Traición

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Cuando la traición asalta tu ser impacta, te deja en shock. Primero no entiendes, la rabia te inunda. El dolor de que le confiaras una parte de ti a otra persona y está la quiebre es indescriptible, podría llenar mil páginas poniendo ejemplos, comparando y no bastaría.

Es como si esperaras el agua caliente de la ducha en la tarde y en su lugar salga fría, la sorpresa y el desagrado te hace brincar, pero después de un rato te acostumbras.
Es doloroso porque también sucede con la traición, cuando es muy seguida llega un punto en que la aceptas o simplemente suprimes ese dolor.

Por mucho tiempo me despertaba en plena madrugada temblando, ya sabía antes de buscar lo que iba a encontrar y la ansiedad hacia su movida. Aquí aprendí que el que busca encuentra y es lo más cierto que alguien pueda escuchar.

A partir de entonces dejé de buscar, le dije a mis instintos que callaran y poco a poco fui encerrando en una cajita toda emoción negativa y sin querer a veces también algunas positivas.

Este será de los más largos, pues lamentablemente peco de querer ver lo bueno de todas las personas y confiar muy rápido en ellas, pero ¿acaso estoy mal yo?
En principios pensé que sí por regalar mi confianza, pero por qué esto debería ser malo. Después de tiempo pensando llegué a la conclusión de que no, yo no estoy haciendo nada de lo que avergonzarme ni nada malo, es el resto que no comprende que la verdad por muy dura que sea siempre va a ser mejor que una mentira hermosa.

De esto último hablé con un amigo bueno, pensé que lo era, pero este también me traicionó a pesar de que coincidíamos en la verdad difícil, traicionó mi confianza y con la escusa de no querer hacerme daño me privó de una decisión que solo me correspondía a mí tomar. Me dejó vivir una hermosa mentira que derrumbó todo mi ser cuando, al final, la verdad se mostró tan cruda y cruel.

La Confianza, tenemos tela por donde cortar, así de fácil se rompe cuando las tijeras duras de la traición pasan por encima de ella.
Pero saben qué, elijo confiar y no dejar que por malas vivencias corrompa mi ser, este mundo necesita personas capaces de confiar y ver lo mejor en el resto.

El laberinto de mi serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora