"𝐀𝐧𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞𝐝𝐚" | 𝐉𝐮𝐣𝐮𝐭𝐬𝐮 𝐊𝐚𝐢𝐬𝐞𝐧

- 03

No tuve que esperar hacer ningún movimiento, pues pude sentir de inmediato como la maldición ya no estaba prestando atención a lo que estaba haciendo Nathaniel. La maldición ya no estaba sonriendo y su cara estaba en dirección a la puerta donde yo me encontraba. 

— Mierda… .- La maldición apareció enfrente de mi cara, fue tan repentino que no pude aguantar un pequeño grito. Rápidamente todos se giraron hacia mi, claramente me habian escuchado entre tanto ruido, pero lo que más me asustaba era el hecho de que podía ver con claridad a la maldición, las cuencas de sus ojos estaban completamente vacías y su cara estaba completamente desfigurada, no obstante, se podía ver que se trataba de una mujer.

— ¿Qué cojones? .- Escucho a Nathaniel, mientras soltaba a la profesora y esta se quejaba al caer al suelo. La maldición se aparta de donde estaba para ver como Nathaniel se acercaba hacia mí.- ¿Hace cuánto estás acá? ¿Acaso escuchaste algo? .- Su cara estaba completamente trastornada, era como si la maldición había tomado control de el.

— Yo…yo… solo pasaba por acá… .- Comencé a sudar frío. La maldición ahora se encontraba detrás de Nathaniel y su terrorífica sonrisa había vuelto aparecer.

— ¡MENTIROSA, DIME CUANTO ESCUCHASTE! .- Sin pensarlo, Nathaniel me agarra bruscamente del cuello de mi camisa.

— ¡OYE IMBÉCIL, SUÉLTAME! .- Estaba demasiado asustada, ¿Quien se creía para tocarme? rápidamente comencé a empujarlo para que me soltara de una maldita vez. Era tanta la desesperación y el forcejeo entre ambos que en un momento a otro, este sale disparado hacia la mesa de enfrente, rompiendo de esta a su paso, claramente yo había sido la causante de aquello y no era porque tuviera super fuerza, si no que sin pensar y por la adrenalina que estaba sintiendo, active mi técnica maldita y empuje a Nathaniel con un campo magnético, como siempre, mi telequinesis se manifestaba en los peores momentos ¿Por qué me costaba tanto controlarla?

— ¡NOOOOOOOOOOOO! .- La maldición da un grito casi gutural, acercándose casi como si se hubiera teletransportado hacia Nathaniel. El grito fue tan estruendoso que lo único que opté fue taparme los oídos.

— Pero que mierda… ¡No se queden ahí parados! ¡Atrapenla! .- Nathaniel aún desde el suelo manda a sus amigos, ellos se miraron entre sí confundidos y aún no se movían desde donde estaban.- ¡¿QUÉ HACEN?! ¡MUEVANSE! .- Nathaniel intenta pararse del suelo sin mayor éxito. 

Iba a comenzar a correr una vez comprendí lo que estaba sucediendo y lo que acaba de hacer, personas no hechiceras habían presenciado mi técnica maldita, ¡esto no podía estar pasando! No obstante, no lograba que mis pies se movieran del suelo, fijo mi mirada al suelo inconscientemente y logro ver como aparecían unas garras que tomaban de mis pies y piernas, no me había percatado que la maldición ya no estaba junto a Nathaniel. Intenté como pude moverme pero fue en vano, cuando llegaron los dos secuaces de Nathaniel agarrarme de los brazos, recién pude moverme del suelo, las garras que sostenían mis piernas habían desaparecido, tal parecía que la maldición estuviera ayudando a los imbéciles.

— ¡SUELTENME IDIOTAS! ¡SUELTENME! .- Ambos chicos me llevaron hacia donde se encontraba la profesora y me tiraron ahí. Comencé a sollozar, no podía creer lo que estaba pasando, no quería provocar más problemas pero sabia que tenia que hacer algo, no podía dejar que me maltrataran al igual que sus víctimas, al igual que la pobre profesora, pero no sabía cómo defenderme sin utilizar mi tecnica maldita, era una debilucha en cuanto a combate cuerpo a cuerpo, me estaba desesperando, porque además estaba esa maldición que rondaba alrededor de Nathaniel, ¿Sentirá Nathaniel la maldición? No, no creo… ¿o sí?

— No sé qué cojones me hiciste, pero me las pagaras… ¡Y TÚ TAMBIÉN! .- Nathaniel nos mira furioso y luego de decir lo último, apunta a la profesora, apareciendo la maldición y asintiendo a su paso con una sonrisa macabra. Los dos otros chicos no sabían dónde caerse muertos, estaban igual de asustados que nosotras, sin embargo no era capaces de contradecir a Nathaniel, ¿Porque generaba tanto poder en ellos? Nunca lo entenderé, ni tengo el tiempo ahora para psicoanalizar a los imbéciles, porque caen en el mismo saco que Nathaniel, los tres eran igual de nefastos.