CAPÍTULO 21

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Pov Daniela

Mi móvil sonó, lo miré, miré cómo se iluminaba. Con un latido doloroso en mi corazón, quería —deseaba con todas mis fuerzas— que fuera ella.
Pero el nombre que vi en la pantalla era el de Lucía. De pronto, no conseguía recordar por qué había dejado de llamar a Lucía. Me di cuenta de que tenía que hablar con mi mejor amiga. Tenía que hacerlo.

Apreté la tecla con el pulgar para coger la llamada.

—Lucy, gracias a Dios que eres tú. No sabía que necesitaba… Que te necesitaba, hasta que ahora me has llamado. Quiero decir, que te dejé un mensaje ridículo la otra noche…

—¿Mensaje? No he recibido ningún mensaje tuyo, Calle. Hace días que no sé nada de ti.
¿Estás bien? ¿Qué ocurre? Pareces estar mal.

Reprimí un sollozo.

—Estoy fatal.

—Cuéntame qué ha pasado.

—La he dejado. Tampoco es que hubiera nada que dejar. Nunca hablamos de ello. Nunca lo
llamamos de ninguna manera. Pero yo… Salí del coche la otra noche y, simplemente…me fui.

—¿Ya no sales con Poché? ¿Eso es lo que quieres decir?

Sentí un agudo dolor al oír su nombre.

—Sí, no. Ya no salgo con ella. Nunca más.

Mi amiga calló un momento al otro lado de la línea.

—Estoy segura. Es lo mejor… —Las lágrimas me caían por las mejillas, ahogándome tan
fuerte que apenas podía hablar—. Lo es.

—Lo siento, Calle.

Me soné, me sequé los ojos, pero las lágrimas aparecían tan pronto como las secaba.

—Siento estar hecha una mierda. No me puedo creer que haga esto. Llorar como una niña
pequeña.

—Es normal tras una separación. Tampoco quiero decir que antes no fuera normal.

—Oh, no lo era. Ahora lo sé. Pero esto es tan diferente para mí. No soy yo.

—Ahora quizá lo seas. Y no es malo. Está bien sentir, cariño. No puedes guardártelo todo
dentro toda tu vida.

—Había funcionado bien hasta ahora.

Mi amiga hizo una breve pausa, antes de preguntar tranquilamente:

—¿De verdad?

Resoplé

—Quizá. No lo sé. Dios, quizá no. Porque hasta que te conocí hace un par de años, no había
tenido ninguna amiga de verdad. Ni tan solo cuando era una niña. Estaba demasiado ocupada cuidando de mi madre y de mi hermano. Y demasiado avergonzada por Mafe. Mi situación..Entonces, te conocí y… qué triste es haber tenido que esperar tanto para tener una amiga. Y ahora, sigo teniéndote solo a ti. Y eso nunca había sido un problema hasta ahora. Nunca me había dado cuenta de que necesitaba a… alguien.

—Tienes a otros amigos escritores. Conociste a C. J. y a Jade en la misma conferencia en la
que me conociste a mí.

—No soy tan íntima de ellos.

—Creo que a ellos les gustaría serlo, si les dejaras acercarse a ti. Sé que lo harían. Y, Calle,
el hecho de que ahora tengas a gente en tu vida es diferente, tal y como has dicho. El hecho de que lo quieras. Demuestra cambio. Crecimiento. No te agarres al pasado. Concéntrate en lo que ahora. ocurre. En quién te has convertido.

—Ya no sé quién soy. No soy esa persona débil…

—¿Por qué crees que eres débil?

—Porque… porque me he permitido quererla.

El Límite Del PlacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora