You Belong With Me [Haikaveh] +18

Capítulo 12

Lucía como una persona totalmente distinta a la que había conocido hasta entonces. Se veía absolutamente hermoso como siempre. Los pantalones negros ajustados y la camisa blanca tan holgada resaltaban su figura. Seguía usando algo de maquillaje pero era más sutil sólo para resaltar sus hermosos ojos. Alhaitham se quedó sin palabras, en definitiva no se veía tan parecido a su madre ahora.

-Qué has hecho?- dijo una voz, era Azar parecía horrorizado.

-Oh esposo, deseaba regresar a mi viejo yo. Creo que este estilo me sienta mucho mejor. ¿No te parece?- bromeó y tomó asiento. Alhaitham no podía quitar sus ojos de Kaveh. Mirarlo se había vuelto casi adictivo. Azar parecía furioso ante el cambio de estilo de Kaveh pero parecía que se estaba conteniendo- Alhaitham!

-Si? -respondió al llamado del omega. Vio aquella sonrisa y simplemente quiso besarlo en ese momento.

- Joven amo Alhaitham ¿No es hora de marcharse? Disculpe mi atrevimiento, pero, mi esposo y yo somos un matrimonio todavía algo nuevo. Es raro tener a otra persona junto a nosotros- y Alhaitham lo miró sorprendido. No esperaba esos comentarios por parte de Kaveh, no era algo que hubieran planeado o algo por el estilo. Azar también miró en shock a su esposo omega.

-Cariño, no seas tan maleducado- dijo Azar. Miró totalmente confundido a Kaveh. ¿Qué diablos estaba haciendo?

-Está bien, en realidad quería anunciarles que, encontré algo decente para un noble como yo- dijo todavía mirando a Kaveh, en sus ojos ya no había amor, no había nada. No entendía que había ocurrido. La cena siguió en silencio y al terminar se retiró. Luego de recibir felicitaciones por parte de Azar. Al terminar de comer simplemente se retiró y dijo- me disculpo debo marcharme. Debo ir a la biblioteca.

Esperaba que Kaveh entendiera la indirecta. Lo espero por poco más de una hora. Cuando escucho la puerta de la biblioteca abrirse allí estaba Kaveh. Corrió a su encuentro, cuando quiso abrazarlo este lo rechazó y lo alejó.

-Kaveh ¿Acaso ocurrió algo muy malo anoche?- preguntó preocupado.

-¿Cuándo te irás? No eres bienvenido. No deseo verte nuevamente- Alhaitham quiso tomar su mano. No entendía que estaba ocurriendo y la desesperación comenzó a invadirlo. Porque en el fondo de su mente sabía la respuesta.

-No entiendo Kaveh.

-Lo sé todo Alhaitham. Lo sé absolutamente todo, eres el peor ser humano que he conocido. Sabes ahora entiendo porque jamás me dijiste que me amabas. Y una parte de mi sabia cuando estabas mintiendo- en la voz de Kaveh se podía sentir su dolor en cada palabra. Así que finalmente el peor temor de Alhaitham era una realidad- sabes? Estoy harto de ser usado por ustedes los alfas. Se acabó, no voy a permitir que nuevamente hagan lo que quieran conmigo.

-Kaveh déjame explicar. Solo escucha, te he mentido, pero yo si...

-No quiero escucharte. Te abrí mi corazón Alhaitham, pero para ti solo fui un juguete, una herramienta para tu patética venganza.

-No, eso no es verdad. Escucha solo escucha, puedo explicarlo- la desesperación comenzó a invadir su razón. Ese era el peor escenario que había imaginado. Kaveh descubriendo la verdad antes de que él pudiera explicarle.

-Muy bien te daré esa oportunidad, ahora habla- realmente deseaba escuchar lo que él alfa tenía para decir. Quería una excusa para perdonarlo, en el fondo deseaba hacerlo. Pero aquella traición era demasiado. Alhaitham tomó sus manos y busco la mirada del omega el cual no deseaba verlo y apartó la vista. El alfa soltó su suspiro, debía acomodar sus ideas.

-Si he venido aquí con un objetivo personal, confieso que me acerqué a ti con segundas intenciones y no fui honesto pero, entre más te conocía se hizo evidente que no podía estar lejos de ti- Alhaitham nuevamente buscó la mirada del omega, para él Kaveh se veía tan perfecto bajo la luz de la luna y lo estaba perdiendo. Kaveh era tal vez la primera conexión real con otro ser humano que había tenido en años. Siempre hermético ante el mundo y sin saber como, Kaveh se había metido en su corazón sin siquiera esforzarse. El omega se había vuelto la fuerza que necesitaba para luchar por sus objetivos. Ya no se trataba de su legado familiar, aquello jamás importó en realidad.