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La última clase se pasó bastante rápido, normal como siempre, solo que esta vez el grupo de los imbéciles estaba incompleto, se notaba demasiado, pues el líder de los imbéciles y dos de sus vasallos no estaban, y obviamente al no estar el, los demás a penas se sentían, no eran lo suficientemente valientes como para seguir desafiando y faltando el respeto a sus mayores. No me importó mucho la falta de presencia de algunas personas, lo único que pasaba por mi mente en que es lo que haría durante toda la hora que duraría el Taller, por un lado me emocionaba escuchar a mi amiga por fín salir de su zona de confort y cantar pero otro lado me aburria pensar en escuchar a los demás, me imaginaba que sería como típica serie musical adolescente, donde todos se peleaban por tomar el papel protagónico o en cualquier momento comenzarian a cantar por algo, creo que veía muchas series, quizás sea algo tranquilo, podría jugar algún jueguito del celular mientras pasa el tiempo, solo será esta vez.

— Estoy demasiado nerviosa, no creo que pueda, no lo sé, ¿Qué pasa si vomito luego de cantar? .- Su amiga comienza a dar vueltas por el pasillo nerviosa.

— Basta, te irá genial, ¡todos quedarán encantados por tu voz y no querrán que te vayas jamás! y bueno si vomitas, no pasa nada, a cualquiera le pasa, no te preocupes, vómito después de tí si es necesario, así la atención se concentra en mi.- Tomo a mi amiga por los hombros para detenerla y mirarla directa a los ojos.

— Que asco Agatha…pero gracias, eres la mejor.- Liz me mira con asco luego de escuchar lo que había dicho pero rápidamente después me da un fuerte abrazo, le correspondí de inmediato, ella era mucho más bajita que yo o yo era muy alta, no me importaba, coloque mi cabeza en la suya y la acaricie por unos segundos para luego separarme de ella.

— Dejemos la inseguridad de lado y vamos al estupido taller, no quiero que llegues tarde a tu primera clase.- La tomó del brazo para dirigirnos al taller el cual quedaba cerca de la sala de profesores. 

Al entrar al aula de música, pude visualizar que al parecer era sopresivamente bastante popular el taller, había una gran cantidad de estudiantes de diferentes cursos, algunos en su mundo cantando, otros conversando entre sí y otros como nosotras entrando al aula con la misma cara de su amiga, a punto de hacerse pis de los nervios. Junto a Liz, nos sentamos en unos de los primeros asientos y como nunca antes, unos chicos se nos acercaron amablemente a establecer una charla casual, no me involucre mucho en la conversación, quería que Liz pudiera relacionarse y socializar con sus nuevos compañeros de coro, de todas formas a ella verían más a menudo no a mí, por lo que solo me dedique a observar como mi amiga sonreía y respondía tímidamente ante la charla de sus nuevos compañeros, me gustaba ver como Liz entraba en confianza, aunque de cierta forma me entristecía, quizás estaba muy acostumbrada a que ella confiara solamente en mi y que yo siempre estaba ahí para protegerla. Debería dejar de lado los celos de amiga y disfrutar como su amiga disfrutaba de algo que le gustaba y se sentía cómoda, lo único que en verdad me importaba era eso hasta el momento. 

El taller resultó ser bastante tranquilo de lo que me imaginaba, llegó un profesor joven asiatico, al parecer nuevo pues nunca lo había visto por la escuela, se presentó ante la multitud de estudiantes y explicó cuál sería su método de enseñanza, incitando a los presentes en dejar de lado todo tipo de vergüenza pues este era un espacio seguro donde podían expresar todo lo que sentían por medio del canto, libre de juicios vacíos y burlas tontas, un lugar perfecto para personas como Liz, a ella le iba a encantar participar a este taller. El profesor emanaba una energía positiva y de confianza por lo que me sentí automáticamente tranquila al ver que su amiga estaría segura en este lugar y con sus nuevos compañeros. 

Como era de esperarse, todos quedaron encantados al escuchar a su amiga cantar, ella había tomado la valentía de cantar de las primeras luego de que el profesor abriera el espacio para quien quisiera cantar al frente de todos que lo hicieran. Yo tan solo me quedé a verla orgullosa por su progreso y a mí por soportar no quedarme dormida durante todo el taller, malditas siestas, tenían mi horario de sueño demasiado desequilibrado. 

"𝐀𝐧𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞𝐝𝐚" | 𝐉𝐮𝐣𝐮𝐭𝐬𝐮 𝐊𝐚𝐢𝐬𝐞𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora