Capitulo 32: Despertar

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Volví a despertar sin saber cuantas horas había dormido, lo único que sentía era dolor en cada parte de mi cuerpo, pero mi mente se sentía más liberada que nunca. Me avergoncé al pensar en todo lo que ha tenido que pasar para yo valorar lo que tengo ahora. 

La luz blanca y fría de la habitación me cegaba por completo, mis ojos eran como de un recién nacido que veía el mundo por primera vez, pero con más molestia y siendo mucho más consciente. Cuando mis ojos se pudieron acostumbrar un poco a la luz artificial, me percaté que a mi derecha estaban Mare y Kendra, sentadas en dos sillas de comodidad dudosa mientras les colgaban las cabezas del cansancio que habían acumulado. 

Una leve y tímida sonrisa salió de mi. 

Con lentitud giré mi cuello al lado contrario y me encontré con un Andy que costó reconocer. Me supo mal tener que despertarles, así que intenté hacer el mínimo ruido al intentar reincorporarme lentamente, ya casi sentada veo como la puerta se abre de golpe, dejando ver a quien extrañamente apareció más de una vez en mis sueños, Jack. Nuestras miradas se cruzaron y en una milésima de segundos, esos ojos tristes y cansados se abrieron ampliamente dejando caer todas las bolsas que llevaba encima. 

- Estás despierta - susurró en un hilo de voz, emocionado. - Ha despertado. - repitió zarandeando a Andy quién en seguida se puso de pie. - No, no , no. Ni se te ocurra moverte, aún te tiene que mirar un médico. - esta vez se dirigió a mi, cogiéndome delicadamente y con cierto miedo los hombros para volver a estirarme. 

No me miraba a los ojos. Me estaba tocando los hombros como si tuviese miedo a romperme cuando el que estaba a punto de romperse era él. Jack nunca fue buen actor, solo con mirarle de cerca y conocerle un poco servía para ser consciente de ello. 

La voz le temblaba, sus manos eran inseguras y temblorosas. Y la mirada. No se atrevía a mirarme, ni siquiera se molestó en intercambiar una segunda vez, una mirada. Nada. 

Andy también se acercó, depositando un beso en mi frente. 

- Eres un milagro Cookie. Un maldito milagro. - murmuró esperando a que nadie le escuchase. 

 La puerta se volvió a abrir dejando pasar a mis otros hermanos y a la doctora enfadada por no respetar las normas de las visitas. 

- Me alegro de verla despierta señorita Bones. - suspiró en rendición la doctora. - Soy Marta Racher, su doctora. 

Asentí lentamente, aún me costaba poder hablar. Ella se acercó y se giró para mirar a las demasiadas personas que habían en esa pequeña habitación de 2x2. 

- Si quieren tener a la señorita Bones sana lo antes posible, les voy a volver a pedir que se retiren hasta que terminemos el chequeo general. - volvió su mirada hacia mi y empezó a hacerme pruebas rutinarias de reflejos. 

Todos se fueron y me dejaron a solas con la doctora, quien me estaba ayudando a poner de pie. Tal cual lo intenté, mis piernas fallaron, si no hubiese sido por la ayuda de la doctora posiblemente estaría ya en el suelo. 

- No te asustes, llevas más de un mes postrada en esa cama tras un fuerte accidente, te va a costar el acostumbrarte. - volví a asentir. - ¿Te cuesta hablar? - asentí. - Vale, haremos que te lo miren a fondo, pero lo mas probable es que sea un tipo de afasia a causa del golpe grave que tuviste en la cabeza. 

Después de una hora de una examinación a fondo, la Doctora me programó un par de citas para mirar lo de mi problema al habla y un par de exámenes más para descartar cualquier problema a largo plazo causado por el accidente. 

Andy, Jack y Chad entraron otra vez con el permiso de la Doctora, ésta nos explicó algunos ejercicios diarios para ir acostumbrando a mi cuerpo y que me pudieran dar el alta en un par o tres de días. Todos asintieron y ella se alejó, pidiendo que no entraran todos a la vez y que me dejaran descansar un poco. 

Me encontraba sentada a los pies de la cama, con mis piernas colgando, un poco aturdida aún.  Andy se acercó y me abrazó como hacía años que no me abrazaba. Era uno de esos abrazos que pides que no terminen nunca, que te aprietan tanto que sientes que te reconstruyen. 

- Nunca he estado tan asustado, Cookie. Has estado a punto de abandonarnos. - se separó lentamente y me miró con los ojos cristalizados. - Te quiero Cookie, no sé si te lo he dicho nunca, pero eres mi hermana, si algo te llegase a pasar, yo...

Sus ojos se cristalizaron, no me dejó verle ya que se giró y se fue. Le conocía demasiado, sabía que se sentía culpable y eso me hacia sentir culpable a mi, por mi irresponsabilidad y mis decisiones mal tomadas. Lo miré apenada, sin poder decir nada. 

El resto de la mañana transcurrió tranquila, mis amigas y amigos se iban turnando para quedarse un rato y hacerme compañía, aunque la mayor parte del tiempo la pasada descansando, me sentía absolutamente derrotada. 

Por la tarde, después de una simple merienda poco deliciosa típica de hospital, caí rendida ante el sueño y lo último que recuerdo es tener a Jack sentado en la silla, leyendo un libro, mientras miraba por encima para comprobar que yo seguía ahí. 

El atardecer ya había pasado, me desperté, aun manteniendo los ojos cerrados, esperando acumular fuerzas para abrirlos de nuevo. Antes de poder hacerlo, escuché la voz de Jack y Adam. 

JACK'S POV

- Tienes que descansar Jack, llevas casi una semana sin dormir. - me volvió a repetir Adam, apoyando su mano en mi hombro. Le miré rápidamente y me refregué la cara con las manos. Estaba tan frustrado. 

- Estoy bien, dormiré un rato ahora. - respondí, fijando mi mirada en la cama. 

- Jack, tio, sé que te importa Cookie, pero debes descansar. No eres él único que está preocupado y quiere cuidarla...- se sentó a mi lado, aún sin quitar la mano de mi hombro. 

- Lo sé, pero yo....- lo miré y el hizo un gesto de asentimiento. 

- Jackie, si crees que no lo sabemos es que nos consideras idiotas. - rió, dejando la mano caer. - Me sorprende que ella aún no se haya dado cuenta. 

- No sabía que era tan obvio. - comenté con cierto gesto de sorpresa. Confiaba en que mis sentimientos por Cookie los llevaba a raja tabla y controlados. 

- Supongo que para ella no....- se giró a mirarme- pero para nosotros si tío, todos queremos a Brooks como hermana propia, tu siempre has sido el único que la cuidaba con más cariño y mucho más autocontrol que el resto. 

Iba a seguir con la charla cuando la vi removerse entre las sábanas. 

- Vale, me iré a duchar y a descansar un rato. - dicté. Recogí mis cosas, me di la vuelta para despedirme de Adam y la miré una última vez antes de cerrar la puerta. 

BROOKE'S POV

Que incómodo. 

Sentía que me desmayaría de un momento a otro intentando aguantar la respiración. Me acerqué la mano al pecho y pude ser consciente de la velocidad en la que latía mi corazón. 

No puedo. 

Noté como Adam se sentaba a los pies de la cama. Puso la mano encima de una de mis piernas y empezó a moverme.

- Ya puedes abrir los ojos. 

Mierda. Atrapada. 

Me encontré con sus ojos y una disimulada sonrisa de satisfacción clavada en su cara. Sonreí tímidamente y agradecí que no me salieran palabras para poder hablar. 



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⏰ Última actualización: Feb 21 ⏰

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