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Martha

Sentí como la respiración de Roberto era irregular, su pecho subia y bajaba abruptamente, escuché como sollozaba.

Levante mi cabeza para ahora yo consolarlo a el, se merecía un descanso mi chico.

Ví como Numa se arrastro a la parte de enfrente del avión, que era por donde nos entraba un poco de luz.

Se escuchaban sus gruñidos y como clavaba algo en la nieve y la empujaba.

Numa no quería comer, supongo que por eso esta decidido en salir de acá.

-Hay que salir! No me quiero quedar acá! - dijo entre gruñidos, bajo la atenta mirada de todos - Quiero salir! Quiero salir!

Hablaba consigo mismo, comenzó a patear el cristal del fuselaje.

-Pará, Numa! - le ordenó Arturo

Si Numa seguía así se haría daño, pero ninguno de nosostros se levantaba, queríamos salir a fin de cuentas.

-Pará!, Numa!

Se escuchó un último grito seguido de un jadeo.

El cristal finalmente cedió.

Numa soltó un gemido de dolor y arturo no tardó en reprocharle.

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Día 20 - Cuatro días sepultados

Martha

Numa llevaba ya bastante rato enviciado en picar la nieve, yo no sabía si finalmente se había vuelto loco o si el era nuestro salvador enviado por Dios.

La verdad es que ya estabamos cansados de tener falsas esperanzas, no teniamos ganas de movernos, nada.

-Veo el cielo! - gritó Numa

Arturo y Moncho no tardarón en asomarse para comprobar la información.

-Dale, Martu, pasá vos que sos más chica. Dale - me habló con ilusión

No lo pensé dos veces y me arrastre para la cabina, viendo la luz del sol más directo.

-Dale, dale.

Me arrastre y me impulse con mis piernas para subir el pequeño tunel que había encima mío.

Saqué mi mano y pude sentir el aire gélido entrar en contacto con mi piel, me esforzé en salir y no pude evitar dar gritos de emoción.

Llevabamos ya cuatro días enterrados, ver la luz del sol una vez más me llenó de alegría.

De poco a poco fueron saliendo, de los primeros fue Carlitos.

Cuando salió no tardó en abrazarme y gritar conmigo, Roberto cuando salió se nos unió.
Quedabamos tres amigos, Coco no lo logró, pero me esforzaría en honrar su memoria y en vivir mi vida con los chicos, sabía que el quería eso para nosotros.

-Eh! Qué se ve? - preguntó Alváro desde el interior del avión todavía

-Esta Margarita acá afuera, Alváro - le respondió Tintín - tu novia!

-En bikini! - agregué divertida

-Decíle que ya voy!

Sonreí y me volteé para ver a Roberto, tenía un sonrisa en su rostro.

-Te amo Roberto - le dije en un susurro

-Yo te amo más, la chica perfecta para mí

Me tomó del mentón para besarme, y yo le correspondí tomando su brazo.

Escuché vitoreos del grupo y silbidos, sonreí en medio del beso.

-Estamos vivos!

Nos separamos y no tarde en gritar:

-Seguimos acá hijos de puta!

Roberto sonrió y me abrazó por la cintura, me permití cerrar mis ojos y sentir el calor del sol, la libertad de estar de pie, de respirar y seguir con vida.

En mi cabeza le pedí a Dios que cuidara de todos los que perdimos y le agradecí por escuchar nuestras suplicas y sacarnos de aquel ataud.

Al loco de mi amigo, Carlitos, le dió por quitarse la ropa, quedando solo con la ropa de la cintura para abajo.  Y aún así se revolcaba en la nieve, como si no tuviera frío, y la verdad es que nadíe tenía al menos yo no.

Me separé de Roberto, quien veía sentado, y tomé un buen tomo de nieve para lanzarselo a Carlitos.

Tintín y Roy me siguieron.

-Pará, bo!

Me quite los dos sueteres que llevaba encima, quedando solo en una polera que traía y mi sueter delgado.

Sentí algo helado impactar en mi rostro seguido de las risas de todos.

-La concha de la lora, esta heladísima esta mierda.

Levanté mi vista para ver a Carlitos en el suelo retorciendose de la risa.

Corrí y tomandolo desprevenido me lanzé sobre el para intentar embarrarle un buen trozo de nieve en el rostro.

Forcejeamos un poco bajo las risas de los demás.

Me separé de Carlitos cuando logré mi cometido, me dediqué a lanzar nieve a los chicos.

Mientras corría rebalé con la nieve y me dí un buen golpe pero ignoré el dolor y me pusé a reir por mi torpeza.

Los demás igualmente soltaron las carcajadas.

Carlitos y yo siempre haciamos reir a los demás.

-Grande, Martu!

-Tené cuidado, nena!

-Que te quiere viva para el casamiento! - bromeó Carlitos ganandose un golpe en la cabeza por parte de Roberto

Sonreí ante esa acción.


No los quise dejar sin cap jaja

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No los quise dejar sin cap jaja

Me urgía poner otro momento comico entre Martu y Carlitos

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Los amoooo

The Perfect Girl -LSDLN Roberto CanessaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora