"¿𝐐𝐔𝐄 𝐇𝐀𝐘 𝐃𝐄 𝐌𝐀𝐋𝐎 𝐄𝐍 𝐐𝐔𝐄𝐑𝐄𝐑 𝐁𝐄𝐒𝐀𝐑𝐓𝐄?"
Milagros era una de las tantas pibas que vivían en fuerte apache, se la pasaba en la suya sin prestarle atención al resto. Sus únicas preocupaciones eran el fútbol y sus únicos amigos...
Otro día re aburrido como siempre. Estaba ahí sentado y en el sillón que vendría siendo un colchón tirado en el piso, tenía al lado al Seba que se estaba re drogando como siempre. Yo estaba usando el celular choto que tengo que andar para el orto pero mientras me deje hablar con mi mujer todo bien.
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Le estaba sonriendo como un pelotudo al celular, por suerte el Seba estaba re en otra porque si no me iba a comer el descanso más grande de mi vida. Subí la mirada del celular cuando me acerco el plato con merca, yo lo mire confundido.
—"¿Que pasa con vo'? ¿Te haces el santo ahora?"—Me dijo sonandose la nariz—"Dale, aspira un toque. Te convido porque sos mi hermanito nomás"
—"No quiero, Seba"—Le dije alejando el plato, él me miró alzando las cejas.
—"¿Que pasa? ¿Ahora te tiene gobernado la piba esa?"—Me preguntó dejando el plato en la mesa—"Todo bien con la Milagros, pero tampoco vas a hacer lo que ella te diga. Dale, aspira"—Me dijo acercándome el plato una vez más.
—"¡Que no quiero, Seba! No quiero. Y no la meta' a la Mili que no tiene nada que ver"—Le dije dejando el plato en la mesa con enojo.
—"Mira como te tiene la piba esa ¿No te das cuenta que te está controlando?"—Me dijo chasqueando la lengua—"¿Vo' te vas a dejar gobernar por una pibita, Danilo?"—Me pregunto mirándome, yo me quedé callado.
—"No me quiero merquear, nada ma'. La Mili no tiene nada que ver, ya te dije"—Le dije mirándolo de reojo—"Adema', vo' también tendría' que aflojar con esa mierda"
