste a pelear!

Toca la empuñadura de su espada y abre las piernas preparándose para el ataque. Cuando retira la espada, el suelo se corta en miles de pedazos y los hombres caen. En cuanto todos caen al suelo, Sayuri utiliza uno de sus estilos para causar mayor daño.

Sayuri: Estilo al vacío: ¡Corte!

La torre se parte por la mitad y los hombres van muriendo poco a poco, Sayuri salta entre las rocas que estaban en el aire para llegar más rápido al suelo, atraviesa todos los cuerpos usando su polvo de estrellas.

Sayuri: Stardust: ¡Destrucción de mil mundos!

Guarda en su funda la única arma utilizada y todos los cuerpos están descuartizados. Sólo el líder cae vivo.

Sayuri: Deberías haber contenido tu ira. Para poder rascarme, necesitaría al menos 200 hombres del mismo nivel que estos tipos.

Ninja: ¡Eres un bastardo! Tú-

Luego, acaba con su enemigo.

Sayuri: Idiota.

...

Ella regresa a su casa e informa toda la misión falsa a Minato. Va directamente a su casa, una vez allí se dirige a un pequeño dojo que había construido en su propia casa. Se sienta y saca un diario.

"Día 43: Comenzaré mi sesión de entrenamiento ahora. Cada día que cazo personas con potencial para ser samuráis mi mente recuerda mi código samurái, mi nuevo sueño. Ahora que Orochimaru está muerto.

Voy a empezar con mi entrenamiento de respiración."

Cierra el diario y se para en medio del Dojo.

Toca su espada de madera y respira profundamente. Realizar movimientos básicos y controlar la respiración. Sus movimientos eran lentos y suaves.

Ella estuvo haciendo este tipo de entrenamiento todo el día. Sayuri siempre había sido una samurái enfocada en todo momento y siempre buscó la perfección en sus cortes, y luego de ver a sus compañeros entrenar hasta el último momento también decidió unirse a ellos para siempre.

Llevó a cabo un entrenamiento muy eficaz sobre sí mismo. Al final, podría aumentar su concentración en el combate y hacer que su espada fuera capaz de atravesarlo todo. El primer objetivo, en cierto modo, podría lograrlo fácilmente, ya que desde su infancia se había entrenado para ello. Sin embargo, la idea de una espada capaz de cortar cualquier cosa, desde el acero hasta el propio espacio, era algo inalcanzable. Pero, como este era su nuevo camino, llegaría hasta el final, aunque sabía que en realidad solo terminaría el entrenamiento y llegaría al último paso de su camino samurái, estaría en sus últimos momentos de vida.

Luego de pasar el resto del año entrenando, Sayuri logró lograr su primer objetivo y alcanzar un nivel de concentración que ni siquiera se podía imaginar.

Sus técnicas con la espada aumentaron hasta el punto de poder dañar al Susano'o de Naruto, y además, también logró un nuevo estilo de combate.