capitulo 24

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Mi padre está en la casa de shinobu y Kanae, ambas tienen una pequeña clínica para las personas que necesitan cuidados intensivos, y eso necesitaba Hotaro Haganezuka, por qué podía morir en cualquier momento

Las heridas que tenía eran de gravedad

Aunque los pilares me hablaron, aunque Iguro me llamó y supongo que era para explicarle lo que estaba viendo, pues ahora que se joda, tenía algo más importante que hacer.

Rengoku se detuvo en la puerta de la casa de shinobu, yo bajé corriendo aún con mi ropa de herrero puesta pero la máscara en la mano y entré, encontré a una chica llamada Aoi, la había visto en la academia y me llevó rápidamente a la habitación en donde se encontraba mi papá

me detuve en la puerta sintiendo todo el peso de la culpa en mi cuerpo, por que el me pidió que no viniera, él me pidió que me quedara con él, él me quiso venir a buscar cuando le dije que me devolvía un mes antes, hubiera podido estar con él cuando los demonios hicieron el ataque, lo hubiera podido defender

solté el sollozo y empecé a llorar agarrada de la puerta, mi Hyottoko cayó al suelo y me acerqué a papá que estaba en una cama lleno de cables y una máquina que controlaba su corazón, tenía un corte en el ojo, y estaba demasiado pálido

-perdóname -le tomé la mano y puse mi frente en ella- fui una estúpida, perdóname papá, tuve que haber estado contigo, tuve que estar ahí para defenderte, para pelear contigo -apenas podía hablar por el llanto, pero necesitaba pedirle perdón- nunca tuve que haber venido, es mi culpa que estés aquí…

-no es tu culpa -me tomaron de los hombros, era la voz de Rengoku que me tomaba para que me levantara-

-lo és -dije aún llorando, dejándome llevar por sus manos para levantarme- si no me hubiera enamorado como una estupida… -me detuve, recien me habia dado cuenta que en la habitación de mi padre estaban todos los pilares, Iguro me estaba mirando, no pude descifrar su expresión, pero continué- si no me hubiera enamorado como una estúpida de un estupido pilar ya hubiera estado con él

-y quizá hubieras muerto tú -me dijo Iguro serio

-hubiera preferido eso a verlo a él aquí

puse mis manos en la cara y mis piernas cedieron, unos brazos me alcanzaron y no me dejaron caer, Iguro me apretó en un abrazo mientras yo sentía que perdía la vida

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sentí unas manos tibias tocar mi mejilla, me removí en el sofá que había al lado de la cama de papá, me demoré un segundo antes de dar un salto y mirar a mi padre

-¿qué pasó? -miré a Hotaro, estaba en la misma posición de ayer- ¿cómo está?

-igual -dijo Iguro a mi lado y me extendió una taza de café y un sandwich- te traje algo para comer

no me atreví a mirarlo, tomé la mano de papá

-gracias, pero no tengo hambre

-debes comer algo, no quiero que ahora tú te debilites -no dije nada, no me moví, Iguro suspiró, fue a dejar las cosas en una mesita y luego se colocó delante de mí, bajó para que lo mirara- por favor -acomodó un cabello detrás de mi oreja- debes comer algo -no le respondí- tu padre está delicado de salud, el corte que tiene sobre el ojo es… una de las heridas más grave que tiene -un nudo se empezó a formar en mi garganta- hay muchas posibilidades que lo pierda -una lágrima corrió por mi mejilla- se demorará en reaccionar y en recuperarse, pero las chicas están haciendo todo lo posible para que…

-es mi culpa -susurré abrazándome a mí misma

-No digas eso, las chicas son las mejores en lo que hacen y ahora él es la prioridad, tu padre está en buenas manos… deberías empezar a confiar en mí -lo miré, pude ver que le estaba doliendo saber la verdad de esta manera pero se estaba controlando- cualquier cosa que necesites me puedes hablar -se levantó y se fue

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pasé otra noche durmiendo ahí, al lado de papá, al tercer dia seguia igual, no había mejora, pero lo importante es que tampoco empeoraba, muchas personas lo venían a ver, y tambien a mi, la voz de que Hotaro tenía una hija se corrió rápido, pero la verdad es que a estas altura nada me importaba, ya se estaba haciendo de noche y miré en la mesita de noche que había a un lado, estaban algunas de sus pertenencias. miré la daga de papá, luego su reloj viejo, el que le había regalado mamá y aunque ya no funcionaba el se lo seguía colocando, luego su celular, tenia la pantalla rota, pero encendió

quizá fue un sexto sentido, pero me metí al chat, en mi contacto había un mensaje que no había enviado.

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la bodega en el bosque… miré a papá que estaba inconsciente en la cama, miré el celular

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la bodega en el bosque… miré a papá que estaba inconsciente en la cama, miré el celular

-¿en qué estabas trabajando que no me habías dicho?

Lo pensé durante algunos minutos y salí de ahí con mi bolso en mano hacia él que era mi apartamento, me puse ropa cómoda, llevé las dagas encima, además de un arma y balas que le tenía a Genya pero que me las había dejado. me fui a nuestra bodega secreta que quedaba en la villa, si papá casi muere por lo que había en esa bodega, entonces era importante

Estaba a punto de llegar y el aire estaba cargado como nunca antes lo había sentido, mi piel se erizo y antes de colocarme mi hyottokko miré mi celular

Estaba a punto de llegar y el aire estaba cargado como nunca antes lo había sentido, mi piel se erizo y antes de colocarme mi hyottokko miré mi celular

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La luna estaba en lo alto, y por lo que sentía, puede que haya algún demonio en este lugar, pero no contesté a la pregunta de Iguro y caminé

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la hija del herrero -Iguro X T/NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora