|| 𝓚atherine 𝓟otter ||
«Las almas gemelas se encuentran, ya que tienen el mismo escondite...» me decían
«¿Un Slytherin y una Gryffindor pueden estar juntos?» esa pregunta resonaba en mi cabeza...
Dos mellizos sobrevivieron al Señor de las Tiniebla...
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...
Tal vez Kate había comido demasiadas fresas, porque tuvo un sueño muy extraño. Tenía puesto el turbante del profesor Quirrell, que le hablaba y le decía que debía pasarse a Slytherin de inmediato, porque ése era su destino. Kate le contestó al turbante que no quería estar en Slytherin y el turbante se volvio cada vez más pesado. Kate intentó quitárselo, pero le apretaba dolorosamente, y entonces apareció Malfoy, que se burló de ella mientras luchaba para quitarse el turbante.
Repentinamente, su corbata había cambiado de escarlata y dorada a verde esmeralda y plateado. Apareció Harry y la observaba molesto, parecía decepcionado y se negaba a hablarle, esaba furioso. Kate intentaba saber el porqué estaba molesto con ella, cuando Harry la empujo y cayó de bruces detrás de un muchacho de piel pálida y cabello platinado, Draco Malfoy se burlaba de ella y Harry se convirtió en el profesor de nariz ganchuda, Snape, cuya risa se volvía cada vez más fuerte y fría... Se produjo un estallido de luz verde y Kate se despertó, temblando y empapada en sudor. Se dio la vuelta y se volvió a dormir.
...
A la mañana siguiente, Hermione Granger la despertó.
― ¡Si te levantas ahora tendremos una hora para organizar todo e ir a desayunar!―. Katherine se levantó a regañadientes, pero lo hizo porque le costaba peinarse.
―¡Rapido!, ¡Tenemos una hora para todo!-gritó Hermione
― ¡Es mucho tiempo! ―gritó una de las chicas de nuestro dormitorio, que dejo de protestar al ver la feroz cara de Hermione.
Cuando Kate se terminó de cambiar, entre bostezos, fue al baño y se lavó los diente. Se cepilló el cabello y se colocó su usal moño blanco.
Preparó su mochila y luego bajaron a la sala común ― ¿No ha bajado Harry todavía?― preguntó Kate, entre bostezos
― No, al parecer no. Todos se fueron a desayunar menos él y Ron, y claro, nosotras―.
― Bueno... ―respondió Kate buscando un lapicero y un anotador en la mochila ― Emmh, les voy a dejar una nota, ya vuelvo, me voy a la torre de los chicos ―
― Esta bien, pero apurate ―dijo Hermione, con aire de desaprobación al verla subir a la torre.
Kate subió a la torre de los chicos y cuando entré al dormitorio de Harry y Ron, los ví. Los dos estaban profundamente dormidos, por lo que me se apoyó en la pared y comenzé a escribir:
