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—Creo que me hubiera gustado.
Sonreí. —Creo que lo hubieras hecho. —Pero entonces mi sonrisa se deslizó. El fin de semana del funeral, Sean y yo decidimos que íbamos a escapar de los familiares en la casa durante unos minutos y salir a Taco Bell. Queríamos manejar, pero no pensamos, no recordamos que ella fue la última persona en conducir el auto. Su música se encendió y Sean se sentía... se sentía molesto.
Molesto no era la palabra correcta para lo que mi hermano mayor sintió. Acababa de cumplir veintiuno y por lo tanto se encontraba de luto por la muerte de Nayeon a la manera irlandés, con demasiado Whisky y ningún sueño. Yo giré la llave en el encendido y los primeros compases de "Oops, I Did it Again" entraron terriblemente alto porque Nayeon tenía el volumen hasta el final y ambos nos congelamos, mirando fijamente a la radio como si un demonio se hubiera arrastrado fuera de la ranura del CD, y luego él comenzó a gritar juramentos, a patear el tablero de furia y dolor crudo. Eran los más cercanos en edad, Nayeon y Sean, y, en consecuencia, ellos habían sido mejores amigos y enemigos acérrimos. Compartieron automóviles, amigos y profesores y, finalmente, una universidad, a solo un año de diferencia, y de todos nosotros los hermanos Jeon, su muerte creó el mayor agujero en su vida diaria.
Así que él arrancó un agujero a su auto ese día, y luego nos fuimos a Taco Bell y nunca hablamos de ello. Todavía no lo hemos hecho.
—Nunca le he contado esta historia antes a nadie. —dije—. Es más fácil hablar de Nayeon así.
—¿Así cómo?
—Como desnudos y acurrucados. Solo... contigo. Todo es más fácil contigo.
Apoyó su cabeza en mi hombro. Descansamos por un tiempo, y justo cuando pensaba que se había quedado dormido, él dijo en la oscuridad—: ¿Es Nayeon el por qué tienes miedo de dejarte ir conmigo?
—No —dije, desconcertado—. ¿Por qué lo iba a ser?
—Simplemente parece que ella es la motivación detrás de un montón de lo que haces. Y ella fue herida, sexualmente. Me pregunto si eso te hace tener miedo de hacer eso, de hacer que lo que le pasó a ella le suceda a alguien más.
—Yo... supongo que nunca lo pensé de esa manera. —Encontré su cabello de nuevo y jugué con él—. Eso podría ser el porqué, no lo sé. Fue en la universidad que descubrí cómo me gustaba, pero era difícil. Si encontraba una chica que era confiada e inteligente y llena de respeto de sí misma, entonces ella n o quería que el sexo fuera rudo. Si encontraba a un chico o chica que le gustaba rudo, la razón por la que le gustaba era a causa de algún problema emocional, y sí cada vez que veía un chico así, pensaba en Nayeon. Cuántas señales habíamos perdido. Y si alguna vez me hubiera enterado de que un hombre se aprovecho de ella cuando se sintió así...
—Suena como si tuviste un montón de mala suerte con las mujeres y hombres.
—No necesariamente. Tuve unas pocas novias realmente geniales en la universidad. Pero era más fácil bloquear esa parte de mí, para tener a las confidentes, saludables y el sexo vainilla con mis parejas. Era más seguro.
—Entonces te convertiste en sacerdote.
—Y eso era mucho más seguro.
Se sentó y me miró, líneas de sombra y de la farola en su cara. —Bueno, tú no me lastimas. Lo digo en serio. Mírame, Jungkook.
Lo hice.
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—No me gusta rudo porque esté dañada emocionalmente. Me han tratado como una princesa toda mi vida, mimada, alabada y protegida de cada cosa que alguna vez podría perjudicar. Taehyung fue la primera persona que no me trato así.
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P R I E S T -KOOKJIN
FanfictionAdapto esta historia porque alguien la inicio y me dejó picada!!