1/3Pov Daniela
Estoy hecha un manojo de nervios esperando a que por fin suene el maldito timbre de la puerta. Lo he estado esperando todo el día, con la tensión y la necesidad creciendo que ya no lo puedo soportar.
Tomo un sorbo de Perrier del vaso. En realidad, me hace bien una copa de vino para calmar los nervios, pero Poché siempre ha insistido en que no debo ir tomada a una sesión de juego. Y esta noche será más serio, de eso estoy segura. De no ser así, no me llevaría al Pleasure Dome.
Lo deseo. Quiero estar en el club, en ese ambiente extremo con ella. Estar con ella.
Camino hasta el largo espejo que está al lado de la puerta principal, seguramente, por vigésima vez en los últimos veinte minutos.
Mis ojos se ven enormes, perfilados con un lápiz de ojos negro, las pupilas dilatadas y oscuras. Mis labios sensuales, casi como si esperaran ser besados, pintados con una capa pura de rojo. Mi pelo castaño claro lo llevo en ondas por encima de mis hombros, expuestos por el vestido negro sin tiras que salí a comprar esta misma tarde, después de que Poché me llamara. Me sienta muy bien la verdad, una funda sencilla de satén
que me llega hasta medio muslo. No me atrevería llevar algo así de corto en un sitio que no sea el club. Doy un paso atrás para mirarme los zapatos de salón negros, altos y brillantes con las tiras negras y gruesas del tobillo acentuando mis largas piernas.Me hace sentir bien. Bueno, al menos, me siento atractiva. Por dentro, estoy hecha un manojo de
nervios y necesidad. Mi diminuta tanga de seda negra se me está empapando, simplemente, al pensar en la velada que me espera.«Poché.»
Continuo alucinada por la manera en que respondo a ella. Por como respondo al dolor, la forma como lo traduzco en un placer instantáneo que nunca antes en mi vida he sentido. Jamás he sido capaz de reconocer que había tenido fantasías pasajeras sobre ese tipo de cosas durante años.
Unas fantasías que he reprimido porque estoy demasiado acostumbrada a tener que ser la fuerte, a ser la responsable, a controlarlo todo. Quizás Poché tiene razón y esa es la razón exacta por la que necesito desesperadamente soltar ese control muy de vez en cuando.
Esta noche lo soltaría. Ya lo he hecho. Lo puedo volver hacer mientras me repita que solo es
sexo. Pura respuesta sexual, en lugar de algo que me defina o algo más profundo. Pero esa parte cada vez me cuesta más de negar.Los años que pasé con mi madre descontrolada debieron haberme preparado bien.
Parecía encontrarme espantosamente bien negando, lo que es totalmente contrario a mi forma de ser habitual, lógica. O quizá no. Quizá cuando he pensado que durante todos esos años estaba siendo lógica, razonable, no había hecho nada más que esconderme del pasado, fingiendo que poseía una fuerza que, en realidad, no tenía. Una idea que me daba miedo.Poché me está haciendo cuestionarme un montón que me da miedo. Hace que me cuestione todo lo que pienso que sé de mí. Lo que me devuelve a la negación.
Suspiro. La cabeza me da vueltas. Me tengo que serenar y limitarme a disfrutar de la velada
que tengo por delante.El timbre suena y me sobresalto. Reprimo una profunda respiración y dejo el vaso sobre la
consola que está bajo el espejo antes de apretar el botón del intercomunicador.-¿Poché?
-Sí, soy yo.
-¿Quieres subir o prefieres que baje?
-Prefiero que bajes.
-Bajo enseguida.
Me pongo la gabardina de cuero, asegurándome que el pequeño bolso y las llaves estén en el bolsillo, antes de cerrar la puerta con llave y bajar en el ascensor. Poché me espera justo fuera de la puerta principal.
ESTÁS LEYENDO
El Límite Del Placer
Fanfiction[Adaptación Caché] +21 ⚠️ Advertencias⚠️ •Mucho contenido sexual explícito •Habrá escenas que podría incluirse como prácticas de BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo) G!P •Esta historia NO es mía, es una ADAPTACIÓN...