8. Busquemos refugió

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Narra Demian

Salte sin pensarlo a ayudar a Anya, pero tuve mucha suerte al aterrizar en aquel inmenso lago gracias al cielo no em fracture ni rompí nada, pero que hay de Anya, debía buscarla y ayudarla, ¿Porque me interesaba tanto la salud de Anya? Literalmente iba a matarla hace unos instantes.

—¡¡Anya!! —grite mientras flotaba, y miraba a lo lejos.

Me sumergí unos centímetros y la vi ahí peleando por respirar, y nade a ayudarla, logré llevarla hasta la orilla, toda mojada casi inconsciente, no podía creer lo que iba a hacer, pero tuve que hacerlo R.C.P.

Le hice reanimación con la boca para que expulsará el agua, lo cual funcionó muy bien porque logro botar el agua pero me recibió con un fuerte golpe en la cara, haciéndome poner rojo del enojo.

—¡¡Oye!!

—Tu oye, como te atreves a besarme y sin mi consentimiento.

—¡¡Trataba de salvarte la vida enana!!

—Aysi aysi, excusas tuyas querías besarme.

—Como crees que te besaría —dije enojado—, en todo caso serías tú la que querrías hacerlo plebeya.

—El mismo Demian de arrogante... espera me dijiste "enana" —recordó Anya y me dio un golpe en el brazo.

Me estaba empezando a arrepentir por rescatar a Anya, pues me había ganado dos golpes.

Y además mi arma estaba mojada, probablemente se encasquillo.

—Vamos Anya debemos caminar.

—bueno, gracias por salvarme la vida Demian, lamentó del golpe.

Era obvio que el golpe de Anya había sido apropósito, que haríamos ahora faltaban alguna horas para anochecer, y necesitábamos refugio, afortunadamente padre había adquirido una cabaña muy cerca de esta ruta, solíamos ir algunas veces en verano pero padre solía venir solo la mayor parte del tiempo, siempre para tratar temas diplomáticos, tristemente después de su muerte ya no hubo un buen mantenimiento del lugar, casi madre la vende pero afortunadamente nadie quiso comprarlo.

—Bueno, Anya creó que deberíamos caminar al norte.

—Si, ¿por qué? Acaso sabes dónde hay refugio, porque es la primera vez que estoy por estas tierras.

—Mi padre tenía un terreno cerca, bueno no tan cerca no llevará hora y media llegar ahí, pero es mejor que estar aquí esperando a que nos coman los osos o zorros o alguna bestia.

—Okey Demian y sobre lo de matar a mi padre... —empezamos a caminar hacia el norte.

—Aun pienso en matarlo, y matar a su amigo —me adelante a su respuesta de siempre—, y no me vengas con esas patrañas de que era traidor y así, porque no te la creó.

Nos alejamos del lago, y pues el sol del lugar evitaba que muriéramos de frío (por la ropa mojada)

—Ya no trataré de convencerte lo contrario, pero estoy feliz porque me salvarás —abrazo mi codo y me sonroje—, talvez el Demian que yo conocía aún esté ahí.

—A qué te refieres.

—Bueno, admito que en el colegio no solíamos llevarnos bien, pero admito que eres un buen hombre y te conviertes en tal, me salvaste la vida.

Aunque mencioné que me arrepentía de salvar la Vida de Anya, la verdad es que siempre dudé si matarla o no, ¡¡cielos!!

NO SOY UN ASESINO

Pero esta rabia de saber que los que asesinaron a mi padre estaban vivos, hace que se me nuble el juicio.

—Te confieso algo Anya —seguíamos caminando pero la ropa empezaba a secarse un poco más—, la verdad es que nunca estuve seguro de matarte, La princesa de espina me dijo que estaba persiguiendo a Loid y que se había subido a un tren, la rabia vino a mi lo perseguí.

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