Un amor que poco a poco es correspondido.

Cap 1. Reunión.

¡Hola! ¿Que tal?, ya e cambiado mi cuenta y aquí estamos. Voy a reiniciar nuevamente las historias y las haré de nuevo. (⁠─⁠.⁠─⁠||)
Si es así, entonces las actualizaciones no pueden tardar.

El Azabache se encontraba en una misión junto a la Luna Inferior 1. Mientras iban de camino, Enmu (Luna Inferior 1) comentó:

—Oye, Kai. Había oído que tendrías una misión con Kokushibo mañana, ¿verdad?

—¡Así es! Mañana tendré una misión con él. —suspiró enamorado.
—Además, esta podría ser una oportunidad para conocerlo mejor, ya que estaremos a solas.

—Oh, entonces podrían tener una buena charla al menos, jaja.

—¡Sí! Ay, ya quiero que sea mañana...

(...)

Mientras tanto, el pelirrojo se encontraba en una reunión con las demás lunas superiores. Empezaba a aburrirse ya que el amo Muzan aún no llegaba. Decidió irse de ahí y conversar con la demonio del biwa, por quien sentía algo especial.

—Hola, Nakime. Perdón por molestar, pero el amo Muzan no llegaba, así que quise venir aquí para hablar contigo. Claro, si no es molestia.

—¿Mm? —alzó la mirada.
—Ah, hola Kokushibo. No se preocupe, no estaba tan ocupada; solo buscaba más información del niño de los aretes hanafuda.

—Ya veo. —tomó asiento al lado de Nakime—Y... ¿qué has encontrado del niño?

—Bueno, tiene una hermana que es una demonio. Dos amigos, uno llamado Zenitsu Agatsuma y otro Inosuke Hashibira; eso es todo lo que sé por el momento —finalizó.

—"Zenitsu Agatsuma? El apellido se parece al de... Kaigaku, entonces son hermanos". Debo irme ya, Nakime. Buena suerte con la búsqueda. Hasta luego.

—Sí, gracias. Adiós —tocó su biwa para que el pelirrojo desapareciera.

Al aparecer en la reunión, el amo Muzan aún no había llegado, algo inusual en él.

—Todavía no ha llegado... —alzó la mirada y vio a la luna superior dos en una posición extraña con la superior tres.

—¡Solo un besito, Akaza-dono! —cada insistencia lo acercaba más al rostro del peli-rosado, quien se apartaba molesto.

—¡No, aléjate de mí! Ugh —apartó el rostro del contrario al estar demasiado cerca.

—¡Hum, por qué no admites que también te gustó! —infló sus mejillas visiblemente molesto y con sus manos agarró las mejillas del contrario, acercándose para darle un piquito

—¿¡Que mierda haces...!?

—Douma, deja de insistirle en esas cosas a Akaza de una vez.

El peli-rubio se exaltó por la repentina presencia del pelirrojo.

—¡Kokushibo-san! Perdón, pero no puedo resistirme a los ojos lindos de Akaza-dono... —comentó lo último, mirándolo con picardía. El contrario hizo una mueca por aquel cumplido.

—Sí, como sea. ¿Han visto a Kaigaku? Necesito hablar con él.

—Mm, creo haberlo visto con Enmu, pero deben estar en una misión.

—... Si lo ven, pueden decirle que vaya a mi habitación, por favor.

—¡Claro Kokushibo-san!

(...)

Kaigaku y Enmu ya habían terminado su misión, disfrutando de la sangre de los humanos.

—Kaigaku, ¿cuándo piensas declararte a Kokushibo?

—Uhm, no lo sé. ¿Y si no me corresponde? —preguntó no muy confiado de que su amor sea aceptado.

—Créeme, Kokushibo te aceptará, he visto esos ojos rondando por ti.

Kaigaku soltó una risa nerviosa.

—Entonces, supongo que le diré hoy... cuando termine su reunión.

—¡Yo confío en ti, Kaigaku! "Todo va a salir bien", no te preocupes.

—Muchas gracias, Enmu.