Cap 17. ¿somos pareja?

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(pov's Kaigaku)

Empecé a despertar y miré a mi alrededor. Estaba confundido y me llegó un dolor de cabeza horrible. Me toqué la frente molesto y luego mi nuca; sentí una respiración que chocaba con mi mano.

Giré la cabeza y me sorprendí al instante, ruborizándome al mismo tiempo. Tapé mi boca para no despertar a Kokushibo, pero, ¿por qué estaba desnudo? Completamente. Esto hizo que mi sonrojo aumentara más.

Kokushibo se movió y llevó su brazo hacia mi cintura, apretándome más hacia él. Permanecí quieto, procesando lo que estaba sucediendo. Bajé la mirada y me di cuenta de que yo tampoco tenía ni una prenda, lo que me llevó a una conclusión.

Si él y yo estamos completamente desnudos, solo con ropa interior y abrazándonos juntos, ¿lo hicimos?

Mi cara ya parecía un tomate en este momento. No recordaba mucho de lo que pasó anoche. ¿Cómo pudimos hacer sexo en plena fiesta? Sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo.

¡Kokushibo está empezando a despertar! Permanecí inmóvil, cerré los ojos con fuerza y fingí estar dormido, pero creo que los nervios no me ayudan.

(N)

Kokushibo despertó, sintiendo también un dolor de cabeza insoportable. Había tomado mucho la noche anterior. Bajó la mirada y, para su sorpresa, vio a Kaigaku aún dormido.

—¿Sigue dormido? Uhm... siento su cuerpo temblar y está algo rojo. ¿Tiene fiebre?

Con cuidado, lo volteó para verlo mejor, lo que hizo que Kaigaku se pusiera aún más nervioso. La mano de Kokushibo pasó por la frente de Kaigaku para comprobar si tenía fiebre, luego comenzó a acariciar su cabeza. Su corazón latía rápido por los nervios que sentía; estaban muy cerca.

Después, lo juntó aún más hasta que sus cuerpos quedaron completamente juntos. Lo estaba abrazando, lo que sorprendió a Kaigaku enormemente. Este último empezó a calmarse, sintiéndose protegido. Lo pensó antes de hacerlo, pero ya no le importó; solo quería estar junto a él. Correspondió el abrazo, lo que exaltó al pelirrojo. Se apartó un poco de él.

—¿K-Kaigaku?

Lentamente, Kaigaku abrió sus ojos y vio a Kokushibo.

—K-Kokushibo—susurró.

Los dos se miraron fijamente, Kokushibo sorprendido y Kaigaku sin poder evitar sonrojarse. Kokushibo soltó una pequeña risa.

—Te ves lindo sonrojado...—llevó su mano a la mejilla de Kaigaku y comenzó a acariciarla.

Esto lo exaltó, quien apartó la mirada pero luego volvió a mirar al frente. Su mano agarró la del mayor, uniéndolas.

—T-tú, ¿gustas de mí?

Dejó de acariciarlo y se levantó, quedando a espaldas de Kaigaku.

—Estás en lo correcto, Kaigaku. Estoy enamorado de ti.

Kaigaku también se levantó, quedando detrás de él y tapado con las sábanas. Se sorprendió por las palabras de Kokushibo.

—La verdad es que desde el principio me llamaste la atención, pero yo negaba ese sentimiento. Estuve ocultándolos, y pensé que si tenía interés en otra persona esos sentimientos desaparecerían. Lo cual fue estúpido. Estoy realmente enamorado de ti, Kaigaku, y no puedo evitarlo. Sé que no es el mejor momento, pero... ¿Te gustaría ser mi pareja?—giró su cabeza para ver a Kaigaku aún procesando, luego volvió a mirar al frente.

—Está bien si no me aceptas, después de todo yo dañé tus sentimientos y no creo que...

Kaigaku se abalanzó sobre él, provocando que ambos cayeran al suelo. Lo abrazó fuertemente.

—Sí, s-sí quiero, Kokushibo-san. Quiero ser tu pareja a partir de ahora—dijo entre lágrimas que caían por sus mejillas.

Correspondió el abrazo con una pequeña sonrisa en su rostro y acarició el cabello azabache de Kaigaku para calmarlo.

Entre consuelos y palabras de culpabilidad por haber rechazado sus sentimientos, intentaba tranquilizarlo.

—Vamos a levantarnos, ¿sí?

—Ujum—asintió, intentando calmar sus sollozos.

Kokushibo se puso de pie seguido por Kaigaku, pero al dar un paso, cayó al suelo sintiendo dolor en sus caderas.

Ya se había puesto el pantalón, escuchó una queja de su ahora pareja. Al voltear, vio a Kaigaku en el suelo con ambas manos apoyándose en él y notó que sus piernas temblaban. Se rió un poco, lo que hizo sonrojar a Kaigaku avergonzado.

—Te ayudo.—dijo Kokushibo mientras levantaba a Kaigaku en brazos y lo colocaba sobre el futón.

—G-gracias—respondió, dándose cuenta de la burla de Kokushibo y mostrando su molestia inflando las mejillas. Miró a su alrededor y notó que su ropa no estaba, lo cual lo alivió, pero ahora no tenía nada que ponerse.

—¿Qué pasa, Kaigaku?

—Eh... es que no sé dónde está mi vestido. De igual forma no quería volver a ponérmelo, pero ahora no tengo nada con qué vestirme...

—¿Quieres que te preste mi yukata?

—¡Ah! ¡No es necesario! Digo... este... eh...

Sin decir nada más, solo le entregó su yukata negra. Dudó un poco, pero era la única opción. Finalmente la tomó y dio las gracias susurrando.

Estaba empezando a ponérselo, pero la mirada del mayor lo incomodaba.

—Oye, ¿p-puedes voltearte?

—Oh, claro. Aunque ya te he visto desnudo dos veces—murmuró para sí mismo.

—¿Dijiste algo?

—No, nada.

Una vez con la yukata puesta, notó que parte de su pecho quedaba descubierto y que la prenda llegaba hasta un poco debajo de sus rodillas.

—¿Listo?—preguntó.

—Sí, pero no puedo levantarme..—sintio que era cargado de nuevo, sintiéndose exaltado por ello.

Kokushibo soltó una risa por lo tierno que se veía.

Salieron de la habitación y se dirigieron hacia el lugar de la fiesta. Al llegar, se encontraron con un completo caos. Había bebidas derramadas por todas partes, demonios acostados sobre la mesa y otros en el suelo.

 Había bebidas derramadas por todas partes, demonios acostados sobre la mesa y otros en el suelo

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Ya duérmanse

Un amor que poco a poco es correspondido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora