High Hopes | D.H.

02 | Hale Family

[ Capítulo dos ]
Familia Hale

  Al escuchar los delicados toques en la puerta de su habitación no dudo en esconder la fotografía bajo su almohada y voltear enseguida hacia ella con una sonrisa.

— Hola campeón— rodea la cama hasta sentarse junto a él —¿Cómo estás?

—Bien—baja la mirada a sus manos—solo estaba pensando unas cosas

—¿Todo en orden?

—¿Realmente quieren ir a Beacon? —la pregunta logró confundirla, no esperaba este repentino cambio— Ustedes me llevarán solo para este partido, hicieron movimientos en sus trabajos, Alice tuvo que cancelar su salida— baja la vista a la camiseta del equipo que tenía entre sus manos, con el número once marcado en la espalda—Y ni siquiera voy a jugar, estaré en la banca todo el tiempo.

— Eli—acaricia su espalda.

—Soy terrible en el deporte mamá, no tienes que mentir.

— Si es necesario obligare al entrenador a qué vayas al campo.

—¡No! —se apresura a decir, haciendo sonreír a la castaña al ver sus gestos exagerados, era igual de expresivo y ocurrente que su mejor amigo —No lo hagas por favor.

— Sabes... Cuando tenía tu edad, mi mejor amigo, Stiles, iba en el equipo de Lacrosse y era muy malo—ambos sonríen—Pero Noah siempre estuvo ahí, en cada uno de sus partidos apoyándolo, y nos decía a todos los orgulloso que estaba de él—acaricia su cabello —Así que me prometí que si un día llegaba a tener un hijo, lo apoyaría siempre, cómo Noah lo hizo—vio una pequeña sonrisa formarse en su rostro—Y a decir verdad, recuerdo que tú padre era malo en Lacrosse— baja la voz, siendo solo audible para el, escuchando una risa nasal del menor—Solo... confía en tus instintos.

—Mama...

—No vamos a tocar ese tema— levanta ambas manos en señal de rendición—Pero hijo— toma acaricia su mejilla— no debes preocuparte por quedar bien con nosotros, estamos encantados de ir, tu hermana igual. No pienses demasiado las cosas Eli, solo consigue la pelota e intenta anotar. Yo estaré aplaudiendo desde las gradas.

— Gracias mamá— cierra los ojos al sentir los brazos de la castaña rodearlo y depositar un beso en su frente, sintiéndose protegido y apoyado, como siempre solía ser.

  Madison acaricia el cabello ondulado de su hijo escuchando el latir de su corazón, apoya su mejilla sobre su cabeza y su vista se dirige al portarretratos que su hijo tenía sobre la mesa de noche, dónde salía con sus amigos en la entrada de su instituto, riendo y abrazándose por los hombros.

  Su vista se profundizó en los detalles de la fotografía, especialmente junto al árbol que había tras ellos dónde vio a un chico castaño de brazos cruzados, mirando fijamente hacia la cámara.