"¿𝐐𝐔𝐄 𝐇𝐀𝐘 𝐃𝐄 𝐌𝐀𝐋𝐎 𝐄𝐍 𝐐𝐔𝐄𝐑𝐄𝐑 𝐁𝐄𝐒𝐀𝐑𝐓𝐄?"
Milagros era una de las tantas pibas que vivían en fuerte apache, se la pasaba en la suya sin prestarle atención al resto. Sus únicas preocupaciones eran el fútbol y sus únicos amigos...
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"𝙎𝙄 𝙏𝙍𝘼𝙏𝘼𝙉 𝘾𝙊𝙉𝙏𝙄𝙂𝙊 𝙋𝙇𝘼𝘾𝘼 - 𝙋𝙇𝘼𝘾𝘼"
༒︎
Estaba llegando la tarde y la lluvia caía fuertemente por el barrio, que este lloviendo en febrero era una bendición. Si bien estaba lloviendo que parecía que se caía el cielo, el ambiente estaba bastante caluroso de todas formas. Volvía a estar sola en casa, mamá había vuelto ayer pero solo para dejarme un regalo para tapar que literalmente me dejaron sola por una semana. El regalo era un celular táctil, mi primer celular. Seguramente Adri le dió la idea, porque ayer en el cumpleaños de Carlitos también le habían regalado uno a él. Era re difícil usar este aparato, me costó bastante poder mandar mi primer mensaje, pero digamos que ya aprendí, hasta tenía cuenta en tuirer, o como se diga.
Había anotado el número de familiares míos, pocos tenían celular, mayormente eran primos míos y mis papás los que anoté. También tenía el contacto de Carlitos, Mariela y Lucia. Ya me sentía una reina en redes ¿Podrán las pelos? Lo dudo.
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Listo, no me hablen si no tienen más de 10 seguidores o si sus posts no pasan los 15 likes. Lamento sonar así de forra, pero ya soy famosa y esa es mi vida desde ahora en más.
Seguía tratando de ver qué más podía hacer con el celular, me saque un toque de fotos haciendome la linda y le puse un fondo a mi celu, ya me estaba gustando esto de las redes. Me estaba poniendo la diez en el jueguito de la víbora, desde que jugué aquella vez con Danilo empecé a jugar más seguido y ahora se podría decir que soy hasta mejor que él. Estaba casi pasando mi record hasta que un golpe en la ventana me hizo dar un pequeño salto, no le di bola porque pensé que eran granizos por la gran lluvia que había afuera. Pero otro golpe más fuerte me hizo dejar el celular a un lado y acercarme hacia la ventana de mi habitación, parecía que me habían tirado un ladrillo de lo mucho que sonó el golpe. Abrí la ventana y ya me estaba preparando para pelear con el que me había tirado el cascote en la ventana hasta que ví quien era.
—"¿Vos sos loco, nene? Mira como llueve"—Le dije retandolo, él me sonrió.
—"Y como que me di cuenta ya, es medio obvio ¿No?"—Me dijo con obviedad, note que tiritaba un toque del frío—"¿Me va' a abri'? ¿O tengo que subi' por la ventana como en lo' viejo' tiempo'?"—Me dijo riéndose, yo negué con la cabeza.
