THE BLACK EGG [KOOKV]

Capítulo 4

[Un mes después]

Narrador omnisciente

Los días habían pasado increíblemente rápido para Kim Taehyung. Su rutina estudiantil fue cambiada de un día para el otro, de ser el mejor de la clase pasó a convertirse en la "madre" de un bebé híbrido de dragón.

Totalmente inusual, un cambio drástico, pero el rubio no era totalmente infeliz.

SooBin es así es como Taehyung lo llamaba, aunque su progenitor le decía "cachorro", era un ángel.

Bebía varios biberones de leche en el día, dormía como un osito por casi veinte horas, raramente lloraba y se dejaba cambiar los pañales sin emitir ni una sola queja.

Tae se comunicó con YoonGi y días después NamJoon apareció en la manada con el híbrido de gato en sus brazos.

El reencuentro con su mejor amigo fue cálido y reconfortante, pero sabía que Min estaba algo furioso.

Cuando se adentraron a la cabaña del líder y hablaron por horas YoonGi le dejó saber que no era su maldito deber cuidar de un bebé que no era suyo, incluso si éste había sentido su aroma, Taehyung no era su madre. Le insistió en volver a clases, también le anunció que todos los profesores preguntaban por él y que ansiaban el regreso del mejor estudiante.

Pero el rubio, sorpresivamente para Yoon, se negó a su pedido.

Y Taehyung no tenía idea que cierto pelinegro estaba cerca escuchando la conversación, rogando mentalmente que el humano no se deje engañar por el gato malhumorado.

YoonGi volvió días después y cenaron juntos un domingo, y por lo que Kim notó, JungKook y Min no se soportaban.

La tensión fue bastante molesta, pero Yoon prometió volver pronto.

Y Taehyung por más que recibía algunas malas miradas, sobre todo de mujeres, hizo varios amigos en la manada Drakon.

Primero estaban NamJoon y SeokJin, quienes fueron realmente amables, los primeros días le enseñaron cada rincón de la manada y lo hicieron sentir bienvenido.

NamJoon era un híbrido de lo más tierno, cariño y gentil, diferente a JungKook.

SeokJin solía ser algo irónico, a veces hablaba a los gritos y Tae debía cubrir sus oídos, la mayor parte del tiempo retaba a su hermano menor por cualquier cosa y le recordaba que él lo había criado y debía respetarlo.

El rubio ocultaba sus risas cuando veía a los hermanos discutir, le parecía muy gracioso como JungKook le murmuraba por lo bajo como un niño pequeño.

Jin era el dueño de una pastelería y fue en la décima noche que le preguntó a Tae si le gustaría ayudarlo con el local. Por supuesto, SooBin tendría que estar con él en todo momento y además se le daría una buena paga.

No es como si le hiciera falta el dinero, el menor de los Jeon se ocupaba de otorgarle todo lo necesario, desde ropa, productos de higiene personal e incluso accesorios como pañuelos de seda o boinas.

Esos eran los favoritos de Taehyung.

El humano había aceptado la propuesta de Jin, no sólo porque el chico le caía muy bien, sino que era bueno para su salud mental y no estar pendiente de si JungKook volvió de alguna cita apestando a otra mujer, con el cabello desarreglado y una que otra marca en el cuello.

Porque sí, JungKook parecía ser un adicto al sexo o algo parecido, y no era una característica de los híbridos de dragón, ya que conoció a otros y no eran de esa manera.

Por las noches, mientras él acostaba a SooBin en su cuna, escuchaba la puerta abrirse y luego los pasos de Jeon subiendo las escaleras. El aroma a perfume femenino que portaba solía ingresarse en la habitación en la que Taehyung dormía con el bebé.