Si en algún momento sentiste que no encajabas o muy perdido en el mundo y sobre todo contigo mismo, quizás te identifiques con algunos de mis versos.
Versos que no son más que pedazos y vivencias de mi alma. Cada palabra es un fragmento de un crista...
Dicen que tatuarse una rosa azul significa haber superado y enfrentado los intentos de suicidio.
Para mí en aquel momento era una prueba de amor, o más bien un capricho mío para llamar tu atención. Y si cuando vi tu rostro al tener yo tu nombre en mi cuerpo, como si aquello me marcara como tuya, me gustó, pero remarco, en aquel momento.
Saben de esa sensación de sentir que vives, porque respiras, pero no porque realmente tengas deseos de vivir, pues lo intenté y lo pensé varias veces, terminar con esa agonía.
Nada de lo que deseaba hacer en vida podía hacerlo en ese momento y menos a tu lado, me rendí y rogué porque el sufrimiento acabase de una vez y que en otra vida me permitiesen vivir todo lo que en esta no podía.
Así que mi rosa azul me recuerda la muerte que atravesé en esa época, la muerte de mi alma y el intento de acabar con esta vida. Cómo superé todo y hoy finalmente vivo como deseo, y sí, tú no podías formar parte de la ecuación si yo quería vivir.
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