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Todos estaban dentro del fuselaje del avión, buscando guardar calor, afuera había una tormenta de nieve.

Tiritaban del frió.

Martu estaba a un lado de Roberto, abrazandose buscando guardar calor, la castaña parecía tener una conversación con la mirada con Fito.

Su vista pasó a Daniel, este asintió con la cabeza, dando a entender que la apoyaba y estaba al tanto de todo.

-Marcelo - dijo Eduardo Strauch - No vienen, nos estamos muriendo de hambre, nos estamos consumiendo.

-Siete días y siete noches sin comer - agregó rapidamente Roberto - Nada. Si no comemos, nos vamos a morir.

-Comer qué? - preguntó el capitán queriendo evitar pensar en lo obvio - vos estás loco, Roberto, Vas a hacer que todos los demás se vuelvan locos tambien.

-Querer vivir no es estar loco, Marcelo - Martu defendió

-Afuera hay comida - afirmó Nando.

-Afuera hay proteína, energía que necesitamos. Una locura, locura es eguir viviendo como estamos!

-Roberto! - Martu lo calló, dejandole la palabra a Fito

-Roberto tiene razón, hablamos de vivir o morir, Marcelo.

-Y si en dos días aparece el resctae? No podemos aguantar dos días más?

-Saben lo que pasa cuando dejas de comer por tanto tiempo?!

-Roberto! - nuevamente lo callaron

-Basta Marcelo!, El cuerpo se seca como una planta - inició la chica.

-El cerebro se seca, no podés pensar, Marcelo!

-Estoy meando negro

-Yo también estoy meando negro.

-Y si lo hacemos... Qué va a pasar con nosotros? Dios nos perdonará?

-Carlitos - habló la jovén más calmada, se trataba de su mejor amigo que era muy creyente - El va a comprender que hagamos lo imposible para sobrevivir - intentó tranquilizarlo

-Dios no tiene nada que ver con esto - interrumpió Arturo - Disculpamé, Marcelo. Acá nos trajo la suerte.

-La mala suerte

-Es solo carne! -afirmó el azabache

-Es gente que queremos!

-Y cómo se corta un cuerpo? Y quien sería capaz de hacerlo?

El silencio reina, la opción ya esta siendo considerada por muchos, pero ahora era un nuevo problema; Quién sería quien cortaría la carne?

-Yo... yo lo hago

-Yo también

Martu asintió con la cabeza, dandole las gracias a los primos por ofrecerse.

-Yo no voy a comer, nosotros no podemos hacer eso - negó Liliana.

-Es legal comer un muerto? No vamos a ir presos si lo hacemos?

-Sería como una donación de órganos...

-Qué estás diciendo? Para que sea una donación de un órgano, necesitás el consentimiento del donante. Marcelo, es un delito - exolicó el estudiante de leyes - Nosotros no podemos ir, agarrar, y usar un cuerpo sin su consentimiento.

-Tenemos que comer Numa

-No tenemos ese derecho!

-Y yo no tengo derecho a hacer todo lo que pueda para poder vivir? Quién nos va a sacar ese derecho? - terminó Roberto hablando también por su pareja.

Carlitos estaba sollozando en silencio junto con algunos otros, la realidad les pegaba y muchos habían sido convencidos, pero tenían miedo, serpian perdonados?

Necesitaban un ejemplo, alguién a quien seguir.

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Nuevamente habían salido, a buscar algo con que saciar su hambre, algunos aún no querían asceptar que debían comer carne para vivir.

Roberto y Martu estaban un poco alejado al resto, últimamente estaban ocupados y no habían podido hablar.

-Cómo te sentís?

-Yo estoy bien Robe, se que es lo que tengo que hacer. Pero vos?

-Martu, yo...

La chica abrazó a su novio, sabía que para el era muy difícil asimilar la situación, para ambos, ellos eran todo lo que necesitaban para estar bien. El chico la abrazó con fuerza.

-Tranqui, que yo acá te respaldo - habló la chica bromeando, buscando animar al castaño.

-Vos sos la chica perfecta, inteligente, valiente, enojona, digo graciosa - corrigió el chico cuando la jovén le dió un ligero golpe - y yo solo soy un tonto enamorado.

-Vos sos lo mejor que me ha pasado, lo más importante en mi vida.

-Te amo Martha Lombardo

-Te amo Roberto Canessa

Los dos jovenes se fundieron en un tierno beso, la mano de la chica acunaba el rostro del castaño mientras que el chico la tomába del mentón.
Su beso era apasionado, demostrando sus emociones, ambos tenían miedo, no querían seguir en aquella pesadilla, pero tenían al otro.

Desde que su relación empezó el apoyo era mutuo, la chica siempre estaba ahí para animar la chico, para darle cariño, y el a ella. Sabían que juntos eran lo mejor de si mismo y por eso se necesitaban.

Las manos del chico bajaron a la cintura de la ojiverde, buscando pegarla más a el, y ella tenía sus manos heladas en su cuello.

Necesitaban sentirse más cerca, el beso subía de intensidad, pequeños suspiros salían de la chica y el vapor de sus bocas, había calor en ellos.

Sabían que no era el lugar indicado, pero necesitaban sacar sus emociones, sentirse cerca. 

Se separaron en busca de aire, juntando sus frentes, aún sin romper la cercanía.

-Me encanta cuándo te hacés el macho - dijo la chica sonrojada volviendo al avión

Dejando al chico embobado y con una sonrisa.

Realmente estaba enamorado de ella, ella era su chica perfecta y no permitiría que nada le pasara.

Realmente estaba enamorado de ella, ella era su chica perfecta y no permitiría que nada le pasara

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Mira que de la nada dejo se hacer frió, jajaja

Espero no les molesté que haya puesto un poco de amorz, digo de eso se trata la historia verdad?

Igualmente recuerden que esta historia no busca sexualizar a nadie ni romantiza la tragedia.

Voten y comenten que tal les pareció

The Perfect Girl -LSDLN Roberto CanessaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora