Ambos chicos se levantaron con no mucha dificultad, claro, al estar controlados por la maldición no sentían dolor, con lo que hice al menos tenía que haberlos dejados inconscientes por el choque pero no paso, no podía atacar a la maldición si estaba ellos de por medio, por mucho que quisiese, no podía matarlos. La maldición se encontraba detrás de ellos y ahora era más grande que antes.— ¿Qué harás conmigo hechicera? JAJAJA ¿Me matarás? ¡NO TE LO PERMITIRÉ! .- La maldición toca la espalda del amigo de Nathaniel y este corre hacia mi con una rapidez descomunal. Antes de que llegará a pocos metros cerca de mi, levanto mi mano en dirección hacia el y lo congelo en el aire, haciéndolo levitar por unos segundos para luego empujarlo hacia la maldición. Esta la esquiva sin dificultad, chocando el chico contra la pizarra del fondo, rompiendo de esta a su paso. Lo que pude notar en esos segundos es que la maldición al esquivar al chico corrió con su mano el cuerpo de Nathaniel para que tampoco chocará contra él, lo estaba protegiendo, ¡claro, era su hijo o eso creo! El chico se levanta del suelo y comienza a correr hacia mi nuevamente, procedo a realizar lo mismo, sin embargo, lo mantengo levitando lejos de mi, congelado cerca de la pizarra rota.
El dolor de mis hombros comienzan a hormiguear por todo el cuerpo, como si la maldición hubiera inyectado algo en donde había colocado sus garras, algo estaba provocando dentro mí, y si mi predicción es correcta, probablemente quiera controlar mi cuerpo y mente. Al parecer esa era su técnica, controlar a los demás como títeres con solo tocar a la persona, como si estuvieran bajo un embrujo. Necesito controlar mi mente, no importa lo que haga con lo que resta del cuerpo, mi mente es mi mayor arma contra ella, mi mente es la única que puede hacer un contraataque a su técnica. Intento concentrarme en mi próxima acción, es claro que su punto débil era Nathaniel, aunque no sé si al atacar al chico, le haría más daño a la maldición, quizás al hacerlo incentive su poder, no, no voy atacar a Nathaniel, tenía que ir directo contra ella. Lo que tenía claro es que debía tener bajo control al amigo de Nathaniel, si lo suelto, volvería atacarme y no quería lastimarlo, fuera de toda la rabia, sabía que sus acciones eran totalmente influenciadas por la maldición, eso quería creer.
Tengo que distraerla de alguna forma, quiero saber cual es el alcance de su poder para poder contrarrestarlo con el mio y saber que hacer contra ella. Sin pensarlo más, comienzo a tirar los pupitres con energía maldita hacia la maldición, no eran tan potentes como quisiera, pues también estaba concentrada en mantener congelado al otro chico en la esquina del aula. Lo única acción que hizo la maldición fue moverse alrededor del aula, escondiendo antes a Nathaniel detrás del escritorio del profesor. Claramente había esquivado casi todos mis ataques, la maldición era bastante ágil y rápida, tiene que equipararme a su nivel o si no iba a morir en sus garras.
— ¡Qué decepción! pensé que podríamos jugar un rato pero eres muy aburrida… y débil JAJAJA .- Escucho a la maldición a lo lejos, no sabía donde se había metido, yo aún mantenía mi posición de ataque pero era inevitable no admitir que estaba jodidisima de miedo. De un momento a otro, siento que me levantan del suelo y me tiran hacia mi izquierda, chocando con la pared y con algunos pupitres. Me había agarrado desprevenida y con algo de dificultad intento recomponerme del suelo, tosiendo sangre una vez ya estaba en pie, estaba demasiado estresada y adolorida, era claro que yo era más débil que ella, al menos cuando se trataba de combate.
— No me importa lo que me digas, lo único que sé, es que te exorcizare y solamente verás a tu hijo en el puto infierno de donde pertenercen.- Al parecer no fue de su agrado lo ultimo que le dije, ya que no paraba de emitir gritos guturales y su tamaño ahora era mucho más grande, a comparación a la simple sombra que siempre acompañaba a la profesora a todas las clases.
Comienzo a concentrarme en aprisionar a la maldición proyectando un campo magnético con energías psicoquinéticas malditas, con la idea de mantener a la maldición inmovilizada y evitar que vuelva a atacarme desprevenidamente. Luego de observar sus movimientos, la pude inmovilizar en el aire con mucha dificultad, puesto que aún podía moverse dentro del campo magnético que la mantenía aprisionada. Efectivamente la maldición era mucho más fuerte que yo, pero no podía dejar esta oportunidad de lado, habia sido muy complicado poder centrarme en realizar algo, el miedo me había paralizado por completo y no había podido concretar algún plan efectivo para hacerle pelea, lo cual me daba una rabia impresionante conmigo misma, debí hacerle caso a mis padres, pues algún día me iba a enfrentar a estas situaciones y ahora que estaba a pocos minutos de la muerte, no hago más que reprocharme por mis malas decisiones.
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"𝐀𝐧𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞𝐝𝐚" | 𝐉𝐮𝐣𝐮𝐭𝐬𝐮 𝐊𝐚𝐢𝐬𝐞𝐧
Fanfiction✰*⭒⋆ ༅ 𝑻𝒂𝒌𝒆 𝒊𝒕 𝒊𝒏 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕 𝒏𝒐𝒘, 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒉𝒆𝒓 ༄ ⋆⭒*✰ Una joven hechicera conocida como Agatha Takano descubre que sus habilidades mágicas provienen de un ser cósmico llamado "Andromeda", quien reside dentro de ella, utilizán...