You Belong With Me [Haikaveh] +18

Capítulo 18

La mansión parecía una totalmente diferente, Alhaitham le había estado dando catálogos de muebles y decoraciones en las últimas semanas a Kaveh. Azar había iniciado la remodelación creyendo que regresaría, fue tan iluso. Pero fue gracias al equipo de abogados, recomendados por Cyno que inmediatamente después del ataque a la mansión lograron hacerse con la misma y nuevamente estaba en las manos de Alhaitham.

En la entrada un rostro familiar esperaba a Kaveh. Era Coco. Ella al ver a su preciado joven amo luego de tanto tiempo corrió a su encuentro. Kaveh la recibió con los brazos abiertos feliz de tener un rostro familiar nuevamente con él.

-Doy por terminada mis vacaciones. Regresó al trabajo amo Kaveh- anunció con alegría y un brillo en los ojos.

-Estoy muy feliz de verte nuevamente Coco- respondió Kaveh caminando junto a Alhaitham mientras ingresaban a la mansión.

Kaveh estaba fascinado con el resultado de los arreglos a la mansión, era una caricia a su corazón que había amado a esa hermosa maravilla de la arquitectura. La última vez que había estado allí, el lugar estaba tan maltrecho.

-Me encanta, nuestro pequeño aranara amara crecer aquí- dijo.

-Ven debes mirar la guardería. Sabes, todos los miembros de mi familia hemos utilizado la misma habitación- inició a decir Alhaitham, mencionando la larga historia familiar que poseía el lugar donde su bebé dormiría. Kaveh estaba emocionado y cuando entró casi comenzó a llorar. Estúpidas hormonas, pensó.

-Es igual a la que había en la otra casa- remarcó emocionado Kaveh.

-Si hice que trajeran todas sus cosas. Incluso la cuna que armamos- Alhaitham se quedó mirando a Kaveh era hora de dar más buenas noticias. Miró a la joven que se había quedado a una cierta distancia de los futuros padres y le pidió que los dejara solos. Ella acató la orden y se marchó cerrando la puerta. Kaveh miró en dirección del ruido y luego miró al alfa.

-¿Qué ocurre?- preguntó con curiosidad, Alhaitham parecía entusiasmado. ¿era lo que él creía que era? Tal vez, finalmente el alfa iba a suplicar por perdón nuevamente por todo lo que había pasado y Kaveh jugaría un poco con el alfa pero estaba dispuesto a escucharlo y darle una oportunidad. Su viaje le había servido para darse cuenta donde deseaba estar. El alfa solo debía pedírselo.

-Hay algo que quiero decirte- comenzó a decir y Kaveh, infló el pecho listo para tener al alfa comiendo de su mano, sentía que era su turno de tener al otro comiendo de su mano.- he conseguido una casa para ti. Cuando el bebé nazca si tu lo deseas puedes vivir allí. Eres libre.

-¿Qué?- dijo sorprendido, esperaba que no fuera lo que creía que era. Su rostro comenzó a ponerse rojo de la ira y Alhaitham notó eso al instante, cambió su postura tomando a Kaveh del rostro para que lo mirara fijamente.

-No quiero obligarte a estar a mi lado. Quiero darte alternativas. Te apoyaré si deseas irte, te apoyaré si deseas quedarte. No pienses de más Kaveh- se apresuró a decir y el rubio fue calmando su mente. Esta había comenzado a plantearse los peores escenarios. Como Alhaitham echándolo y quitándole a su pequeño.

-¿No vas a echarme y robarme a nuestro bebé?- preguntó asustado.

-Jamás podría hacerte semejante cosa- dijo- quiero una familia contigo.

Kaveh se quedó pensando, desde hacía tiempo solo pensaba lo peor del alfa que estaba frente de él. Temía que hubiera segundas intenciones en sus acciones y sentía que no podía confiar en él. Pero el alfa estaba constantemente demostrando que sus acciones eran absolutamente transparentes.

Alhaitham se sentía ansioso ante la respuesta del omega. Su corazón latía tan fuerte por lo nervioso que esa situación lo hacía sentir. Deseaba tanto que él hombre que amaba y quien sería madre de su hijo se quedarán a su lado. Desde que Kaveh lo alejó, había vivido en un estado de desesperación donde sólo anhela el perdón del rubio. Pero cada vez que aquel hombre con personalidad de un gato arisco lo rechazaba, Alhaitham solo podía pensar en más formas de demostrar su amor y lo realmente sinceros que eran sus sentimientos.