En vermont la vida era tranquila, teníamos buenos y amables vecinos, no había tanto barrullos y además por si fuera poco no venían tantas personas de vacaciones, solo lo justo y necesario.
Pero todo esto cambiaba cuando llegaban las fechas festivas, por la mínima oportunidad de celebrar en Vermont o mayormente en todo Estados Unidos la gente se volvia loca y organizaba fiestas o ceremonias bastantes alborotadas. Ya fuera por halloween, pascuas, navidad (que en ese caso se volvían realmente locos) o en este caso por San Valentín.
En San Valentín se celebra en gran parte del mundo el Día de los Enamorados.
Algunas personas aprovechan la oportunidad para gritar a los cuatro vientos el amor a sus parejas o para demostrarle aún más cuanto las aman. También le daban detalles o regalos bonitos.En mi caso, yo nunca antes había celebrado esta festividad, realmente antes creía que iba a morir siendo un monje enfocado 100% en Dios y por si fuera poco también vírgen.
Pero en cambió, el caso no era así, si no que actualmente me encontraba conviviendo junto a mi hermoso esposo, Hyunjin.
Usualmente nosotros no solíamos festejar las festividades, pero al pasar un poco el tiempo me vi caído en la tentación de celebrar estas fechas.
Y si yo caigo, Jinnie también.
En este día, me encontraba bañando a lee bit, nuestro hermoso y peludo hijo.
Eran las 11 pm por lo que significaba que en algún momento Hyunjin llegaría y tendríamos una linda cena. Y si, digo cena porque las cosas allí abajo se ponían difíciles, mi esposo ahora trabajaba mucho más tiempo haciendo yo que se que cosa y no llegaba como antes a la hora del almuerzo, aunque había excepciones.Estaba tan absorto en mis pensamientos que derepente se escucho unas campanas sonar de afuera de la casa.
Con leebit en la mano, me emprendí a salir hacia las frías calles de Vermont y al poner un pie fuera de mi hogar un gran camino de rosas me esperaba en el caminito de piedra de la entrada.
Pero no tan solo rosas, no no, si no que también, claveles, petunias, tulipanes, orquídeas, jazmines, margaritas, magnolias,etc.
Parecía que había toda una florería entera en mi casa. Ahora la pregunta aquí es, de donde Jinnie había sacado todo esto, por que si quién mas que él podría haber sido.
Seguí el camino cuando choque con alguien. Con un material alto y solido.
Jajaja me hizo acordar a mi primer encuentro físico con él, en aquellos sombríos días en el orfanato.Inmediatamente lo mire, y como por arte de magia, pequeñas velitas aparecieron alrededor nuestro.
-Feliz Dia de los Enamorados, mi vida- dijo mirando con una sonrisa, mientras extendía una canasta.
Tome la canasta con chocolate adentro, había husmeado un poco y eran mis chocolates favoritos, con nuez y almendras dentro.
-Feliz San Valentín, diablillo-Le dije divertido.
-No tienes acaso algo para darme?-cuestióno.
Que estupido que soy. Como no le compre algo. Ahggg me odio, soy un mal esposo.
Timidamente le dije-No te compre nada Jinnie, pero si quieres puedo hacer un torta, o una comida que te guste, o voy mañana a primera hora a com....
Me interrumpio-ay pequitas, no quiero nada de regalitos materiales.
-Ahh no?
-No lindura-dijo acercándose-Tan solo tu presencia me basta.
Y como siempre, mi foco se me prendió tarde, lo mínimo que podía darle era un beso.
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𝓔𝓵 𝓸𝓻𝓯𝓪𝓷𝓪𝓽𝓸 -ᴴʸᵘⁿˡⁱˣ
Romance𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐩𝐨𝐜𝐚 𝐝𝐞 𝟏𝟗𝟓𝟓, 𝐮𝐧 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐚𝐜𝐡𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐚𝐧 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝟏8 𝐚ñ𝐨𝐬 𝐥𝐥𝐚𝐦𝐚𝐝𝐨 𝐋𝐞𝐞 𝐅𝐞𝐥𝐢𝐱, 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚 𝐥𝐞𝐲𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐬𝐮 𝐜𝐮𝐚𝐫𝐭𝐨 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐭𝐞𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐮𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐉𝐨𝐯...