Capítulo 4: Cruel.

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Me puse delante de mis hermanos para enfrentarme a ese estúpido. Prefería pegarle yo a que mis hermanos le reventasen los huesos.

Noté como mis hermanos relajaron sus hombros al verme delante de ellos. Sabían que cuando me enfadaba, podía ser peor que todos ellos juntos.

- ¿Perdona? - pregunté enfadada. El nuevo se acercó peligrosamente a mi, lo que molestó a mis hermanos.

- A parte de puta, también eres sorda. - contestó con sorna. Mis hermanos se volvieron a tensar, sabía que en cualquier momento podrían saltar encima de ese idiota y partirle la cara.

Yo reí ironica. Este chico es solo un nuevo, viene y me insulta. ¿Quién mierda se cree que es?

- Repite eso y te juro que te corto tus pelotas y hago que te las tragues. - escupí con rabia. Si el jugaba sucio, yo podía jugar peor. No conocía mi lado malo.

El abrió los ojos sorprendido y divirtiéndose a la vez, mientras alguno de mis hermanos soltaban una que otra risilla.

- Veo que la gatita tiene las garras afiladas. - se burló con sus amigos. Yo mordí mi labio, estaba a punto de partirle la boca a ese jodido payaso. - No me das miedo, nena. Seguro que peleas como una chica. - eso, de su parte, fue jodidamente estúpido.

- Soy una chica, así que sería estúpido no pelear como tal. - escupí con veneno. - Si quieres te hago una muestra de como pelea una chica. - dije desafiándole. Él puso su media sonrisa y se acercó a mi provocándome.

Genial, si el buscaba pelea, yo no se la negaría. Todo sea por el bien de mis hermanas feministas.

Puse mis manos alrededor de su cuello delicadamente y lo apreté hacia mí, su ojos se tornaron confusos y a la vez tenían una pizca de perversión. Intentó poner sus enormes manos en mi cadera, pero se las aparté. Y justamente cuando nuestras bocas estaban a 5 milímetros, le cogí de los hombros fuertemente y le pegué en sus partes intimas.

Y no, eso no fue todo. Cuando le golpeé, se retorció tapándose sus partes, como si eso fuese a servir, entonces aproveché a que estaba encorvado y le pegué de nuevo con el codo en la espalda. Y boom. Lo tenía en el suelo.

Brooke- 1. Idiota-0

Pensaréis que es prácticamente imposible que una chica pueda tumbar a un chico de solo dos golpes, pero, siento desilusionados, si que es posible. Y más cuando has estado la mitad de tu vida entrenando con uno de los mejores luchadores del país y esforzándote para ser tan buena como el.

Ya sabéis, la típica frase de "el alumno sobrepasará al maestro". A parte, aunque no lo parezca tengo mucha fuerza.

Ah, debo mencionar que la parte en la que engañé a este chico para que pensase que nos íbamos a enrollar no les agradó nada a mis hermanos, ya que pude escuchar como gruñían. Pero, después de los golpes que le di, se quedaron riéndose y agarrándose la barriga de la risa que tenían.

- ¿Sigues pensando que una chica pelea flojo? - pregunté acercándome a Chad, quién se encontraba a mi espalda. - Me vuelves a hablar o a faltar el respeto y te suelto a las bestias. - sonreí cínicamente señalando a mis hermanos. - O peor, te mato con mis propias manos. - le puse una cara de asco y decidimos ir al bar que quedaba al lado de nuestra casa.

- A veces me sorprende que te sepas defender tan bien. - rió Andy. Yo le sonreí y le adelanté para poder conducir el coche.

- Aprendí del mejor. - le guiñé el ojo y el negó divertido. - nah, es broma, mi mal carácter  es de nacimiento.

Todos rieron y subieron a los coches.

En el coche que yo conducía, que era el Mustang, íbamos Axel, Adam, Dylan, y Jack, mientras que en el otro, que era un Chevrolet Camaro de este año, era otra belleza. Una capa de pintura amarilla chillón y dos rallas negras en el capó. Hermoso.

She is Bad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora