"𝐀𝐧𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞𝐝𝐚" | 𝐉𝐮𝐣𝐮𝐭𝐬𝐮 𝐊𝐚𝐢𝐬𝐞𝐧

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El día había llegado y ahora Agatha estaba en su alcoba probándose el uniforme azul marino que Yuki le había traído, el cual constaba principalmente por una falda elegante larga y holgada de tiro alto, junto a una camiseta blanca ajustada y un blazer corto del color de la falda y unos botones dorados dibujados en ellos un remolino. La chica se preguntó si ese era el uniforme que todos ocupaban en la escuela, bueno, en este caso las chicas, pues en un principio lo encontró un tanto horrible pero cuando se lo puso, en ella no quedaba tan mal. Luego de los duros entrenamientos, pudo darse cuenta lo mucho que había adelgazado, por lo que la camiseta no le quedaba tan ajustada como pensaba, no se había dado cuenta, pues acostumbraba a usar ropa holgada cada vez que salía junto a Yuki.

— ¡Apúrate o llegaremos tarde! ¡A Yaga no le gustan los atrasos! .- Grita desde el salón Yuki. Estaban bien de tiempo, tan solo quería molestar a la chica, pues quedaba muy poco tiempo para seguir viéndola seguido, lo que provocaba que se le formara un nudo en la garganta, cosa que obviamente oculto firmemente a Agatha, no quería que ella se enterara lo acostumbrada que estaba por estar junto a ella y entrenarla.

— ¡Ya voy! .- Agatha sale de su alcoba sin antes mirarse una vez más al espejo, ese iba a ser su atuendo la mayoría del tiempo, por lo que tendría que acostumbrarse obligadamente, aún cuando encontraba horrible el color. Por otro lado, su cabello lo ató en una coleta simple, no tenía cabeza para maquinar algún estilo en particular, ni aparentar ser alguien diferente, su estilo siempre ha sido bastante normal, para no llamar la atención y esta vez no iba a ser la excepción.- Estoy lista… por cierto, ¿Quien es Yaga?

— Masamichi Yaga, será uno de tus profesores en la escuela de hechicería, el te hará una entrevista de ingreso, tu tan solo responde sinceramente a sus preguntas, de todas formas ya estas dentro de la escuela, simplemente es una rutina vieja y anticuada que a él le gusta realizar, así que no te asustes, piensa que es a mi a quien le respondes, eso funcionara.- Yuki comienza a comer su desayuno sin apuros.

— No funcionará, no le podré decir que se joda, me expulsaran.- Agatha se sienta al frente de Yuki, para comenzar a comer una de las tostadas de la rubia.

— Jajaja me gustaria ver eso, no te expulsaran pero si recibiras un buen golpe y no de él en específico.- Yuki sigue comiendo pero sin dejar de ver a Agatha, siendo invadida por la tristeza nuevamente, rápidamente desvió su mirada a la televisión, ya era el día que los caminos de ambas chicas se iban a separar.

— Oye, nunca te pregunte esto, pues habitualmente se lo hago a los hombres la primera vez que los conozco pero… ¿Cual es tu tipo de chico o chica? .- Yuki mira divertida a Agatha, ella por su lado, comienza a toser al escuchar la pregunta, para luego dar una fuerte carcajada, esa pregunta solo iba a provenir de ella.

— Bueno… nunca lo había pensado a decir verdad.- La chica se rasca la cabeza pensando su tipo ideal, muchas imágenes aparecían en su mente, por un lado, Howl del increíble castillo ambulante, por otro lado también le gustaba los villanos, como Anakin Skywalker, había quedado completamente flechada al ver al actor personificar a su personaje favorito de Star Wars, sin embargo, había un punto intermedio por el cual siempre pensaba antes de ir a dormir. En cualquier adaptación que se realizaba de este personaje, ella creaba una y mil historias en su mente, siendo ella la protagonista.- Definitivamente alguien que me de aires del fantasma de la opera.

— Un amor gotico, algo como la bella y la bestia… que rara eres.- Yuki niega pero con una sonrisa en su boca, por fin podía preguntar, luego de tanto tiempo aguantando por la culpa que sentía debido a Kai. 

— Bueno, tú preguntaste, ahora te aguantas .- Agatha se cruza de brazos un tanto sonrojada.- Por cierto, ¿No íbamos atrasadas?

— Cierto.- Yuki se para rápidamente de la mesa, para luego ir en búsqueda de los cascos para viajar en moto. Agatha sigue el ritmo de Yuki y comienza a prepararse, llevando algunos recuerdos en su bolso.