-Hyunjin, que hac...-Me quede sin habla cuando sentí su cuerpo cerca del mío, el estaba con su boca sobre mi cuello.
No me podía mover, estaba entre la estantería y su cuerpo , Dios se sentia una tensión tan grande, que me puse nervioso y me sonroje.
-Que lindo hueles pequitas-suspiro sobre mi cuello.
-Haste a un lado Hyunjin, no es gracioso.
-Vamos dulzura no me digas que no deseabas este momento- habló con una voz ronca casi inaudible.
-No..no lo deseo-susurre casi sin aire.
-Pero bien que tus ojos me miran gran cantidad de veces al día y tu cuerpo reacciona a mi.
Por que si, no iba a negar que no lo dejaba de mirar, pero lo del cuerpo no era cierto, hasta que me di cuenta que si, efectivamente tenía una maldita ereccion.
-No es asi, es solo por el toque de nuestros cuerpos. Yo no puedo controlarlo pero a mi mente si, además esto esta mal, somos hombres - Por supuesto que podía controlar mi cuerpo pero estaba tan malditamente caliente que solo quería que me tocase más.
Rayos que estoy pensando.-Al carajo con eso pequitas, como si todos los que habitan aqui no hubieran cometido algún pecado, y sobre lo otro, Si tu mente puede controlarse, entonces me negaras que haga esto...-murmuro
Hyunjin empezó con un beso casto sobre mi cuello pero a medida que iba bajando se volvia más apasionado.
Sentía su lengua sobre mi cuerpo y sentía como aspiraba y succionaba a este. A medida que seguía,nuestros cuerpo se tocaban más, logrando que su ereccion la sienta en mi trasero,eso me prendio aún más tanto que hice audible un gemido.-Bien que no te gusta eh- me dijo fijamente a los ojos.
-No es eso solo que...-me interrumpio para besarme los labios con tanta rudeza que sentía que me derretia.
Él empezó a fingir embestiadas con nuestras ropas aun encima, se sentía tan bien que fue inevitable no largar otro gemido, pero este vino acompañado de algo más.
-AHhhh, jinnie-gemi, no lo podía creer, le había dicho un maldito apodo.
-Sabía que tarde o temprano ibas a nombrarme con un apodo bonito, me encanta.
Estaba a punto de insinuarle algo cuando sonó el timbre, indicando nada más ni menos que la merienda había llegado.
Rápidamente nos separamos, Hyunjin me miro por unos segundos para luego desaparecer por la puerta.El muy maldito me dejo.
Sin embargo yo en vez de irme como rata seguía en estado de shock, quieto como piedra. No podía creer lo que había hecho, tarde unos minutos en procesarlo cuando decidí salir.
Pero me estaba olvidando de algo sumamente importante, la maldita ereccion.
Ahora que se suponía que hacía con esto, nunca me he masturbado ni pensaba hacerlo, eso era pecado, pero recuerdo haber escuchado a algunos chicos comentar sobre como poder deshacerse de esta cosa, la solución era una ducha con agua fría, eso iba a hacer.Como si fuera un rayo salí disparado al baño antes de que alguien me viera, me tome la ducha de agua fría y espere a que esta haga su trabajo. Cuando al fin termine y obtuve el dicho resultado me puse mi buso amarillo y jeans de mezclilla, ahora que lo pienso nunca vi a hyunjin con otro color que no sea negro, rojo o blanco, acaso no tiene ropa me pregunté, bueno ni al caso.
Una vez listo, me mire al espejo y tenía unos pequeños pero notables marcas rojizas, el maldito de Hyunjin me había hecho chupetones...
Inmediatamente trate de cubrirlo lo mejor posible con mi buso y decidí bajar pero había llegado tarde a la merienda y esta había terminado, pasaría otra noche sin comer, que lamentable.Desilusionado fui a mi sola y fría habitación y al entrar un calido aroma a pan tostado me recibio, efectivamente estaba en lo correcto, sobre el escritorio se encontraba un sándwich con un jugo de remolacha, la pregunta aca es quien dejo esto aquí, pero bueno estaba tan hambriento que no le di importancia y me sente en mi silla con el sándwich en mano.
Estaba comiendo tan pacíficamente cuando recorde un objeto de mi cuarto, y si era esa cosa, el peculiar libro.
Creo que ya era tiempo de devolvérselo a su dueño, al fin y al cabo solo se llenaría de polvo bajo mi cama.
Pero la entrega lo dejaría para mañana, porque estaba realmente cansado con toda la mezcla y encuentro de emociones que sucedieron hoy y todo gracias a él, Hwang Hyunjin.
♱Gracias por leer, me ayudarías mucho dejando una estrellita☆
ESTÁS LEYENDO
𝓔𝓵 𝓸𝓻𝓯𝓪𝓷𝓪𝓽𝓸 -ᴴʸᵘⁿˡⁱˣ
Roman d'amour𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐩𝐨𝐜𝐚 𝐝𝐞 𝟏𝟗𝟓𝟓, 𝐮𝐧 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐚𝐜𝐡𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐚𝐧 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝟏8 𝐚ñ𝐨𝐬 𝐥𝐥𝐚𝐦𝐚𝐝𝐨 𝐋𝐞𝐞 𝐅𝐞𝐥𝐢𝐱, 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚 𝐥𝐞𝐲𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐬𝐮 𝐜𝐮𝐚𝐫𝐭𝐨 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐭𝐞𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐮𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐉𝐨𝐯...