Cap. 5 (¿Habías pensado en más cambios?)

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(by Amy)

Desde que sucedió el accidente de mis padres, no había vuelto a sentirme tan mal, tan mal como aquella vez. No había vuelto a llorar, no había vuelto a perder a nadie, tampoco se me había vuelto a hundir tanto el corazón. Pensé incluso que después de esa experiencia, no volvería a pasar por lo mismo. ¿No podría... o sí? ¿Por qué debía soportar tanto dolor desde tan pequeña?

¿Y más de una vez?

Este día me empezaba a sorprender de muchas formas.

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—¿De qué hablas? —preguntó Tom, frunciendo el entrecejo. Con una expresión de clara confusión.

—Ah... pues eso, que nos vamos... —repitió Bill, sintiendo todas las miradas confusas en él, lo que hizo que se sintiera un poco incómodo, así que decidió continuar con lo que quería decir—. Nos contactaron, vamos a firmar con una discográfica.

Y todos guardaron silencio. Al parecer, tan perdidos en sus pensamientos como yo.

—¿Nos estás tomando el pelo? murmuró Tom. Claramente no lo entendía aún.

—Si no quieres creerme, ¡es tu problema! ¿Crees que me pondría tan feliz solo por intentar hacerles una broma? —y nos miró rápidamente a todos, dándose cuenta de que aún nadie le creía, o de hecho... nadie le entendía. Todos seguían intentando pensar en lo que dijo.

Después de ver nuestras caras de "No te entendemos una mierda, Bill. Explícate." Se encogió de hombros y empezó a hablar de nuevo— Hablo en serio —y en un intento, hizo lo mejor posible para poner una cara seria—. Una discográfica se puso en contacto con nosotros. Parece que fue un completo éxito, nos escucharon. Así que créanme y vengan a darme un abrazo porque mañana mismo debemos irnos y...

Todos se dieron cuenta de que hablaba muy en serio y se precipitaron hacia él, mientras que éste aún seguía hablando. Sonreían de oreja a oreja compartiendo palabras con Bill, casi gritando de felicidad.

Pero por alguna razón, yo no...
Yo... yo me fui. No físicamente, pero me fui, lo hice por completo. Apenas mencionó nuevamente que se irían... me perdí en mí misma, en mis pensamientos... o por ahí... en alguna parte.

Se me armó un nudo en la garganta cuando se me cruzó una idea:
Si iban a firmar con esa tal discográfica; ya no volverían a esta pocilga. Desde ahí sólo avanzarían, mientras su éxito aumentaba y... y... y así era, ¿no...?, de esta forma empezaban a crecer los grandes músicos y bandas... ¿verdad?
Pero, ¿por qué reaccionaba así?, debería alegrarme y estar saltando de felicidad junto a ellos... pero en cambio, seguía perdida en algún otro lado.

—¿Amy...?

—¿Hum?

—¡Amy...!

Escuchaba una voz muy lejana que me llamaba entre mis pensamientos. No la reconocía, por supuesto. Yo estaba absorta con aquellas estúpidas ideas que me quemaban el corazón.


"¿Se irán también?" Pensaba. Aquella posibilidad, aquella... realidad, me dolía.

—Amy...

—¿Qué...?

—Amy... ¡AMY!

.

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—¡Sí, sí! ¡Aquí estoy! —y desperté.

Cuando me di cuenta, todos los ojos presentes estaban puestos en mí.
Me miraban con los ojos tan abiertos como platos.

Conectar Contigo | Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora