No!

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Muy bien, déjenme ponerlos al tanto, ya solo les quedaba una semana para graduarse, si, paso ya mucho tiempo.

Taesan estaba sentado en el sofá de la sala de estar de Leehan, rodeado de una pila de fotografías dispersas sobre la mesa. Había pasado la tarde tomando fotos de la universidad para un proyecto de su carrera, pero ahora, al revisarlas, ninguna le parecía buena.

—No, no, no!

Cada "no" era más exasperado que el anterior. Leehan, estaba sentado cerca, concentrado en su laptop mientras escribía un ensayo sobre biología marina. Miró a Taesan con una mezcla de simpatía y diversión.

—¿Otra vez con eso?— preguntó Leehan, esbozando una sonrisa.

—Nada de esto sirve— respondió Taesan, mostrando una foto de un edificio de la universidad que le parecía aburrida. —Necesito algo que capture la esencia del lugar, y esto es solo... un montón de ladrillos.

Leehan se levantó de su silla y se acercó a Taesan. Se inclinó y dejó un beso suave sobre su mejilla.

—Tranquilo, bonito. Estás siendo muy duro contigo mismo. Míralo de nuevo con calma. Seguro hay algo aquí que valga la pena.

Taesan suspiró, pero el beso y las palabras de Leehan lograron que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro. Retomó una de las fotos y la miró detenidamente, tratando de ver más allá de lo obvio. Leehan regresó a su escritorio, aunque su atención seguía dividida entre su ensayo y Taesan.

—¿Qué estás escribiendo?— preguntó Taesan, tratando de distraerse un poco de su frustración.

—Un ensayo sobre el comportamiento de los peces payaso en arrecifes de coral— respondió Leehan sin dejar de teclear. —No tan fascinante como tu proyecto, pero al menos mis sujetos no se quejan.

—Eso es porque no tienen que presentar nada para mañana— replicó Taesan, riendo un poco.

La tarde pasó lentamente, con Taesan revisando una y otra vez las fotografías. Aunque ninguna le gustaba completamente, decidió elegir las mejores y hacer lo mejor que pudiera con ellas. Leehan le echó una última mirada antes de regresar a su trabajo, satisfecho de ver a Taesan un poco más tranquilo.

Taesan suspiró y comenzó a organizar las fotos que había seleccionado.

—No es perfecto, pero... es lo mejor que puedo hacer por ahora— murmuró.

Leehan se acercó de nuevo, poniendo una mano en el hombro de Taesan.

—Eso es todo lo que importa. Hiciste lo mejor que pudiste. Y sé que será genial.

Taesan sonrió, sintiendo el apoyo y el cariño de Leehan. Comenzó a darle los toques finales a su proyecto, sabiendo que, aunque no estaba completamente satisfecho, había dado su máximo esfuerzo. Y a veces, eso era suficiente.

Después de terminar de seleccionar las fotos para su proyecto, Taesan se recostó en el sofá, dejando escapar un suspiro de alivio. Leehan, satisfecho de ver a su novio más tranquilo, se acercó y le dio un suave abrazo.

—¿Qué te parece si te quedas a dormir aquí esta noche?— sugirió Leehan. —Después de todo, Riwoo está con Sungho y así no tienes que irte tarde.

Taesan sonrió, agradecido por la invitación. Sacó su teléfono y le envió un mensaje a su hermano menor, para avisarle que no volvería a casa esa noche. Woonhak respondió rápidamente con un 👍🏼

—Listo, Woonhak sabe que me quedaré— dijo Taesan, guardando el teléfono. —¿Qué hacemos para cenar?

—Podemos preparar algo sencillo. ¿Qué te parece pasta?— propuso Leehan.

Charming | GongfourzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora