Idiota

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Leehan sentía que su cabeza estaba a punto de estallar. Estaba por cumplir un año con Taesan, en realidad se verían ese mismo día en la casa del mayor, lo sé, pasó mucho, pero tampoco es que pasarán cosas muy relevantes. El caso es que Leehan no sabía que hacer ¿Tal vez un pastel? ¿Otra carta? ¿Una mascota?

Riwoo se había ofrecido para ayudarle a preparar el pastel y que si quedaba asqueroso sería culpa de ambos. El problema ahora es que... Ninguno sabía como preparar un pastel. Riwoo le dijo varias veces que le pudieran ayuda a Sungho, pero Leehan se negaba ¿Por qué? Porque hace unos días ambos tuvieron una pelea, una discusión, pero por temas muy ridículos, simplemente Leehan había comprado un pastel de chocolate para el cumpleaños de Riwoo, pero claro que Sungho había hecho uno. Y ajá.

— Quieres dejar de ser tan ridículo? — Riwoo miraba a Leehan con evidente enojo, ya estaba cansado de que su mejor amigo y su novio estuvieran enojados. — Recuerda que el orgullo no te va a durar , si sigues así te dejaré aquí y verás como haces esto tu solo — Leehan miraba a su mejor amigo, soltó un suspiro. A lo mejor y tenía razón.

— Pero hablale tu — Riwoo sonrió tiernamente y llamó a su novio. Se había ido a su habitación para hablar ¿Que mas le diría aparte de que lo ayudará a cocinar?

Riwoo, con el teléfono aún tibio en su mano, se acercó a Leehan con una sonrisa nerviosa.

— Leehan —dijo Riwoo— Sungho llegará en menos de una hora —

Leehan asintió, pero su expresión era tensa. Había pasado tanto tiempo desde que él y Sungho habían hablado sin sentirse incómodos. 

La puerta se abrió, y Sungho entró con una caja de huevos en la mano. Sus ojos se encontraron con los de Leehan, y por un momento, el aire pareció detenerse. Luego, Sungho sonrió, y Leehan sintió que algo se aflojaba dentro de él.

— Leehan —dijo Sungho— Lo siento. Por todo. No deberíamos haber dejado que las cosas se pusieran tan mal —

Leehan asintió de nuevo, incapaz de encontrar las palabras. Sungho se acercó y le dio una palmada en el hombro.

— Vamos a hacer este pastel juntos —dijo Sungho. — Por Taesan y por nosotros —

Y así, en medio de la harina y los huevos, Leehan y Sungho comenzaron a mezclar los ingredientes. Las risas y los recuerdos llenaron la habitación, y Riwoo observó con una sonrisa. 

El pastel saldría del horno dorado y esponjoso, y mientras lo decoraban con glaseado y fresas, Leehan pensó en Taesan. Un año juntos, y aún sentía mariposas en el estómago cada vez que lo veía. Quizás el amor era así, un dulce deseo que nunca se desvanecía.

Cuando el pastel estuvo listo, Leehan agradeció a Riwoo y Sungho con una sonrisa sincera. Tomó el pastel con cuidado, sintiendo su textura esponjosa y el dulce aroma que llenaba la cocina. El corazón de Leehan latía con anticipación mientras salía de la casa.
El sol se estaba poniendo, tiñendo el cielo de tonos cálidos. Leehan caminó por las calles, sosteniendo el pastel con ambas manos. Las luces de las farolas comenzaron a encenderse, y el aire estaba lleno de expectación.

Leehan sostuvo el pastel con cuidado, sintiendo la textura esponjosa y el dulce aroma que llenaba la cocina

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Leehan sostuvo el pastel con cuidado, sintiendo la textura esponjosa y el dulce aroma que llenaba la cocina. Taesan lo recibió con una sonrisa que iluminaba su rostro y, sin perder tiempo, tomó las mejillas de Leehan y lo besó apasionadamente. El corazón de Leehan latía con fuerza mientras Taesan lo atraía hacia la casa.

— ¿Dónde está Woonhak? —preguntó Leehan, notando la ausencia del hermano menor de Taesan.

Taesan pareció ponerse un poco nervioso. — Oh, Woonhak... Está ocupado con algunas cosas. Pero no te preocupes, está bien —

Sin embargo, antes de que Taesan pudiera decir más, la puerta se abrió de golpe y Woonhak salió corriendo. Sus ojos se encontraron con los de Leehan, y el hermano menor de Taesan susurró: — Buena suerte —Leehan sonrió, agradecido por el apoyo silencioso.

Taesan invitó a Leehan a pasar, y el interior estaba aún más hermoso. La mesa estaba decorada con velas parpadeantes y un mantel elegante. Taesan había cocinado una cena exquisita, y Leehan había llevado el postre.

Se sentaron frente a frente, compartiendo risas y miradas cómplices. Taesan habló sobre su día, y Leehan escuchó atentamente, sintiéndose agradecido por este momento. El amor estaba en el aire, y el aniversario de un año de noviazgo merecía ser celebrado de esta manera especial.

Cuando llegó el momento del postre, Taesan y Leehan compartieron el pastel que habían creado juntos. Cada bocado era dulce y significativo. El ambiente era cálido y acogedor, y Leehan pensó que no podría haber imaginado un aniversario mejor.

— Gracias por este año increíble —dijo Leehan, mirando a Taesan con cariño.

Taesan sonrió y tomó la mano de Leehan. — Gracias a ti —susurró. — Por ser mi compañero, mi amigo y mi amor —

Y así, en esa casa llena de amor y velas parpadeantes, Taesan y Leehan celebraron su aniversario.

Leehan y Taesan se encontraban en el sofá, absortos en su propio mundo mientras la película continuaba en segundo plano. Los labios de Taesan eran cálidos y suaves contra los de Leehan, y el beso comenzó con ternura pero pronto se volvió apasionado. Las manos de Leehan se aferraron al cuello de Taesan, y el tiempo pareció detenerse.
Justo cuando Leehan se acomodó sobre el regazo de Taesan, una voz interrumpió su momento íntimo. "¡Esperen un momento!", gritó Woonhak desde fuera de la casa. La pareja se separó abruptamente, y Taesan murmuró un "lo siento" antes de levantarse del sofá.
Taesan sabía que sus padres estaban afuera con Woonhak. Rápidamente, se dirigió hacia la puerta y la abrió. Allí estaban sus padres, sonriendo y sosteniendo una bolsa de regalos. Woonhak estaba a su lado, con una expresión traviesa en el rostro.

— ¡Feliz aniversario! —exclamaron los padres de Taesan, y Leehan se unió a la bienvenida. Woonhak les guiñó un ojo y se deslizó hacia el interior de la casa.
La sala se llenó de risas y abrazos mientras los padres de Taesan felicitaban a la pareja. Leehan sintió su corazón latir con gratitud y emoción. Aunque su momento romántico se había visto interrumpido, ahora estaban rodeados de amor y apoyo.

Woonhak y Taesan se encontraban en la habitación del mayor, hablando sobre el aniversario que habían celebrado. Taesan compartió sus pensamientos con Woonhak, confesando que estaba a punto de dar un gran paso con Leehan. Si no fuera por la inesperada visita de sus padres, probablemente ya lo habrían hecho.

Woonhak asintió, entendiendo la importancia de ese momento. — Taesan, estoy feliz por ti —dijo. — Leehan es increíble, y sé que serán felices juntos —

Taesan sonrió, agradecido por el apoyo de su hermano menor. — Sí, Woonhak. Leehan es mi todo. No puedo esperar para compartir todo con él —

Los dos hermanos se miraron, y en ese momento, Taesan supo que había tomado la decisión correcta. El amor entre él y Leehan era fuerte, y estaban listos para enfrentar cualquier desafío juntos.










Se acerca el final 😮‍💨

Charming | GongfourzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora