12; confianza

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En la sala principal del hotel, los demonios se agruparon ansiosos por participar en las actividades de confianza organizadas por Charlie

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En la sala principal del hotel, los demonios se agruparon ansiosos por participar en las actividades de confianza organizadas por Charlie.

La energía en la habitación era palpable, con murmullos de emoción y expectativa que llenaban el aire. Charlie, con su característica entusiasmo, explicaba las reglas de la primera actividad mientras los demonios se acomodaban en parejas.

La actividad era simple en teoría: uno de los demonios se subía a una caja colocada estratégicamente en el centro de la sala, mientras su compañero se posicionaba a una distancia adecuada para atraparlo cuando se dejara caer hacia atrás.

La clave, según explicaba Charlie, era la confianza mutua: el que se dejaba caer debía confiar en que su compañero lo atraparía, mientras que el que atrapaba debía demostrar su capacidad para sostenerlo con seguridad.

Sin embargo, a medida que la actividad comenzaba, quedó claro que muchos demonios tenían dificultades para entender el concepto.

Algunos dudaban antes de soltarse, mostrando claramente su falta de confianza en que serían atrapados. Otros, más impacientes o distraídos, no lograban atrapar a su compañero a tiempo, provocando caídas desafortunadas y accidentes no tan graves.

Charlie, a pesar de su habitual paciencia, comenzaba a perder la calma ante la falta de cooperación de algunos participantes.

Intentaba explicar una y otra vez la importancia de la confianza y la colaboración en estas actividades, pero parecía que sus palabras caían en oídos sordos para algunos.

En medio del caos, un dichoso ciervo observaba la escena con una sonrisa grande. Para él, era entretenido ver cómo los demonios luchaban por entender y ejecutar correctamente la actividad.

A pesar de que algunas veces su atención se desviaba constantemente hacia Charlie y Vaggie, quienes trabajaban juntas para demostrar la actividad frente al grupo.

Verlas trabajar juntas, respaldándose la una a la otra con confianza y amor, despertaba en él un ligero anhelo, una punzada de deseo por experimentar algo similar en su miserable vida.

Prefería mantenerse afuera de las relaciones, disfrutando de la compañía de los demás sin comprometer su trabajo o exponerse a la posibilidad de ser herido por...

— Si continúas burlándote mentalmente de mi hija, podría ser necesario que borre esa sonrisa de tu rostro — se inclinó hacia Alastor con una sonrisa burlona.

— ¡Oh, Majestad! —respondió con su propia sonrisa traviesa— Me gustaría ver cómo intentas hacer eso.

— Je ,je ,je...¿Qué está pasando aquí, chicos? — preguntó Charlie, frunciendo el ceño con preocupación. — Pensé que iban a empezar una pelea de nuevo, así que estoy aquí para evitarlo.

Chained; appleradioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora