la hija del herrero -Iguro X T/N

capitulo 19

Nadie dice que con el primer beso las hormonas se alborotan tanto, pero mi cuerpo está vuelto loco, mi estómago lleno de mariposas, mi lengua deseando sentirlo aún más, mi cuerpo quería tenerlo cerca, su beso fue perfecto, no podía decir otra cosa, el chico de quién siempre estuve enamorada, el que siempre me había gustado ahora gustaba de mi y me lo estaba demostrando, no sé cuánto duró el beso, pero para mí no fue suficiente, quería más.

-debes terminar con él -me dijo susurrando cuando se separó de mí unos centímetros- es eso o simplemente lo mato para que no moleste -me dió otro besito- tu decides

-esta echo -le dije sonriendo- ya no estoy con él

-entonces… -sacó un mechón de mi cabello que estaba fuera de lugar- ¿Cuando me dejaras compensarte por esto? -pasó un pulgar por mi herida- ¿Cuando puedes salir conmigo?

-¿Este fin de semana? -le dije con un nudo en mi estómago, quizá sea muy luego, o no tanto como él quisiera, ¿Tuve que haber dicho está noche?

-perfecto -sonrió y me volvió a besar- es una cita

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Salí del trabajo a toda prisa para llegar al apartamento, me puse el traje de herrero y tomé mis cosas, pero aunque quise apurarme, no logré salir antes de que llegara Iguro, estaba en la sala con mi bolso cuando él entró al apartamento

pensé que si iba a empezar a salir con él -y por dios que sí quería- lo mejor era irme de aquí, el protocolo decía que tenía que quedarme con algún pilar por el riesgo de que pasara algún accidente con los demonios ya que tenía que estar localizable, además como herrero era más valioso que un cazador, así que se supone que no me podía ir sola, pero con la situación actual obviamente no quería estar viviendo acá como el hijo de Haganezuka

Iguro levantó una ceja y me miró serio

-¿A dónde vas?

Aclaré la garganta para sonar lo más ronco posible, se supone que estaba molesto, debo tratar de sonar furioso ya que “me quitaron la novia”, no debo chillar de felicidad aunque lo esté

-me tengo que ir -dije tomando mis cosas

-¿El patrón sabe?

-no

-Entonces no vas a ningún lado

-¿Quieres que me quedé después de que t/n haya terminado conmigo por tí? -ok, soné más lamentable de lo que quería, perfecto.

-ella eligió -se sacó la chaqueta y dejó a kaburamaru en el sofá- y no te volveré a pedir disculpas por eso, pero no te puedes ir  ¿no sabes las reglas?

-puedo hacer lo que quiera -caminé a la salida, pero Iguro ya me había alcanzado- ¿Que haces?

-Sabes que yo sería el más feliz que te fueras, sobre todo si t/n va a empezar a venir -sonrió, me dió un escalofrío en la espalda ¿Venir? ¿Para estar solos? Mierda… si, quiero- pero no te puedes ir sin autorización o por lo menos si otro pilar no te puede recibir.

-esta es decisión mía -traté de soltarme, pero él me agarró con más fuerza-

-¿Por qué en la academia te veías un poco más alto? -entornó los ojos- dime la verdad, no me gustan las mentiras -por el tono juré que sabía que me lo decía a mi, a t/n, se me hizo un nudo en el estómago, tengo que salir de aquí ahora.

-¿Por qué te voy a decir algo? -le tomé la mano con la que me tenía agarrada- no somos amigos ni lo seremos -lo lancé y cayó en la mesa de centro que se rompió, carajo… pero ya no me podía retractar, corrí, pero Iguro me tomó de los pies, me caí -lo siento -dije con tono agudo, el me miró confundido y solté uno de mis pies y le pegué en la cara, el se tocó el ojo y mientras maldecía en voz baja salí corriendo

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Le mandé un mensaje al patrón para decirle que tuve que salir de la casa de Iguro, y que por decisión propia, y por mi seguridad me iba a vivir sola, me dijo que era imposible, y que al otro día él iba a ir a  la academia para poder conversar en el asunto y buscar la solución.

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El señor Ubuyashiki me dijo que no, que como Herrera era tan valiosa que no me podían dejar sin supervisión, que iba a arreglar las cosas para irme con Rengoku, pero eso tenía que ser en dos semanas, que por mientras me tenía que volver con Iguro.

Llegué al taller pensando en qué hacer

¿Si le digo la verdad?

Pensará que he estado jugando con él

Pero… ¿Si esto va en serio?

Algún día tendrá que enterarse de todo y me va a odiar

Me saqué mi hyottokko y me afirmé en la mesa, no podía volver donde Iguro, no después de…

-¿T/n? -y hablando de él, antes de darme vuelta escondí la máscara dentro de una fuente grande que había en el mesón- no me dijiste que vendrías

-mierda Iguro -lo miré con horror al ver la marca morada que había quedado en su rostro- tu ojo…

-sí, fue el imbécil de Haganezuka -cuando estaba cerca me tomó la barbilla suavemente y se inclinó un poco para besarme- hola -sonrió- ¿Cómo estás?

-ahora bien -sonreí como estúpida-

-yo igual, se me arregló el día -me besó otra vez y se puso serio- no creí que ese idiota te tendría trabajando, pensé encontrarlo a él

-ah si, no pasa nada, me gusta estar aquí… ¿Para que venías a buscarlo?

-para arreglar unos asuntos, ¿Está en la academia?

-eeeh, no, no está

-¿Va a venir hoy?

-nop

-Entonces mi niña linda -se inclinó dónde mí, quedamos tan apegados que pude oler su perfume, pero alargó su mano y sacó el hyottokko- ¿Me puedes explicar qué hace esto acá? -me lo mostró, el corazón me latió más lento- o será que él se quedó contigo anoche y por eso lo tienes

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Ahora sí que mi corazón dejó de latir
¿Alguna idea? necesito que me ayuden