Las calles oscuras del inframundo resonaban con cada paso de Lucifer, cuyo semblante reflejaba una mezcla de frustración. No solo se sentía indignado por tener que buscar a Alastor como si fuera su niñero, sino que también estaba molesto por tener otras tareas más importantes que realizar.Entre gruñidos de disgusto, maldijo en silencio su mala suerte. ¿Por qué, en el mismísimo Infierno, tenía que ocuparse de los problemas de un demonio radio? La idea de tener que lidiar con Alastor como si fuera un niño malcriado lo llenaba de indignación, especialmente cuando tenía otras responsabilidades más importantes que atender.
En medio de su frustración, recordó las tareas pendientes que lo aguardaban: crear un nuevo pato de hule que pudiera volar y que lanzara fuego. Era un proyecto ambicioso que requería su completa atención, y sin embargo, aquí estaba, persiguiendo a un idiota.
Al adentrarse a una zona mas habitada, los demonios a su alrededor lo miraban con temor y se escondían, conscientes de la furia que emanaba de su figura imponente. Susurros nerviosos y gestos de sumisión acompañaban cada movimiento de Lucifer, quien no estaba consciente a la reacción de los pequeños demonios a su alrededor.
A pesar de sentirse observado, era el gobernante del infierno y no permitiría que nada lo detuviera en su búsqueda, aunque eso significara postergar sus otras responsabilidades.
Finalmente decidió salir de sus pensamientos y se dio cuenta de las numerosas tiendas con tecnología moderna. Con un gruñido de desagrado, maldijo en voz baja su repugnancia por esas "cajas" que consideraba dañinas para el cerebro.
Al girar la cabeza, sus ojos se posaron en un restaurante cercano. Para su sorpresa, vio a Alastor sentado en una de las mesas, concentrado en la lectura de unos papeles.
Optó por no acercarse directamente. En cambio, buscó un lugar donde pudiera observarlo sin ser visto. Avanzó sigilosamente hacia un arbusto cercano y se ocultó entre las sombras, manteniendo una mirada fija en el demonio radio.
Desde su escondite, observó al demonio radio con atención, tratando de descifrar qué estaba haciendo en ese lugar. Vio cómo Alastor hojeaba los papeles con una expresión neutra, sin mostrar signos de haber percibido su presencia.
¿Por qué Alastor había elegido ese lugar específico para realizar sus "asuntos importantes"?
En la otra mesa que estaba cerca del demonio radio. Una escena sorprendente se desarrollaba ante sus ojos: uno de los demonios estaba debajo de la mesa, satisfaciendo al otro que estaba sentado en una silla y haciendo expresiones de placer.
La visión provocó un disgusto grande. Era consciente de las prácticas pecaminosas que ocurrían en el Infierno, pero aún así le sorprendía verlas tan abiertamente. La naturalidad con la que los demonios llevaban a cabo sus deseos más oscuros siempre lo desconcertaba.
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Chained; appleradio
Fiksi PenggemarDebido a su trato celestial con Lilith, Alastor está obligado a realizar ciertos trabajos en donde su cuerpo es la pieza principal. Luego del último exterminio en donde salieron victoriosos, el rey del infierno, Lucifer, decide mudarse al Hazbin Hot...