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|| FLOURISH & BLOTTS ||

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La vida en La Madriguera no se parecía en nada a la de Privet Drive. Los Dursley lo querían todo limpio y ordenado; la casa de los Weasley estaba llena de sorpresas y cosas asombrosas. Kate se llevó un buen susto la primera vez que se miró en el espejo que había sobre la chimenea de la cocina, y el espejo le gritó: «¡Vaya pinta! ¡Plánchate la falda!».

El espíritu del ático aullaba y golpeaba las tuberías cada vez que le parecía quere inaba demasiada tranquilidad en la casa. Y las explosiones en el cuarto de Fred y George se consideraban completamente normales. 

 Lo que Kate encontraba más raro encasa de Ron, sin embargo, no era el espejo parlante ni el espíritu que hacía ruidos, sino el hecho de que allí, al parecer, todos los querían. La señora Weasley se preocupaba por el estado de sus calcetines e intentaba hacerle comer cuatro raciones en cada comida. Al señor Weasley le gustaba que Harry se sentara a su lado en la mesa para someterlo a un interrogatorio sobre la vida con los muggles, y le preguntaba cómo funcionaban cosas tales como los enchufes o el servicio de correos.

— ¡Fascinante! —decía, cuando Harry le explicaba cómo se usaba el teléfono—. Son ingeniosas de verdad, las cosas que inventan los muggles para apañárselas sinmagia. 

Una mañana soleada, cuando llevaban más o menos una semana en La Madriguera, Kate les oyó hablar sobre Hogwarts. Cuando Ginny y ella bajaron a desayunar, encontraron al señor Weasley con la señora Weasley sentados a la mesa de la cocina. Luego de un rato, bajaron Harry y Ron. Al ver a Harry, Ginny dio sin querer un golpe al cuenco de las gachas y éste se cayó al suelo con gran estrépito. Ginny solía tirar las cosas cada vez que Harry entraba en la habitación donde ella estaba. Se metió debajo de la mesa para recoger el cuenco y se levantó con la cara tan colorada y brillante como un tomate. Haciendo como que no lo había visto, Kate cogió la tostada que le pasaba la señora Weasley.

— Han llegado cartas del colegio —dijo el señor Weasley entregando a Harry, a Kate y a Ron tres sobres idénticos de pergamino amarillento, con la dirección escrita en tinta verde—. Dumbledore ya sabe que están aquí, Harry y Kate; a ése no se le escapa una. También han llegado cartas para ustedes dos —añadió, al ver entrar tranquilamente a Fred y George, todavía en pijama.

— Buenos días, fotocopias —  dijo Kate, batiendo sus pestañas inocentemente.

— Muy buenos días, pequeña Kitty Cat— respondieron a coro. 

 Hubo unos minutos de silencio mientras leían las cartas. A Kate le indicaban quecogiera el tren a Hogwarts el 1 de septiembre, como de costumbre, en la estación de Kings Cross. Se adjuntaba una lista de los libros de texto que necesitaría para el curso siguiente:

Los estudiantes de segundo curso necesitarán:

— El libro reglamentario de hechizos (clase 2), Miranda Goshawk.

𝓓ayligth || 𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora