01; dos orgullosos

3.2K 350 97
                                    


Desde que el rey del infierno se instaló en el hotel de su hija, las mañanas no fueron iguales desde ese entonces, se comenzó a escuchar el sonido de platos chocando y voces elevadas resonando desde la cocina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Desde que el rey del infierno se instaló en el hotel de su hija, las mañanas no fueron iguales desde ese entonces, se comenzó a escuchar el sonido de platos chocando y voces elevadas resonando desde la cocina. Alastor y Lucifer estaban en medio de una discusión sobre quién debía encargarse de preparar el desayuno.

— ¡Claramente debería ser usted el que haga el desayuno, su majestad! Después de todo, no parece que su curiosa habilidad para cocinar sea superior a la de un mortal incompetente —dijo Alastor, con una sonrisa burlona bailando en sus labios.

Lucifer, con los ojos llenos de furia, respondió con igual intensidad.

— Oh, ¿y quién carajos eres tú para criticar mi habilidad culinaria? —rodó los ojos—Prefiero comer la comida de un jodido psicópata antes de probar algo preparado por tus manos sucias — desafió este.

Alastor dejó escapar una de sus típicas carcajadas.
— ¡JA! Habla como si fuera un experto en la cocina, su majestad. Pero... todos sabemos que sus intentos por cocinar son tan desastrosos como su intento por gobernar el infierno.

— ¡JA,JA! No es tan desastroso como tu intento de vencer a Adán... —el ambiente estaba tan tenso que ambos ignoraron el hecho de que estaban tan cerca.— Eres solo una insignificante sombra del pasado, un recordatorio de lo que solías ser y lo que has perdido.

Las palabras de Lucifer golpearon al cervatillo en lo más profundo de su ser, pero fácilmente no se dejaba intimidar.

— Quizás sea una "insignifcante sombra del pasado", su majestad — juntó sus brazos hacia atrás — Pero al menos tengo un pasado del que puedo estar orgulloso —antes del trato obviamente, Alastor sonrió— Mientras que usted... Su historia está llena de fracasos y decepciones. Eres un gobernante cosiaca y un líder débil, incapaz de mantener el control sobre su propio dominio... ¡Y aún me falta más por decir! — el demonio radio se alejó, buscando algunos ingrediente por los cajones.

— Habló el que está más jodido que yo — las últimas palabras del rey, derramó la gota del vaso.

El demonio de la radio dejó caer los ingredientes que tenía en sus manos, estando de espaldas, una intersección de señal se hizo notar. Pronto la cocina se oscureció, dejando solo a ellos dos presentes.

— Tú. No sabes un carajo — la paciencia del ciervo estalló, su intento de ser más educado se podía ir al mismísimo infierno.

Justo cuando Alastor y Lucifer estaban a punto de darse unos madrazos, la puerta se abrió de par en par y Charlie entró en la habitación con su radiante presencia. Su presencia parecía llenar la habitación de luz y calidez, haciendo que tanto Alastor como Lucifer se detuvieran en seco y se quedaran mirándola. Ambos perplejos.

— ¡Chicos, chicos! —exclamó Charlie con una sonrisa llena de afecto, extendiendo sus brazos en un gesto de paz.—¿Realmente creen que vale la pena pelearse por algo tan simple como el desayuno?

A pesar de la tensión que los había consumido momentos antes, la presencia de Charlie parecía despejarlo lentamente, como el sol animando a las nubes en un día nublado.

— Quiero que sepan que son dos seres increíbles —continuó Charlie, su voz suave y reconfortante.— Ambos tienen cualidades únicas que podrían complementarse muy bien si tan solo se dieran la oportunidad de conocerse mejor.

Alastor y Lucifer intercambiaron miradas breves, sus expresiones endurecidas por orgullo y rivalidad. Ninguna de las palabras de Charlie parecía entrar en sus corazones endurecidos por el odio.

— Imaginen las posibilidades de colaboración y creatividad que podrían surgir si deciden dejar de lado sus diferencias y trabajar juntos —añadió Charlie con intenciones de cantar.—¡Sería algo verdaderamente maravilloso.

— Lo siento, querida —dijo Alastor con un suspiro pesado.— Pero no estoy de humor para cantar en este momento.

— Yo tengo otros asuntos importantes que hacer, otro día cantamos manzanita — suavizó su rostro al ver a su hija.

Y sin decir una palabra más, tanto Alastor como Lucifer se dieron la vuelta y desaparecieron en sus respectivas habitaciones.

Charlie asintió con comprensión, aunque su corazón se hundió un poco ante la negativa de sus dos personas favoritas.

Sabía que tenía que encontrar una forma de unir a estos dos demonios tan orgullosos como el carajo y hacer que se hicieran amigos, incluso si eso significaba idear un plan ingenioso. Con determinación en sus ojos, comenzó a pensar en todas las posibilidades y estrategias que podría utilizar para lograr su objetivo.

Los otros integrantes del hotel, que habían estado observando la escena en silencio, se acercaron a Charlie con curiosidad.

— ¿Cuándo acabará esa rivalidad sin sentido entre Alastor y Lucifer? —preguntó uno de ellos.

La rubia sonrió misteriosamente mientras miraba hacia las puertas por las que habían desaparecido Alastor y Lucifer.

— Tengo una idea —dijo con confianza.—
Y todos ustedes me van a ayudar, si es que quieren — sonrió tímidamente.

— Y todos ustedes me van a ayudar, si es que quieren — sonrió tímidamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






Enemies to lovers entrando a la historia...

Chained; appleradioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora