Kaveh se despertó entre los brazos del alfa que seguía profundamente dormido. Se sentía tan pleno, pero todo su cuerpo dolía, cada músculo de su cuerpo, su cadera y espalda. Se movió ligeramente, pero Alhaitham lo acercó más a él. Lo sintió en el aroma del alfa, su rutina había terminado, al igual que su celo. Kaveh nuevamente se movió, debía levantarse.
-No, quedémonos así un poco más- le pidió.
-Alhaitham tu rutina y mi celo han terminado. Solo quiero quitarme este collar y comer algo más que simples bocadillos- le recordó. Ya que habían estado haciéndolo por casi 2 días. Era realmente agradable que su celo durará casi la mitad de lo que usualmente duraba. Azar llegaría al día siguiente si sus cálculos no fallaban y podría enterarse de lo que había estado haciendo con Alhaitham, "oficialmente estaba con su celo", usaría los días extras para liberarse del aroma de las feromonas que Alhaitham dejó sobre él. Azar los descubriría, no quería eso.
Cuando Kaveh se levantó Alhaitham pudo ver lo que le había hecho. El omega estaba repleto de marcas en todos lados moretones y marcas de mordeduras en espalda, brazos y muslos. Él había ido demasiado lejos y detuvo al omega.
- ¿Estás bien? Te hice daño. Lo lamento porque mi rutina es complicada. Si hice algo que no te gustará, algo que te incomodaba. Lo lamento.
-No te preocupes fuiste algo rudo, pero me gusto. Me escuchaste siempre. Eres tan obediente cuando estás en tu rutina. Ahora que has recuperado la conciencia debo fingir que sigo con mi celo. Te veré en unos días Haiyi- se despidió.
Pero Alhaitham volvió a sujetar la mano de Kaveh tirando ligeramente de esta. No deseaba dejarlo ir, realmente quería que se quedara.
-Pero no he sido yo mismo estos días. No he podido disfrutar de tu compañía. Y cuando regrese Azar tendremos que separarnos- le recordó. Eso entristeció a Kaveh, Alhaitham tenía razón. Deberían tomar distancia nuevamente ya habían sido demasiado osados, y atrevidos todo en nombre de su amor. Si por un descuido eran descubiertos, Azar los mataría sin contemplación- solo hoy.
Alhaitham quería un último buen día, estaba por jugar su carta maestra. Hasta entonces simplemente disfrutaría ese último día junto al omega que se había vuelto el centro de su vida y de su mundo.
-Eres insoportable- se quejó Kaveh. Ambos hombres fueron al baño personal de Alhaitham para limpiarse y nuevamente se metió en la cama, la cual estaba hecha y limpia, en donde se dejó atrapar por los brazos de su amado. Si tan solo Kaveh pudiera tener aquello el resto de su vida. ¿Era un pecado ser así de feliz? Tal vez por eso los dioses lo hicieron contraer nupcias con aquel hombre y no con quien compartía la cama en ese momento. Con su alfa destinado. Comieron en la cama y no se separaron en todo el día. Alhaitham no hizo ningún papeleo, solo se dedicó a hablar con Kaveh. Sobre libros, sobre cualquier tema que iba surgiendo en el transcurso de la conversación. Le recordó los primeros días que se acercó a Kaveh con segundas intenciones.
Debía hacerlo, debía pedirle la información a Kaveh, su rutina modificó sus planes y debía robar los documentos del estudio de Azar lo antes posible. Por mucho que quisiera evitarlo. Realmente deseaba seguir hablando con él otro hombre hasta el amanecer. Porque disfrutaba de sus respuestas tan diametralmente opuestas a las suyas. Como estas lo hacían reflexionar y tener una nueva perspectiva, tampoco iba a cambiar de opinión. Pero aquello era tan enriquecedor y tan narutal entre ambos. Y por sobre todo amaba la pasión de Kaveh, la forma tan pasional en la que se expresaba, como parecía enojarse de una forma tan adorable, amaba escucharlo hablar. Podría hacerlo por horas y horas. Se armó de valor cuando el momento había llegado. Debía engañarlo, porque si Alhaitham fallaba y era atrapado Kaveh no sería su cómplice. Y no sería arrastrado junto a él.
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You Belong With Me [Haikaveh] +18
FanfictionAlhaitham es un joven alfa que quedó huérfano a una edad temprana. Desterrado de su propio ducado, se juró a sí mismo que recuperaría lo que le habían quitado y viviría en paz y tranquilidad. Fue entonces cuando conoció a Kaveh, el marido omega de s...