Cap 7. Pijamada y celos.

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Ya acabando la reunión, la superior 2 se le ocurrió una idea.
Hacer una pijamada como bienvenida a la nueva demonio, lo cual a informarlo con sus amigos, Daki y Kaigaku no estaban tan seguros de hacerlo. Aunque bueno, era su finca.
Invito a la mayoría de los demonios.

Era exactamente a las 12, aprovechando de que no tendrían misiones.

Poco a poco los invitados llegaban, y Douma los recibía con una gran sonrisa, la cual se amplió aún más al ver llegar a su supuesto "mejor amigo".

-¡Vi una mariposa pasar por el bosque, se veía muy li-..!-comenzó a decir Douma antes de que tocaran la puerta.-Ah, ya vuelvo-se levantó de su lugar y fue a recibir al invitado.
-¡Ah, Akaza-dono sí vino! ¿Ves cómo sí te importo? ¡Se qué gustas de mi!

No digas estupideces. Solo vine porque no tenía nada que hacer en mi tiempo libre, solo eso..

-Sí, claro. Bueno, pasa, siéntate donde gustes-se apartó para que Akaza pasara.

-Gracias-respondió, mientras entraba a la habitación y se sentaba al lado de Karaku.

Después llegaron Gyutaro y Daki. Esta última saludó a Mukago con no mucha confianza.

-¿Qué llevaré...?-murmuró mientras dirigía la mirada a la yukata de Kokushibo, recordando las palabras de Daki anteriormente: "Pero bien que le gustó cómo te veías con su ropa puesta."- Y si... llevo ese... ¡No, las lunas estarán ahí, sería algo incómodo! Aunque... también estará aquella demonio nueva, vi cómo no le quitaba la mirada a Kokushibo, eso me molestó. Bueno, la llevaré-guardó la yukata en una mochila, junto con sus demás pertenencias, y se vistió con su típica yukata. Salió de su habitación y se dirigió a la finca de Douma.

Kaigaku finalmente llegó y tocó la puerta.

-Listo, llegué-anunció al entrar.

-¡Hola, Kaigaku! Ven, pasa, eres bienvenido-le saludó Douma.

-Hola, Douma. Gracias.

Se sentó junto a Daki, mientras Gyutaro estaba con Gyokko, lo que le permitía hablar tranquilamente sobre aquel tema.

-¡Hola, pequeño!-saludó Daki.

-Hola, chillona-respondió él.

-¿No me puedes poner otro apodo lindo? Así como se los pones a Rui-dijo Daki inflando sus mejillas molesta.

-Mm, bueno. Pensaré en uno- prometió.

-¡Yei...! Uhm, Kaigaku tengo que hablar contigo sobre algo...-comenzó Daki, pero fue interrumpida por la voz de Mukago.

-¡Kokushibo! V-ven, siéntate aquí si quieres.

-Claro.

Kaigaku sintió tanta rabia al ver que platicaban que incluso Kokushibo le dedicó unas sonrisas. "¿Por qué eso no lo hace conmigo? A veces es muy seco... Claro, le ha de gustar otra persona, por eso me rechazó. ¡Pero no puede ser ella! Ahg, se llevan tan bien... ¿¡Qué!?" pensó confundido.
Mukago bostezó.

-T-tengo sueño, Kokushibo-san-dijo mientras se tallaba el ojo.

-Oh, si quieres, acuéstate en mi regazo.

-U-uhm, okey.

¿¡Qué!? ¡Incluso le estaba dando mimos!

-Kaigaku, ¿podemos hablar a solas?-preguntó Daki preocupada.

-C-claro, vamos-aceptó con un gesto de molestia.

Fueron al balcón.

-¿Necesitas algo, Daki?- preguntó fingiendo una sonrisa, pero de lejos se notaba lo molesto que estaba.

Un amor que poco a poco es correspondido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora