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|| 𝐅𝐎𝐑𝐁𝐈𝐃𝐃𝐄𝐍 𝐅𝐎𝐑𝐄𝐒𝐓 ||

|| 𝐅𝐎𝐑𝐁𝐈𝐃𝐃𝐄𝐍 𝐅𝐎𝐑𝐄𝐒𝐓 ||

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...

Las cosas pudieron haber empeorado, pero no.

  Filch la llevó al despacho de la profesora McGonagall, en el primer piso, donde se sentaron a esperar; sin decir una palabra.

Sentía a Harry y Hermione cuchichear detrás de ella. Excusas, disculpas y locas historias cruzaban la espalda de Kate, cada una más débil que la otra. Ella no podía imaginar cómo se iba a librar del problema aquella vez. Estaba atrapada. ¿Cómo podían haber sido tan estúpida cómo para dejarse guiar por un escalofrío?

  No había razón en el mundo para que la profesora McGonagall aceptara que había estado vagando durante la noche, para no mencionar la torre más alta de Astronomía, que estaba prohibida, salvo para las clases. Aunque tal vez, está vez si. Kate pensaba que las cosas no podían estar peor. 

   Estaba equivocada. Cuando la profesora McGonagall apareció, llevaba a Neville. 

— ¡Katherine! —estalló Neville en cuanto la vio—. Estaba tratando de encontrarte para prevenirte...— Kate le lanzó una mirada que indicaba que mintiera— ... no quería que recuperarás mi tarea de Astronomía...?— Neville intentó ser convincente, pero sonaba más como pregunta que afirmación. La profesora McGonagall la vio. La miró como si echara fuego igual queNorberto y se irguió, amenazadora, sobre los dos. 

— Nunca lo habría creído de ninguno de vosotros. El señor Filch dice queestaban en la torre de Astronomía. Es la una de la mañana. Quiero unaexplicación. 

Tan rígida como una estatua, Kate abrío la boca: — Te... Tengo una ex... explicación...— MacGonagall le indicó que continuara—. Mi pequeña roedor, Zissy, se extravío, y no quería que la señora Norris la comiera... Zissy suele dormir en la torre de Astronomía...— la profesora MacGonagall abrío la boca para prostestar, pero Kate saco algo blanco y pequeño de su bolsillo y se lo enseñó; una pequeña ratita dormida, seguida de un pergamino firmado por Neville Longbottom.

— Su historia es muy convincente— dijo—. Aunque, creo que tengo idea de lo que sucedió —continuó la profesora McGonagall—. No hace falta ser un genio para descubrirlo. Te inventaste una historia sobre un dragón para que Draco Malfoy saliera de la cama y se metiera en líos. Te he atrapado. Supongo que te habrá parecido divertido que Longbottom oyera la historia y también la creyera, ¿no?— Kate captó la mirada de Neville y trató de decirle, sin palabras, que aquello no era verdad, porque Neville parecía asombrado y herido. Pobre metepatas Neville, Kate sabía lo que debía de haberle costado buscarlos en la oscuridad, para prevenirlos.

— ¡No...!— Kate hizo una pausa, pensando— Usted sabe que mi hermano detesta leer, y...—.—Tengo un libro muggle que habla de dragones, sólo se lo estaba narrando... si quiere se lo puede demostrar...—

𝓓ayligth || 𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora