"¿𝐐𝐔𝐄 𝐇𝐀𝐘 𝐃𝐄 𝐌𝐀𝐋𝐎 𝐄𝐍 𝐐𝐔𝐄𝐑𝐄𝐑 𝐁𝐄𝐒𝐀𝐑𝐓𝐄?"
Milagros era una de las tantas pibas que vivían en fuerte apache, se la pasaba en la suya sin prestarle atención al resto. Sus únicas preocupaciones eran el fútbol y sus únicos amigos...
Danilo y yo nos habíamos levantado tipo 13:30 de la tarde porque los lindos se levantan a la hora que quieren. Hoy era el cumple de Adri, íbamos a ir a verla. Carlos estaba solo ahora en su casa, la idea era ir a hacerle una torta y decorar un toque la casa para cuando ella vuelva. Mi viejo nos había hecho un guiso para que comamos algo antes de ir, sé que no se desprecia la comida, pero en serio le salio tan mal que prefería ir con hambre hasta la casa de Carlos. Yo no entendía como Danilo se había podido comer dos platos de ese guiso, gracias a dios mi viejo es abogado y no cocinero porque se caga de hambre.
Estábamos en el auto de mi viejo, el nos iba a llevar hasta la casa de Carlos porque según era peligroso y no se que, si supieras pa las veces que fui sola cuando estabas de viaje. Estábamos con Danilo acostados en los asientos de atrás, teníamos un re sueño, no habíamos dormido nada. Yo tenía la cabeza recostada en el pecho de Danilo y él me acariciaba el pelo.
—" 'Taba' re bueno el guiso, eh"—Dijo Danilo, yo solo hice una mueca de asco.
—"Ah, viste. Yo cocino re rico, no sé que dice Milagros"—Dijo mi papá indignado, yo chasquee la lengua.
—"Seh', mal. Una manía de hacer cosa' rica' tiene uste' "—Dijo Danilo con doble sentido poniendome la mano en el orto literal, yo le tironee el pelo para que saque la mano. Mi papá ni se rescato de lo que dijo y tampoco nos vio gracias a Dios.
No sé cómo ni cuando, pero Danilo le dejo de tener miedo a mi papá y empezó a tener una re confianza haciendo chistes re morbosos mal. Mi papá ni bola le daba igual.
—"Eh, hija, mira que yo te dejo acá en lo de Carlos y con tu mamá nos vamos de nuevo por trabajo"—Me dijo papá, yo solo le hice un ruido en gesto de que escuche lo que dijo, estaba tratando de dormir un rato hasta que lleguemos.
Ya era normal para mí que me dejen sola, ellos venían y se quedaban dos semanas por lo menos y se volvían a ir como dos meses, ya estaba acostumbrada. Era como vivir sola, pero sin pagar nada. Danilo y yo nos quedamos dormidos después de esa interacción con mi viejo.
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