la hija del herrero -Iguro X T/N

capitulo 32

los dejé a ambos peleando solos, fui donde el señor kagaya y le pregunté cuál era la casa que le había comprado papá, me dió unas llaves extra que tenía, fui a la pieza en donde estaba papá para tomar algunas cosas y luego tomé un taxi.

me llamaron varias veces, tanto como mi padre como mi novio, pero no les contesté, si ninguno quería dar el brazo a torcer, descubrirán que yo puedo ser peor.

estaba llegando a la casa y ya la estaba amando, claro, no era la casa en la que había vivido toda mi infancia, incluso creo que no decía la verdad por que era yo la que no quería soltar ese lugar en donde tenía tantos recuerdos, pero llegando a la gran muralla y pasarla (colocando la clave que me dió kagaya), ver todas las hectáreas verdes que rodeaban la casa de arriba de la colina, las flores, los árboles creo que me está convenciendo.

le pagué al chofer, miré la casa de tres plantas y entré

cuando sentí un vehículo fuera de la casa yo ya había recorrido la mayor parte de este lugar, asignado nuestras habitaciones y cual seria nuestro taller.

Me quedé mirando la puerta, y cuando entraron, ambos venían serios… demasiado serios.

-pensé que ya se habían matado -mi miraron mientras seguían avanzando- pero al parecer pueden comportarse como personas

-estaba preocupado -dijo papá- ¿por qué no contestabas?

-estaba ocupada -iguro llegó a mi lado y me dio un beso rápido- ¿como se vinieron?

-en mi vehículo -respondió Iguro- vaya, es una casa muy linda

-¿los dos juntos? -dije sorprendida- ¿cómo lo subiste? -apunté a mi padre con la cabeza

-a la fuerza -sonrió- pataleó como un niño…

un zapato pasó volando por el lado de nuestras cabezas

-Solo por que estoy débil niño -dijo mi padre molesto- pero déjame recuperarme y te sacaré de acá… ¿Cuál es mi habitación? -me miró

suspiré- asigne las habitaciones pero debes revisar para saber si estás de acuerdo…

-estoy de acuerdo mi amor -me dijo papá- con todo lo que decides, así que todo lo que hayas planeado se hará así, ahora necesito ir a la cama, la cabeza se me está partiendo

empecé a caminar pero mi padre me hizo detener con lo que dijo

-niño, ayúdame tú

-iguro -le dijo mi novio sin avanzar

-niño -le dijo mi padre aún más serio- necesito hablar contigo, así que ayúdame tú

-me llamo Obanai Iguro, cualquiera de los dos nombres sirve

-niño…

-¡ay por dios! -retrocedí y me puse en la espalda de Iguro para empujarlo- vé luego, te está pidiendo ayuda imbécil -miré a mi padre cuando llegamos a su lado- y se llama Iguro, no niño

ambos resoplan, papá le puso un brazo por sobre los hombros e Iguro lo ayudó a subir las escaleras, sonreí, porque papá solo conversa las cosas que son importantes, si él creyera que no vale la pena, ni siquiera lo miraría

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Iguro se demoró bastante en volver a bajar, y cuando le pregunté de qué habían hablado me dijo “de nada importante” y luego con un beso tierno y una pequeña sonrisa se fue de mi casa diciendo que tenía cosas que hacer.

luego le pregunté a papá y me dijo “de nada importante”...

eeeeh, ¿qué está pasando aquí?.

pero no quise insistir y el resto del día lo pasamos comprando nuevos muebles por internet.

al otro día llegó Iguro y me encontró acomodando todos los muebles nuevos sola, había dejado papá dormir, lo había hecho toda la noche y ya eran las 3 de la tarde y seguía durmiendo, así que él me ayudó a acomodar todo y sacar lo que no íbamos a ocupar

-¿no me vas a decir de que hablaron ustedes dos ayer? -le dije con una ceja alzada

-ya te lo dije -bajó el sofá- de nada importante

-no lo creo -fui a tomar un bolso que había traído Iguro- papá no hable de “cosas no importantes”... Es una pérdida de tiempo para él

-todos tienen una primera vez -se acercó a mi espalda y me rodeó con sus brazos- ¿Has comido algo? -lo miré por sobre el hombro y no pude evitar sonreír- tienes la mente sucia niña -sonrió- me refiero a comida

-tu me corrompiste Iguro, y no, no he comido nada

-pidamos algo, así tenemos comida para cuando Haganezuka despierte

-ok -miré dentro del bolso- ¿De dónde sacaste esto?

-ayer fui a la villa nuevamente y encontré este bolso en tu antigua casa

Era las cosas que yo había tomado para recuperar

-¿Fuiste a buscar esto?

-eeeeh… si -me soltó- ¿Quieres pizza? O pedimos otra cosa

-Iguro…

-lo que tú quieras…

-¿Qué es lo que está pasando? -fruncí el ceño- y dime la verdad o toda esa mierda de “no me gustan las mentiras” “ yo siempre digo la verdad” va a valer muy poco

Suspiró- me enteré que el viejo techinn seguía hablando de tí y fui a… hablar con él

Mi corazón se detuvo

-Iguro… ¿Qué le hiciste?