tres

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—Eu oli. ¿Estás bien? —Habló el castaño de mientras que le seguía la corriente a la chica.

—Sí, quizás sea el alcohol o algo así. Pero estás más lindo que nunca, Blas. —Sonrió la peliteñida mientras acariciaba el pelo del contrario. —Hace mucho no te veo brillar así, Florencia te consumía toda tu energía.

Lo miró a los ojos para seguir bailando casi que abrazados. Gracias al cielo nadie les estaba prestando atención y estaban todos en lo suyo y su alguien los estuviera mirando tampoco les importaba, solo les importaban ellos y nadie más.

—Vos también estás demasiado linda Oli. —Comenzaron a acercarse cara con cara hasta que sus labios rozaban, podían respirar de los suspiros del otro y eso les parecía perfecto.

Estaban por dar el paso hasta que.

—OLIIII, OLIVIAAAA. —Alargó el morocho. —Despertate nena, ¿que estabas soñando?

La chica se exhaltó y se sentó en la cama, tomando su cabeza entre sus manos. Estaba mareada y no sabía qué había pasado.

—Ay... ¿Qué pasó? —Cerró los ojos intentando recordar todo lo que había pasado anoche.

—Con todo el alcohol que tomaste, Oli. ¿Como vas a acordarte algo de lo que pasó? —Sonrió y se sentó al lado de ella, posicionando una mano sobre la cara de la chica. —Me parece que tenés fiebre, banca que te voy a buscar un ibuprofeno.

La chica solo asintió y se intentó acordar de lo que había pasado anoche, le costó un poco pero logró recordar lo último que había pasado durante la noche.

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Flashback

—Y SI TE DIGO QUE ESTA PENA QUE SIENTO SOLO ME LA PUEDEN SACAR TUS BESOS. —Cantó, casi gritando, la rubia en el centro de la "pista" mientras todos la veían y la grababan.

Se le había bajado el pedo de golpe o quizás estaba demasiado en pedo como para darse cuenta. Después de esa escena con Blas se paró y se dió cuenta que si le ponía onda quizás no iba a sentirse tan mal. Así que solo empezó a bailar, a tomar un poco más, a conversar con la gente y por sobretodo a pasarla bien.

—Bueno ya está, dejen de filmarme. —Comenzó a caminar afuera del círculo en el que estaba y buscó la primer cara conocida que viera, hasta que la vió y se acercó. —Ay dios, estoy mareada —Habló.

—Y, con todo lo que tomaste nena. —Rió Matias.

—Ay Mati, acompañame a la pieza de Blas, que quiero dormir. —El chico la acompañó y la escoltó para que no se pegara el palo de su vida cuando subiera las escaleras.

Al llegar a la puerta la chica le agradeció y Matías volvió hacia donde estaba antes. La chica abrió la puerta de la habitación y se encontró a Bla sentando en la cama, ya cambiado con su ropa normal.

—Buenas noches. —Habló la chica mientras se acostaba en la cama.

—Eh, ¿Te vas a dormir así nomás?

—¿Cómo más sino?

El chico se levantó de la cama y se acercó a su armario, sacando alguna remera vieja para luego tirarsela a la cara de la menor. —Ahí tenés, ponetela, yo no te miro.

La chica se empezó a desvestir y se vistió lo mas rápido que pudo, para que no la esperara tanto.

—Ya estoy.

El chico volvió hacia la cama y se sentó, agarrando su celular para boludear un rato antes de irse a dormir.

—Que lindo estás. —Sonrió la menor sin darle mucha importancia a lo que acababa de decir, sacó su celular y le tomó una foto. —Mirate. —Giró su celular y le mostró la foto.

gorgeous ; blas polidori Donde viven las historias. Descúbrelo ahora