Capítulo 3

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Ese día fue particularmente aburrido pero muy agradable sin Azar en la mansión. Esa mañana se había marchado a uno de sus viajes que duraban poco más de una semana en una de las casas de su círculo de amigos. Lo bueno era que vendría con muchos regalos para Kaveh, como siempre lo hacía, para compensar que se había remolcado con otros omegas. Por su ventana Kaveh pudo ver el carruaje de Alhaitham. El alfa no se supone que llegará hasta casi la hora de cenar. Y el omega se preguntó si algo había pasado. Sintió algo de curiosidad después de todo, no tenía nada mejor que hacer en ese momento, dejó el libro que había estado leyendo y se dirigió a la entrada principal. Pero apenas llegó vio que solamente habían bajado del carruaje los sirvientes personales del alfa más joven, no había restos del mismo. Un joven beta se acercó a él con una expresión preocupada. Todo eso no era en lo absoluto una buena señal.

-Amo Kaveh lo lamentamos mucho pero debe marcharse inmediatamente- comenzó a decir el muchacho pero no termino de empezar a dar explicaciones que se escuchó como se abría la puerta del carruaje con un gran estruendo. Ese muchacho se asustó y tomó a Kaveh de brazo- debe irse es peligroso.

Kaveh se encontraba demasiado confundido pero una de las jóvenes betas que siempre estaban con él, lo empezó a guiar fuera de ese lugar al percatarse de lo que estaba pasando en realidad. El omega lo supo cuando sintió las feromonas que llegaron a él como una fuerte ráfaga de viento.

Un alfa en celo.

Eso era malo, muy malo, en especial cuando Azar no estaba y se había marchado. Kaveh se sentía totalmente imponente y asustado, una vez más estaba ante un aterrador alfa que iba a por él. Aquellas feromonas eran las más fuertes que alguna vez haya sentido y toda la fuerza en sus piernas desaparecieron. Kaveh, quien era un omega dominante, no solia dejarse dominar fácilmente por feromonas de alfas, al parecer estas eran lo suficientemente fuertes como para derribarlo. Quería correr pero su omega interior le decía que debía doblegarse y someterse a aquel alfa. Aun así Kaveh simplemente quería luchar contra aquel instinto con todas sus fuerzas. Él era un omega dominante, tenía con que, golpeó sus piernas con todo lo que tenía esperando que estas finalmente estas reaccionaran. El joven beta y sus sirvientes de compañía lo ayudaron a ponerse en pie cuando Alhaitham apareció en la puerta. Aquel alfa estaba hecho una bestia que tenía a al menos 5 hombres intentando detenerlo y apenas eran capaces de sostenerlo. Su mirada estaba ida, aquel rostro estoico no se parecía a nada a lo que era en esos momentos.

-Omega omega omega- repetía sin parar. Este miró a la dirección donde Kaveh se encontraba y comenzó a caminar hacia él. Con un paso firme y arrastrando consigo a los betas que intentaba bloquear su paso hacia Kaveh. El omega se encontraba totalmente aterrorizado, los alfas en su rutina eran algo que lo asustaban demasiado, pero Kaveh estaba listo para dar lucha. Sus piernas estaban ya listas para correr lo que fuera necesario, o eso creía, realmente creía que podría correr. Pero entre todo el caos que se desarrollaba frente a sus ojos, apareció uno de los hombres de Alhaitham, su jefe de personal. Un hombre mayor de cabello canoso y algo de barba. Se acercó al alfa que todavía era detenido por los pobres sirvientes y con un simple golpe en la nuca lo derribó. Y el alfa cayó inconsciente al suelo.

-Lamento esta situación amo Kaveh, se encuentra usted bien?- le preguntó acercándose al todavía desorientado omega. El anciano al ver que el rubio estaba bien, le ordenó a sus hombres que se llevarán al inconsciente alfa a su habitación- no se preocupe, tenemos un protocolo para lidiar con él joven amo. Espero que sepa entender que esto debe de quedarse entre nosotros no es así?

Kaveh miró como Alhaitham era arrastrado inconsciente a su habitación. Azar no debía de enterarse que aquello había ocurrido.

-Si- respondió estrechando su mano con la del otro hombre- a todos los que están aquí en este momento. Aquí no ha ocurrido absolutamente nada se entendió? -dijo con una voz firme y clara. Todos respondieron de forma afirmativa. El anciano no podía evitar sentirse algo preocupado por que tan fieles serían los sirvientes, pero debía ocuparse de su joven duque primero.

You Belong With Me [Haikaveh] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora