Después de haber transcurrido aproximadamente una semana desde aquel incidente, Alastor se encontró una vez más en su otra habitación habitual, el lugar donde llevaba a cabo sus tareas.Mientras se vestía con apuro, se esforzaba por ocultar las nuevas mordeduras que le habían herido el último demonio con el que había estado hace unos minutos.
Aunque Lucifer lo había salvado de la anterior situación comprometida (que por suerte nadie se enteró), él no podía simplemente pasar por alto lo ocurrido como si nada hubiera sucedido.
Sentía el peso de su compromiso, la necesidad de seguir cumpliendo su parte del trato, sin importar las dificultades que pudieran surgir en el camino.Como el rey del infierno, quien casi arruina su maldito trabajo, pero aún así, estaba agradecido por pasar un día sin hacer lo que menos quería hacer.
De seguro el enano pensaba que era un héroe para él.
También sabía que no podía permitirse mostrarse débil o vulnerable, especialmente ante Lucifer. Era consciente de que no podía confiar plenamente en él, a pesar de la aparente "amistad" que tenían.
Con un suspiro resignado, Alastor terminó de vestirse y se detuvo frente al espejo. Su reflejo le devolvió la mirada, revelando una mezcla de cansancio en sus ojos.
"Nunca pasaría algo entre nosotros."
Las palabras de Lucifer resonaban en su mente como un eco persistente.
El tal vez pensó...
Con un ceño fruncido, Alastor se detuvo frente al espejo y pronunció en voz baja las palabras que había estado dando vueltas en su mente desde que salió de la habitación.
— Cómo si yo quisiera estar con el rey del infierno —murmuró con un tono cargado de resentimiento.
La puerta se abrió con un chirrido y giró la cabeza para ver quién entraba. Este se acercó a pasos lentos y le entregó un sobre.
— Tienes mensajes de Lilith —anunció con una voz que Alastor conocía perfectamente.
Forzó una sonrisa ante la noticia, aunque en su interior sintió una desconfianza. Tomó el sobre y lo examinó brevemente antes de mirar de nuevo a la chica.
— ¿De qué se trata? —preguntó, intentando ocultar cualquier rastro de nerviosismo en su voz.
Con un movimiento lento y deliberado, la chica salió de la oscuridad que rodeaban en la habitación, revelando su rostro.
Era Lute, él la había conocido por medio de Lilith en ocasiones anteriores. Sin embargo, algo era diferente esta vez. Notó de inmediato la venda y el brazo faltante, pero decidió no hacer preguntas.
— Lilith está muy orgullosa de ti —comenzó, aunque su tono dejaba claro que no compartía ese sentimiento— El sobre que tienes es para que veas los nuevos demonios con los que te vas a acostar esta semana—aclaró ella— Oh, si. Y sigue satisfaciendo a los clientes, ya que es lo único útil de tu estúpida existencia —agregó con burla, dejando en claro cuál era su opinión sobre el "poderoso demonio radio".
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Chained; appleradio
FanficDebido a su trato celestial con Lilith, Alastor está obligado a realizar ciertos trabajos en donde su cuerpo es la pieza principal. Luego del último exterminio en donde salieron victoriosos, el rey del infierno, Lucifer, decide mudarse al Hazbin Hot...